24/01/2016, 13.21
VATICANO
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Papa: Evangelizar a los pobres es “la prioridad”, no “asistencia social, mucho menos actividad política”

Antes del Ángelus, el papa Francisco reafirma que evangelizar a los pobres es “la misión de Jesús” y “la misión de la Iglesia y de cada bautizado”. “¿Somos fieles al programa de Cristo? Una plegaria a María, para que “nos ayude a sentir fuertemente el hambre y la sed del Evangelio que hay en el mundo, especialmente en el corazón y en la carne de los pobres”.  

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “La evangelización de los pobres, llevar a ellos el alegre anuncio, ¿es la prioridad?: es la pregunta que el Papa Francisco hizo a los fieles reunidos en la plaza de san Pedro para recitar el Angelus.

“Atentos, agregó, “no se trata de hacer asistencia social, mucho menos actividad política”. “Se trata de ofrecer la fuerza del Evangelio de Dios, que convierte los corazones, sana las heridas, transforma las relaciones humanas y sociales según la lógica del amor. De hecho, los pobres están en el centro del Evangelio”.

Para su pregunta, el Papa se refirió al Evangelio del domingo de hoy (III Año “C”, Lucas 4,1-4.14-21) en el cual Jesús aplica a sí mismo las palabras del profeta Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí: por esto me consagró con la unción y me envió a llevar a los pobres el alegre anuncio” (Lc 4,18).

El pontífice explicó: “Evangelizar a los pobres: esta es la misión de Jesús; esta es también la misión de la Iglesia y de cada bautizado en la iglesia. Ser cristiano y ser misionero es la misma cosa. Anunciar el Evangelio, con la palabra y antes aún con la vida, es la finalidad principal de la comunidad cristiana y de cada uno de sus miembros. Se nota aquí que Jesús dirige la buena noticia a todos, sin excluir a ninguno, es más privilegia a los más lejanos, los marginados, a los enfermos”.

“Pero, ¿qué significa evangelizar a los pobres? Significa acercarlos, tener la alegría de servirlos, liberarlos de su opresión y todo esto en el nombre y con el Espíritu de Cristo, porque es Él el Evangelio de Dios, es Él la Misericordia de Dios, es Él la liberación de Dios que se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza. El texto de Isaías, reforzado con pequeñas adaptaciones introducidas por Jesús, indica que el anuncio mesiánico de Reino de Dios venido en medio de nosotros se dirige en modo preferencial a los marginados, a los prisioneros, a los oprimidos”.

Probablemente- agregó- en el tiempo de Jesús estas personas no estaban en el centro de la comunidad de fe. Y no preguntamos: ¿Hoy, en nuestras comunidades parroquiales, en las asociaciones, en los movimientos, somos fieles al programa de cristo? La evangelización de los pobres, llevar a ellos el alegre anuncio, ¿es la prioridad? Atentos: no se trata de hacer asistencia social, mucho menos actividad política. Se trata de ofrecer la fuerza del Evangelio de Dios, que convierte los corazones, sana las heridas, transforma las relaciones humanas y sociales según la lógica del amor. De hecho, los pobres están en el centro del Evangelio”.

Y concluyó: “La Virgen María, Madre de los evangelizadores, nos ayude a sentir fuertemente el hambre y la sed del Evangelio que hay en el mundo, especialmente en el corazón y en la carne de los pobres. Y obtenga para cada uno de nosotros y para cada comunidad cristiana el testimoniar concretamente la gran Misericordia que Cristo no ha donado”.

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