Papa: Dios no busca comentaristas hábiles, sino corazones dóciles a su Palabra

Al final del Ángelus, Francisco hizo un llamamiento en favor de la población de varias zonas de Vietnam afectadas por las inundaciones. La invitación a orar por la conferencia sobre el clima, que se celebra en Glasgow: "que el grito de la tierra y de los pobres sea escuchado, y se brinden respuestas eficaces".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Ante la Palabra de Dios no basta con ser "comentaristas hábiles"; hay que hacer que entre en la propia vida. El Papa Francisco invitó a extraer esta enseñanza del Evangelio propuesto por la liturgia de hoy, al dirigirse a una gran multitud de fieles reunidos en Plaza San Pedro para la habitual cita dominical del Ángelus.

El pontífice se refirió al pasaje del Evangelio de Marcos en el que un escriba pregunta a Jesús cuál es el primero de los mandamientos (Mc 12,28-34) y se detuvo en un detalle: cuando el Maestro señala el mandamiento del amor, el escriba le responde repitiendo palabras casi idénticas. ¿Por qué, si asiente, siente la necesidad de repetir las mismas palabras de Jesús? ¿Qué significa esta repetición? Francisco invitó a aprender de ella: "La Palabra del Señor no se puede recibir como cualquier noticia de la crónica: hay que repetirla y hacerla propia, custodiarla. La tradición monástica utiliza un término atrevido pero muy concreto: hay que “rumiar” la Palabra de Dios. Podemos decir que es tan nutritiva que debe llegar a todos los ámbitos de la vida”.

“El Señor no busca comentaristas expertos en las Escrituras”, añadió, “sino corazones dóciles que, acogiendo su Palabra, se dejen cambiar por dentro. Por eso es tan importante familiarizarse con el Evangelio, tenerlo siempre a mano, apasionarse por él. Cuando hacemos esto, Jesús, la Palabra del Padre, entra en nuestros corazones, está cerca de nosotros y damos fruto en Él. Y así, cada uno de nosotros puede convertirse en una "traducción" viva, diferente y original, de la única Palabra de amor que Dios nos da. Lo vemos en la vida de los santos: ninguno es igual a otro, todos son diferentes, pero con la misma Palabra de Dios".

Una enseñanza especialmente válida en lo que se refiere al amor a Dios y al prójimo, el mandamiento del amor "que no puede quedar en letra muerta". Preguntémonos entonces -concluyó el Papa- si este mandamiento guía realmente mi vida. ¿Se refleja en mis días? Esta noche, antes de irnos a dormir, nos hará bien hacer un examen de conciencia sobre esta Palabra, para ver si hoy hemos amado al Señor y hemos dado un poco de bien a las personas con las que nos hemos encontrado. Que cada encuentro sea para dar un poco de amor”.

Tras el rezo del Ángelus, el Papa Francisco hizo un llamamiento especial por las personas de diferentes partes de Vietnam afectadas por las intensas y prolongadas lluvias de las últimas semanas, que provocaron vastas inundaciones. "Mi oración y mi pensamiento -dijo el pontífice- acompañan a las numerosas familias que están sufriendo. Y mi aliento para todos aquellos, las autoridades del país y la Iglesia local, que están trabajando para responder a esta emergencia. A continuación, el Papa hizo extensivo su pensamiento a la población de Sicilia afectada por el mal tiempo.

Luego mencionó la isla de Haití, en el Caribe, donde muchísimas personas viven en una grave situación de abandono desde hace mucho tiempo: "Pido a los dirigentes de las naciones que apoyen a este país y no lo dejen solo. Y ustedes también -añadió el Papa dirigiéndose a los fieles: busquen noticias sobre Haití y recen mucho, no los abandonemos”.

Por último, el pontífice volvió a pedir oraciones por la Conferencia sobre el Clima, la COP26, que se inaugura hoy en Glasgow: "Recemos para que el grito de la tierra y de los pobres sea escuchado. Que esta reunión pueda brindar respuestas efectivas".