Papa: Europa, unida y diversa. La oración es la primera tarea del obispo

En el día de hoy en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco reza por Europa, que celebra la finalización de la Segunda guerra mundial y los primeros intentos que darán vida a la Unión europea. En la homilía subrayó “la omnipotencia de la oración”. “Es triste ver a buenos obispos, gente buena, pero ocupados en tantas cosas, la economía y esto y esto otro en aquello otro”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Un pensamiento a Europa, en los días en los cuales se celebra la finalización de la Segunda guerra mundial y subrayó el valor de l oración, que hay que expresar con “valentía”: son los elementos que más han caracterizado la misa presidida por el Papa Francisco esta mañana en la Casa Santa Marta y transmitida vía streaming, como sucede desde hace 2 meses, a causa de la pandemia y de las limitaciones de celebrar la misa con los fieles.

En la introducción a la eucaristía, Francisco dijo: “En los dos últimos días se han celebrado dos conmemoraciones: el 70º Aniversario de la Declaración de Robert Schuman, que dio origen a la Unión Europea, y también la conmemoración del final de la guerra. Pidamos al Señor que Europa hoy crezca unida, en esta unidad de fraternidad que hace crecer a todos los pueblos en la unidad en la diversidad”.

En su homilía, el Papa comentando el Evangelio de hoy (Jn 14,1-12) en el discurso de adiós, Jesús dice a sus discípulos que quien crea en Él hará también las obras que Él hace y “hará obras más grandes” que éstas, porque “va al Padre”.

"En este paso-explicó, “es muy fuerte" porque "es como si abriera las puertas de la omnipotencia de la oración", porque dice: "Yo estoy con el Padre: ustedes pidan y yo lo haré todo. Pero porque el Padre lo hará conmigo".

Se necesita “esta confianza en el Padre, confianza en el Padre que es capaz de hacer todo”. Este coraje para rezar, porque rezar requiere coraje, requiere el mismo coraje, la misma franqueza que predicar”.

El Papa luego comentó la Primera Lectura, tomada de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 6, 1-7), sobre la elección de los primeros diáconos, que se ocupasen del servicio de las mesas, mientras que los apóstoles, se dedicaban “a la oración y al anuncio de la Palabra, él agregó: "Esto es la tarea del Obispo: rezar y predicar. Con esta fuerza que hemos escuchado en el Evangelio: el Obispo es el primero que va al Padre, con la confianza que Jesús le dio, con el coraje, con la parresía, para luchar por su pueblo. La primera tarea de un Obispo es rezar".

“Y la gente, el pueblo, al ver al Obispo rezar, aprende a rezar. Porque el Espíritu Santo nos enseña que es Dios quien "hace las cosas". Hacemos un poco, pero es Él quien 'hace las cosas' de la Iglesia, y la oración es la que lleva a la Iglesia hacia adelante".

"Es triste – observó el Pontífice – ver buenos Obispos, buenas personas, pero ocupados con muchas cosas, la economía, y esto y aquello y aquello ... La oración en primer lugar. Luego, las otras cosas. Pero cuando las otras cosas le quitan espacio a la oración, algo no funciona. Y la oración es fuerte”.