Papa: El Evangelio cambia la vida, cuando nos hacemos transformar por la Palabra de Dios.
Ciudad del vaticano (AsiaNews)- La preocupación principal del cristiano, tras las huellas del Maestro Jesús, "debe ser el anuncio del Evangelio. El Evangelio cambia la vida y el corazón, cuando nos dejamos transformar por Él. Es por esto que les pido siempre que los lleven con ustedes: lean un pasaje cada día. El Evangelio es palabra de vida: no oprime a la persona, por el contrario, libera a cuántos son esclavos de tantos espíritus malvados de este mundo: la vanidad, el apego al dinero, el orgullo, la sensualidad... El Evangelio cambia el corazón, cambia la vida, transforma las inclinaciones al mal en propósitos de bien". Lo dijo hoy el Papa Francisco antes de la acostumbrada plegaria del Ángelus.
Comentando el pasaje evangélico de este domingo- Jesús y su pequeña comunidad de discípulos que entran en Cafarnaún- el pontífice subraya como "apenas entrado en la ciudad, va inmediatamente a la sinagoga". Esto porque "Jesús no remite el anuncio del Evangelio, no piensa antes en la ubicación logística, ciertamente necesaria, de su pequeña comunidad, no se ocupa de la organización. Su preocupación principal es la de comunicar la Palabra de Dios con la fuerza del Espíritu Santo. Y la gente en la sinagoga se queda maravillada, porque Jesús enseñaba a ellos como uno que tiene autoridad, y no como los escribas! (v. 22).
¿Qué signifca "con autoridad?, se pregunta el Papa. "Quiere decir que en las palabras humanas de Jesús se sentía toda la fuerza de la Palabra de Dios, se sentía la autoridad misma de Dios, inspirador de las Sagradas Escrituras. Y una de las características de la Palabra de Dios es que realiza lo que dice. Porque la Palabra de Dios corresponde a Su voluntad. En vez, nosotros a menudo pronunciamos palabras vacías, superfluas, palabras que no corresponden a la verdad. En cambio la Palabra de Dios corresponde a Su voluntad, y ahce los que dice".
De hecho Jesús, después de haber predicado, "demuestra su autoridad liberando a un hombre, presente en la sinagoga, que estaba poseído por un demonio... Y otra vez más los presentes se quedan estupefactos: "¡Manda hasta a los espíritus inmundos y éstos le obedecen! (v.27). La Palabra de Dios produce en nosotros estupor. Tiene esa fuerza. Nos hace maravillar bien. El Evangelio es palabra de vida: no oprime a las personas, por el contrario, libera a cuántos son esclavos de tantos espíritus malvados de este mundo: ya sea el espíritu de la vanidad, el apego al dinero, el orgullo, la sensualidad...".
El Evangelio- retoma el papa hablando libremente- cambia el corazón, cambia la vida, transforma las inclinaciones al mal en propósitos de bien. El Evangelio ¡es capaz de cambiar a las personas! Por lo tanto es tarea de los cristianos el difundir por todos lados la fuerza redentora, convirtiéndose en misioneros y heraldos de la Palabra de Dios. Nos lo sugiere también el mismo pasaje hodierno que se cierra con una apretura misionera: "Su fama- la fama de Jesús- se difunde enseguida por todos los pueblos de Galilea" (v.28). La nueva doctrina, enseñada con autoridad por Jesús es aquella que la Iglesia lleva al mundo, junto a los signos eficaces de su presencia: la enseñanza llena de autoridad y la acción liberadora del Hijo de Dios se convierten en palabras de salvación y los gestos de amoe de la Iglesia misionera".
