Papa: El augurio de Navidad a las Iglesias orientales. Tener prisa como los Magos

En el Ángelus, el Papa Francisco augura que la fiesta de Navidad “sea fuente de nuevo vigor espiritual y de comunión entre todos los cristianos”. La Jornada Misionera de los Jóvenes. “Seguir el ejemplo de los Magos: listos también teniendo que incomodarse para encontrar a Jesús en nuestra vida”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- En ocasión de la oración del Ángelus con los peregrinos en la plaza de S. Pedro, el Papa Francisco dirigió los augurios a algunas Iglesias orientales que- siguiendo el calendario juliano y no el gregoriano-festejan en estos días la Navidad. “A ellas-dijo el Papa- dirijo mi augurio más cordial: esta alegre celebración sea fuente de nuevo vigor espiritual y de comunión entre todos los cristianos, que lo reconocemos como Señor y Salvador”.

Para los católicos, el 6 de enero se festeja en vez la solemnidad de la Epifanía y el recuerdo de la adoración del Niño Jesús por parte de los Magos, venidos de Oriente, símbolo de los pueblos que están llamados a la fe cristiana. Por esto, en tal jornada, se festeja también la Jornada Misionera de los Jóvenes. El pontífice la citó, después de la oración mariana, recordando que esta “invita a los jóvenes misioneros a hacer propia la mirada de Jesús, para que se convierta en el guía precioso de su compromiso de oración, de fraternidad y del compartir con los coetáneos más necesitados”.

Esta mañana el Papa había celebrado la misa en la basílica. Antes del Ángelus, otra vez refiriéndose al Evangelio de hoy (Mt 2, 1-12), Francisco puso en luz “los tres gestos” con los cuales “fue recibida la venida de Jesús y su manifestación al mundo: búsqueda de prisa, indiferencia, miedo”.

La “prisa” es la de los Magos, que “tratan de individuar dónde se pueda encontrar al Rey recién nacido”, “la indiferencia” es aquella “de los sumos sacerdotes y de los escribas. Ellos conocen las Escrituras y están en grado de dar la respuesta justa sobre el lugar del nacimiento…pero no se incomodan para ir ver al Mesías”, “el miedo” lo vive Herodes: “él tiene miedo de aquel Niño le quite el poder”.

“También nosotros-agregó luego-debemos elegir cuál de los tres asumir. El egoísmo puede inducir a considerar la venida de Jesús en la propia vida como una amenaza. Cuando se va detrás de las ambiciones humanas, las perspectivas más cómodas, las inclinaciones hacia el mal, Jesús es visto como un obstáculo”.

“Por otro lado está siempre presente la tentación de la indiferencia. Si bien sabemos que Jesús es el Salvador, se prefiere vivir como si no lo fuese: en vez de comportarse en coherencia con la propia fe cristiana, se siguen los principios del mundo, que inducen a satisfacer las inclinaciones a la prepotencia, a la sed de poder y de riquezas”.

“En cambio, estamos llamados a seguir el ejemplo de los Magos: tener prisa en la búsqueda, listos a incomodarnos para encontrar a Jesús en nuestra vida. Buscarlo para adorarlo, para reconocer que Él es nuestro Señor, Aquel que indica el verdadero camino que hay que seguir. Si tenemos esta actitud, Jesús realmente nos salva y nosotros podemos una vida hermosa, podemos crecer en la fe, en la esperanza y en la caridad hacia Dios y hacia nuestros hermanos”