Papa: Con María, José, el pesebre, “tratemos de entrar en la Navidad verdadera, la de Jesús"
En el Ángelus el Papa Francisco pide a los fieles que “hagan un poco de silencio” durante la semana antes de Navidad” para entrar en l “gracia” de la fiesta de la “cercanía” de Dios al hombre. María y José, “las dos personas que más que ninguna otra estuvieron involucradas en este misterio de amor”. En la oración pidió por el diálogo en la República popular del Congo. Agradecimientos por los augurios recibidos en ocasión de su cumpleaños.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “Tratemos de entrar en la Navidad verdadera, aquella de Jesús, que se acerca, el Dios con nocotros, cerca de nosotros para recibir la gracia de esta fiesta, que es una gracia de cercanía, de amor, de humildad y ternura”. Es el consejo que el Papa Francisco dio a todos los peregrinos reunidos en la plaza de san Pedro para la oración del Ángelus.
“En esta semana-precisó-tratemos de encontrar algún momento para detenernos, para hacer un poco de silencio” e imaginar a la Virgen ay a san José que están yendo a Belén: el camino, la fatiga, pero también la alegría, la conmoción y luego el ansia para encontrar un lugar, la preocupación…, y así adelante. En esto nos ayuda mucho el pesebre”
Precedentemente, Francisco se detuvo largamente en las figuras de María y José: Estas dos figuras, María y José, que han sido los primeros en acoger a Jesús mediante la fe, nos introducen en el misterio de la Navidad. María nos ayuda a colocarnos en actitud de disponibilidad para acoger al Hijo de Dios en nuestra vida concreta, en nuestra carne. José nos insta a buscar siempre la voluntad de Dios y a seguirla con total confianza. «La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: ‘Dios con nosotros’» (Mt 1,23). ). Así dice el ángel: “Emanuel se llamará el niño, que significa Dios-con-nosotros” o sea Dios se acerca a nosotros. Y a Dios que se acerca yo le abro la puerta - al Señor- cuando siento una inspiración interior, cuando siento que me pide hacer algo más por los demás, cuando me llama a la oración. Dios-con-nosotros, Dios que se acerca. Que este anuncio de esperanza, que se cumple en Navidad, lleve a cumplimiento la espera de Dios también en cada uno de nosotros, en toda la Iglesia, y en tantos pequeños que el mundo desprecia, pero que Dios ama y a los cuales se acerca.
Ellas-precisó el pontífice-son “las dos personas que más que cualquier estuvieron involucradas en este misterio de amor”
“María es presentada a la luz de la profecía que dice: «La Virgen concebirá y dará a luz un hijo» (v. 23). El evangelista Mateo reconoce que aquello ha acontecido en María, quien ha concebido a Jesús por obra del Espíritu Santo (cfr v. 18). El hijo de Dios “viene” en su vientre para convertirse en hombre y Ella lo acoge. Así, de manera única, Dios se ha acercado al ser humano tomando la carne de una mujer: Dios se ha acercado al ser humano tomando la carne de una mujer. También a nosotros, de manera diferente, Dios se acerca con su gracia para entrar en nuestra vida y ofrecernos en don a su Hijo. Y nosotros ¿qué hacemos? ¿Lo acogemos, lo dejamos acercarse o lo rechazamos, lo echamos? Como a María, que ofreciéndose libremente al Señor de la historia, se le ha permitido cambiar el destino de la humanidad, así también nosotros, acogiendo a Jesús y tratando de seguirlo cada día, podemos cooperar con su diseño de salvación sobre nosotros mismos y sobre el mundo. Por lo tanto María se nos presenta como el modelo al cual mirar y apoyo sobre el cual contar en nuestra búsqueda de Dios, en nuestra cercanía a Dios, con este dejar que Dios se acerque a nosotros, y en nuestro compromiso por construir la civilización del amor”.
“El otro protagonista del Evangelio de hoy es San José. El evangelista pone en evidencia cómo José por sí solo no pueda darse una explicación del acontecimiento que ve verificarse frente a sus ojos, o sea el embarazo de María. Precisamente entonces, en aquel momento de la duda, también del miedo Dios se le acerca con un mensajero suyo y él es iluminado sobre la naturaleza de aquella maternidad: «porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo» (v. 20). Así, frente al evento extraordinario, que ciertamente suscita en su corazón tantas interrogantes, se confía totalmente en Dios que se le acerca y, siguiendo su invitación, no repudia a su comprometida sino que la toma consigo y la desposa. Acogiendo a María, José acoge conscientemente y con amor a Aquel que ha sido concebido en ella por obra admirable de Dios, para quien nada es imposible. José, hombre humilde y justo (cfr v. 19), nos enseña a confiarnos siempre en Dios, que se nos acerca: cuando Dios se nos acerca debemos confiarnos. José nos enseña a dejarnos guiar por Él con voluntaria obediencia. Ambos se dejaron acercar por el Señor”.
Inmediatamente después de la oración mariana, Francisco pidió a todos que rezaran “para que el diálogo en la República democrática del Congo se desarrolle con verdad, para evitar cualquier tipo de violencia y por el bien de todo el país”. El 19 de diciembre caduca el tiempo del mandato presidencial de Joseph Kabila, pero por lo que parece no tiene intención de dejar al poder y existe el temor que las demostraciones programadas por la oposición, guiada por un candidato a la presidencia, Étiene Tshisekedi, lleven nuevas violencias al país.
El Papa también agradeció a “todas las personas e instituciones que ayer me han expresado sus augurios”, en ocasión de su 80° cumpleaños.