Recuérdense siempre, subraya una vez más el Papa, "que el Evangelio tiene la fuerza que cambia la vida. No se olviden de esto. Esta es la buena noticia que nos transforma, sólo cuando nos dejamos transformar por ella. Es por esto que le pido siempre que tengan un contacto cotidiano con el Evangelio, de llevarlo siempre por todos lados. O sea nutrirse cada día de esta fuente inagotable de salvación. No se olviden: lean un pasaje del Evangelio todos los días. Es la fuerza que nos cambia, que nos transforma,. Cambia la vida y el corazón . Invoquemos la materna intercesión de la Virgen María, aquella que ha recibido la Palabra y la ha generado para el mundo, para todos lo hombres. Nos enseñe Ella a ser escuchadores asiduos y anunciadores con autoridad del Evangelio de Jesús".
Después de la plegaria del Ángelus, el anuncio del próximo viaje: "Queridos hermanos y hermanas, deseo anunciarles que el sábado 6 de junio, si Dios quiere, iré a Sarajevo, capital de Bosnia-Herzegovina. Les pido que ya desde ahora empiecen a rezar para que mi visita a esas queridas poblaciones sirva de aliento para los fieles católicos, suscite fermentos de bien y contribuya a la consolidación de la fraternidad y de la paz, del diálogo interreligioso, de la amistad".
Al final, el Papa recordó que "hoy se celebra en Italia la Jornada por la Vida, que tiene por tema: "Solidarios por la Vida". Dirijo mi aprecio a las asociaciones, a los movimientos y a todos los que defienden la vida VATICANO
Papa: El Evangelio cambia la vida, cuando no hacemos trnasformar por la Palabra de Dios.
Antes de la plegaria del Ángelus, Francisco recuerda como Jesús "no reenvía a Cafarnaún, el anuncio de la alegre noticia. Su preocupación principal es comunicar la Palabra de Dios". "Lean cada día un pasaje del Evangelio, llévenselo siempre con ustedes. Etse puede cambiarles el corazón". El 6 de junio el pontífice irá a Sarajevo: "Les pido ya desde ahora que recen por auelas queridas poblaciones". La Jornada por la Vida "ayude a un nuevo humanismo: el humanismo de la solidaridad".
Ciudad del vaticano (AsiaNews)- La preocupación principal del cristiano, tras las huellas del Maestro Jesús, "debe ser el anuncio del Evangelio. El Evangelio cambia la vida y el corazón, cuando nos dejamos transformar por Él. Es por esto que les pido siempre que los lleven con ustedes: lean un pasaje cada día. El Evangelio es palabra de vida: no oprime a la persona, por el contrario, libera a cuántos son esclavos de tantos espíritus malvados de este mundo: la vanidad, el apego al dinero, el orgullo, la sensualidad... El Evangelio cambia el corazón, cmbia la vida, transforma las inclinaciones al mal en propósitos de bien". Lo dijo hot el Papa Francisco antes de la acostumbrada plegaria del Ángelus.
Comentando el pasaje evangélico de este domingo- Jesús y su pequeña comunidad de discípulos que entran en Cafarnaún- el pontífice subraya como "apenas entrado en la ciudad, va inmediatamente a la sinagoga". Esto porque "Jesús no remite el anuncio del Evangelio, no piensa antes en la sistemación logística, ciertamente necesaria, de su pequeña comunidad, no se ocupa de la organización. Su preocupación principal es la de comunicar la Palabra de Dios con la fuerza del Espíritu Santo. Y la gente en la sinagoga se queda maravillada, porque Jesú enseñaba a ellos como uno que tiene autoridad, y no como los escribas! (v. 22).
¿Qué signifca "con autoridad?, se pregunta el Papa. "Quiere decir que en las palabras humanas de Jesús se sentía toda la fuerza de la Palabra de Dios, se sentía la autoridad misma de Dios, inspirador de las Sagradas Escrituras. Y una de las características de la Palabra de Dios es que realiza lo que dice. Porque la Palabra de Dios corresponde a Su voluntad. En vez, nosotros a menudo pronunciamos palabras vacías, supérfluas, palabras que no corresponden a la verdad. En cambio la Plabra de Dios corresponde a Su voluntad, y ahce los que dice".
