Papa: Dios llama a la vida, a la fe, a un estado de vida particular. Oración por las víctimas del terremoto en Indonesia
En el Ángelus, el Papa Francisco comentó el encuentro de Jesús con los primeros discípulos. “Sus corazones se encienden cada vez más mientras el Maestro habla. Advierten la belleza de palabras que responden a su esperanza cada vez más grande”. “Estalla en ellos la luz que sólo Dios puede dar. Cuando salen y vuelven con sus hermanos, esta alegría, esta luz se desborda de sus corazones como un río en creciente”. La Jornada de profundización del diálogo entre católicos y judíos. La Semana de oración por la unidad de los cristianos.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Dios llama a la vida, llama a la fe y llama a un estado de vida particular": así resume el Papa Francisco "el encuentro con Cristo que llama a los primeros discípulos a estar con él", como lo describe el Evangelio del domingo de hoy, el segundo del tiempo ordinario (B, Juan 1: 35-42). El pontífice expresó sus reflexiones antes de la oración del Ángelus. Después de la oración mariana, invitó a orar por el pueblo indonesio afectado por un terremoto y un desastre aéreo.
A la invitación de Jesús ("Vengan y vean", v. 39), "Los dos lo siguen y esa tarde se quedan con Él. No es difícil imaginarlos sentados, haciéndole preguntas y sobre todo escuchándolo, sintiendo que sus corazones se encienden cada vez más mientras el Maestro habla. Advierten la belleza de palabras que responden a su esperanza cada vez más grande. Y de pronto descubren que, mientras empieza a caer la noche , estalla en ellos la luz que sólo Dios puede dar”.
Dejando de lado el texto preparado, agregó: “Hay algo que llama la atención: uno de ellos, 60 años después, recuerda la hora del encuentro. El verdadero encuentro con Jesús queda grabado en la memoria, porque ha cambiado sus vidas”. “Cuando salen y vuelven con sus hermanos, esta alegría, esta luz se desborda de sus corazones como un río en creciente. Uno de ellos, Andrés, le dice a su hermano Simón -a quien Jesús llamará Pedro- "Hemos encontrado al Mesías" (v. 41).
“Dios llama a la vida, llama a la fe, y llama a un estado de vida particular. La primera llamada de Dios es a la vida; con ella nos constituye como personas; es una llamada individual, porque Dios no hace las cosas en serie. Después Dios nos llama a la fe y a formar parte de su familia, como hijos de Dios. Finalmente, Dios nos llama a un estado de vida particular: a entregarnos a nosotros mismos en el camino del matrimonio, del sacerdocio o de la vida consagrada. Son maneras diferentes de llevar a cabo el proyecto que Dios tiene para cada uno de nosotros, que es siempre un plan de amor. Y la alegría más grande para cada creyente es responder a esa llamada, entregarse completamente al servicio de Dios y de los hermanos.
Frente a la llamada del Señor, que puede llegar a nosotros de mil maneras, por ejemplo a través de personas o de acontecimientos, felices o tristes, nuestra actitud a veces puede ser de rechazo, porque nos parece que no está de acuerdo con nuestras aspiraciones; o de miedo, porque la consideramos demasiado exigente e incómoda. Pero la llamada de Dios es amor, y a ella solo se responde con amor. Al principio hay un encuentro, precisamente el encuentro con Jesús, que nos habla del Padre y nos da a conocer su amor. Y entonces, también surge espontáneamente en nosotros el deseo de comunicarlo a las personas que amamos: "He encontrado el Amor", "He encontrado el sentido de mi vida". En una palabra: "He encontrado a Dios".
Al terminar la oración del Ángelus, el pontífice expresó su cercanía con la población de la isla de Sulawesi (Indonesia) golpeada por un "fuerte terremoto", y oró por las víctimas, los heridos y los sobrevivientes. "Que el Señor - dijo - consuele y sostenga los esfuerzos de todos las personas que están llevando socorro". Recordó también el accidente aéreo que se produjo en Indonesia hace pocos días, e invitó a rezar un Ave María.
Se refirió luego a dos hechos importantes: en primer lugar, que hoy se celebra la Jornada de profundización del diálogo entre católicos y judíos, que está en marcha desde hace 30 años y para la cual imploró "abundantes frutos de fraternidad y colaboración". También recordó que mañana comienza la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que este año tiene como tema "Permanezcan en mi amor". El Papa recordó que el 25 de enero, como es tradicional, celebrará las vísperas en la basílica de San Pablo extramuros junto con representantes de las distintas confesiones cristianas presentes en Roma.
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