Papa: Dios viene a habitar entre nosotros a través de un gran sí, el de María
En la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Papa confronta los “no” del hombre delante de Dios y el “gran sí” de maría, el “más importante de la historia”. Nosotros “expertos de medios sí” o de “sí que faltan”. El recuerdo de las víctimas del terremoto en Aceh (Indonesia). El Papa irá por la tarde a S, María la Mayor.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “Dios viene a habitar en medio de nosotros, se hace hombre como nosotros. Y esto fue posible a través de un gran sí, el de María”. El “si” de la “llena de gracia”-y nuestros pequeños sí, a Dios- estuvo en el centro de la reflexión que el Papa Francisco propuso hoy a los peregrinos reunidos en la plaza de san Pedro para recitar el Ángelus, en el día de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Después de la plegaria mariana el pontífice recordó a las víctimas del terremoto en Indonesia (Sumatra) e invitó a todos a participar al menos espiritualmente en el homenaje a la Virgen que en la tarde él realizará delante de la estatua de la Inmaculada en plaza de España.
Refiriéndose a las lecturas de la misa del día, que en la primera lectura reporta la narración del pecado original (Gen. 3,9-15.20), el Papa explicó que “el Libro del Génesis nos muestra el no de los orígenes, cuando el hombre prefirió mirar a sí mismo en vez que a su Creador, quiso hacer y obrar con su idea propia, eligió bastarse a sí mismo. Pero obrando así, saliendo de la comunión con Dios, se perdió justamente en sí mismo y comenzó a tener miedo, a esconderse y a acusar a quien le estaba al lado (Cfr. Gen. 3,10.12). Esto hace el pecado. Pero el Señor no deja al hombre a merced de su mal; inmediatamente lo busca y le dirige una pregunta llena de aprensión: “¿Dónde estás?”(v. 9). Es la pregunta de un padre o de una madre que busca a un hijo extraviado: “¿Dónde estás?” “¿En qué situación te pusiste?”. Y esto Dios lo hace con tanta paciencia, hasta colmar la distancia que se creó en los orígenes”.
Luego hablando sobre el Evangelio de hoy (Lc 1,26-38), él explicó que tal distancia es colmada “cuando Dios viene a habitar entre nosotros, se hace hombre como nosotros. Y esto fue posible a través de un gran sí, el de maría en el momento de la Anunciación. Por esto Jesús comenzó su camino en las calles de la humanidad; lo inició en María, transcurriendo los primeros meses de vida en el seno de su mamá: no pareció ya adulto y fuerte, sino que realizó todo el recorrido humano. Se hizo en todo igual a nosotros, excepto en una cosa: el pecado. Por esto eligió a María, la única creatura sin pecado, Inmaculada. En el Evangelio, con una sola palabra, ella es llamada “llena de gracia” (Lc 1,28), o sea llena de gracia. Quiere que decir que en ella, enseguida llena de gracia, no hay espacio para el pecado. Y también nosotros no dirigimos a ella, reconocemos esta belleza: la invocamos “llena de gracia”, sin sombra de mal”.
“Y como el no de los orígenes había cerrado el pasaje del hombre a Dios, así el sí de María abrió el camino a Dios entre nosotros. Es el sí más importante de la historia, el sí humilde que da vuelta al no soberbio de los orígenes, el sí fiel que cura la desobediencia, el sí disponible que abate al egoísmo del pecado”.
“También para cada uno de nosotros hay una historia de salvación hecha de sí de no a Dios. Pero, a veces somos expertos en los medio sí: somos buenos en fingir que no entendemos bien a aquello que Dios quiere y la conciencia nos sugiere. Somos también hábiles y para no decir un no verdadero y propios a Dios le decimos. “no puedo”, “no hoy, mañana”; “mañana seré mejor, mañana rezaré, haré el bien, mañana”. Pero, así cerramos la puerta al bien y el mal aprovecha de sí faltantes. En cambio cada sí pleno a dios da origen a una historia nueva: decir sí a dios es realmente “original”, no es el pecado que nos hace viejos de adentro. Cada sí a dios origina historias de salvación para nosotros y para los otros”.
“En este camino de Adviento-concluyó- Dios necesita visitarnos y espera nuestro sí, con el cual le decimos: “Creo en Ti, espero en Ti, Te amo; se cumpla en mí la voluntad de bien”. Con generosidad y confianza, como María, decimos hoy, cada uno de nosotros, este sí personal a Dios”.
Después de la oración del Ángelus, Francisco recordó la situación de Indonesia afectada ayer por un terremoto en la zona de Aceh, que provocó al menos 100 muertos. Deseo-dijo el Papa-asegurar mi oración por las víctimas y por sus familiares, por los heridos y por los que han perdido sus casas. El Señor dé fuerza a la población y apoya la obra de socorro”.
El pontífice luego anunció que hoy por la tarde irá a la plaza de España para renovar el tradicional acto de homenaje y de oración a los pies del monumento a la Inmaculada. Luego irá a la basílica de S. María la Mayor para rezar delante del ícono de María salud del pueblo romano”. “Os pido-agregó. Que se unan espiritualmente a mí en este gesto, que expresa la devoción filial a nuestra Madre celestial”.
08/12/2016 17:48