En la conmemoración de los 65 años de ordenación sacerdotal de Joseph Ratzinger, Francisco dice que del lugar donde vive el Papa emérito "brotan una tranquilidad, una paz, una fuerza, una confianza, una madurez, una fe, una dedicación y una lealtad" que "hacen tanto bien y dan tanta fuerza a mí y a toda la Iglesia"

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Benedicto XVI "continúa sirviendo a la Iglesia" y del "rincón" donde ahora vive "brotan una tranquilidad, una paz, una fuerza, una confianza, una madurez, una fe, una entrega y una fidelidad que me hacen tanto bien y me dan fuerza a mí, y a toda la Iglesia. Y me permito, que también de Usted viene un sano y alegre sentido del humor". El Papa Francisco dirigió estas palabras al Papa emérito, reuniéndose en la Sala Clementina, para conmemorar el 65to aniversario de la ordenación sacerdotal de Joseph Ratzinger.

El Papa emérito llegó en torno a las 11:45, fue saludado por los aplausos de los cardenales y monseñores presentes y se sentó a un lado de la plataforma dispuesta para el Papa reinante. Poco después, anticipándose algunos minutos, el Papa Francisco llegó hasta donde su predecesor, que se puso de pie, solideo blanco en la mano. Francisco lo abrazó.

En el breve discurso que siguió, Francisco dijo que lo que ha "dominado" la vida del Papa Ratzinger ha sido el amor por el Señor. "Esta es la nota que domina una vida entera gastada en el servicio sacerdotal y de la teología que Usted, no casualmente, ha definido como “la búsqueda del amado”; es esto lo que Usted ha testimoniado siempre y testimonia aún hoy: que lo decisivo en nuestras jornadas  – con sol o con lluvia  –  es sólo aquello junto a lo cual viene todo lo demás, y es que el Señor esté verdaderamente presente, que lo deseemos, que interiormente estemos cerca de Él, que lo amemos, que verdaderamente creamos profundamente en Él y creyendo, lo amemos verdaderamente”.

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