De hecho Jesús, después de haber predicado, "demuestra su autoridad liberamndo a un hombre, presente en la sinagoga, que estaba poseído por un demonio... Y otra vez más los presentes se quedan estupefactos: "¡Manda hasta a los espíritus inmundos y éstos le obedecen! (v.27). La Palabra de Dios produce en nosotros estupor. Tiene esa fuerza. Nos hace maravillar bien. El Evangelio es palabra de vida: no oprime a las personas, por el contrario, libera a cuántos son escalvos de tantos espíritus malvados de este mundo: ya sea le espíritu de la vanidad, el apego al dinero, el orgullo, la sensualidad...".
El Evangelio- retoma el papa hablando libremente- cambia el corazón, cambia la vida, transforma las inclinacuiones al mal en propósitos de bien. El Evangelio ¡es capaz de cambiar a las personas! Por lo tanto es tarea de los cristianos el difundir por todos lados la fuerza redentora, convirtiendose en misioneros y heraldos de la Palabra de Dios. Nos lo sugiere también el mismo pasaje hodierno que se cierra con una apretura misionera: "Su fama- la fama de Jesús- se difunde enseguida por todos los pueblos de Galilea" (v.28). La nueva doctrina, enseñada con autoridad por Jesús es aquella que la Iglesia lleva al mundo, junto a los signos eficaces de su presencia: la enseñanza llena de autoridad y la acción liberadora del Hijo de Dios se convierten en palabras de salvación y los gestos de amoe de la Iglesia misionera".
Recuérdense siempre, subraya una vez más el Papa, "que el Evangelio tiene la fuerza que cambia la vida. No se olviden de esto. Esta es la buena noticia que nos transforma, sólo cuando nos dejamos transformar por ella. Es por esto que le pido siempre que tengan un contacto cotidiano con el Evangelio, de llevarlo siempre por todos lados. O sea nutrirse cada día de esta fuente inagotable de salvación. No se olviden: lean un pasaje del Evangelio todos los días. Es la fuerza que nos cambia, que nos transforma,. Cambia la vida y el corazón . Invoquemos la materna intercesión de la Virgen María, aquella que ha recibido la Palabra y la ha generado para el mundo, para todos lo hombres. Nos enseñe Ella a ser escuchadores asiduos y anunciadores con autoridad del evangelio de Jesús".
Después de la plegaria del Ángelus, el anuncio del próximo viaje: "Queridos hermanos y hermanas, deseo anunciarles que el sábado 6 de junio, si Dios quiere, iré a Sarajevo, capital de Bosnia-Herzegovina. Les pido que ya desde ahora empiecen a rezar para que mi visita a esas queridas poblaciones sirva de aliento para los fieles católicos, suscite fermentos de bien y contribuya a la consolidación de la fraternidad y de la paz, del diálogo interreligioso, de la amistad".
Al final, el Papa recordó que "hoy se celebra en Italia la Jornada por la Vida, que tiene por tema: "Solidarios por la Vida". Dirijo mi aprecio a las asociaciones, a los movimientos y a todos los que defienden la vida humana. Me uno a los Obispos italianos en el solicitar "un renovado reconocimiento de la persona humana y un cuidado más adecuado a la vida, desde la concepción hast su natural fin" (Mensaje para la 37° Jornada nacional por la Vida). Cuando uno se abre a la vida y se la sirve, se experimenta la fuerza revolucionaria del aor y la trenura (Cfr. Exhortación apostólica "Evangelii gaudium", 288) inaugurando un nuevo humanismo: el humanismo de la solidaridad. El humanismo de la vida".humana. Me uno a los Obispos italianos en el solicitar "un renovado reconocimiento de la persona humana y un cuidado más adecuado a la vida, desde la concepción hasta su natural fin" (Mensaje para la 37° Jornada nacional por la Vida). Cuando uno se abre a la vida y se la sirve, se experimenta la fuerza revolucionaria del amor y la ternura (Cfr. Exhortación apostólica "Evangelii gaudium", 288) inaugurando un nuevo humanismo: el humanismo de la solidaridad. El humanismo de la vida".
29/08/2020 11:22