Papa: Ascensión, anunciar, bautizar, enseñar. Mensaje a los fieles católicos de China

En la Solemnidad de la Ascensión del Señor, el Papa Francisco explica que en este día “ inviste (a los discípulos) de la misión junto a todas las gentes”.”Este mensaje de salvación implica en primer lugar el deber del testimonio”. En la fiesta de la Virgen de Sheshuan, unidos espiritualmente a los católicos chinos, pastores y fieles, “para que sean fuertes en la fe y firmes en la unión fraterna, alegres testigos y promotores de la caridad y de la esperanza”. Hoy también es la Jornada mundial de las comunicaciones sociales.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – El misterio de la Ascensión de Jesús al cielo- en el cual “pide a sus discípulos de obrar y de anunciar, confiando a ellos el mandato de continuar su obra”- es un mensaje a los católicos chinos en la fiesta de la Virgen de Sheshan, han caracterizado el momento del Regina Caeli, presidido por el Papa Francisco desde la Biblioteca del palacio apostólico.

Explicando la solemnidad de la Ascensión, que en Italia y otros países se celebra en el séptimo domingo de Pascua- mientras que en el Vaticano se celebra el jueves precedente- el pontífice subrayó que antes de subir al cielo, “sucede el último encuentro del Señor resucitado con los suyos”, en el cual Él inviste de la misión junto a todas los pueblos”.

“El contenido de la misión confiada a los Apóstoles es-dijo-el siguiente: “anunciar, bautizar, enseñar a caminar por el camino trazado por el Maestro”, es decir, “el Evangelio”.

Este mensaje de salvación “implica en primer lugar el deber del testimonio, del que también nosotros, discípulos de hoy, estamos llamados a dar razones de nuestra fe”. “Ante una tarea tan exigente, y pensando en nuestras debilidades, nos sentimos inadecuados, como seguramente se sintieron también los mismos Apóstoles” dice el Papa, “pero no debemos desanimarnos” puntualiza, y nos pide que recordemos las palabras que Jesús les dirigió antes de ascender al Cielo: «Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo (v. 20)».

Esta promesa de permanecer con nosotros hasta el fin de los tiempos, Jesús inaugura el estilo de su presencia en el mundo como el Resucitado: "Jesús está presente en el mundo, pero con otro estilo, con el estilo del Resucitado, es decir, una presencia que se revela en la Palabra, en los Sacramentos, en la acción constante e interior del Espíritu Santo” continúa el Papa. De hecho, dice, “esta promesa asegura la presencia constante y consoladora de Jesús entre nosotros”.”“La fiesta de la Ascensión nos dice que Jesús, aunque habiendo ascendido al Cielo para morar gloriosamente a la derecha del Padre, está aún y siempre entre nosotros: de ahí derivan nuestra fuerza, nuestra perseverancia y nuestra alegría”.

Después de la oración mariana, Francisco invitó a todos a unirse “espiritualmente a los fieles católicos de China, que hoy celebran, con particular devoción, la fiesta de la Beata Virgen María, Auxilio de los cristianos y patrona de China, venerada en el santuario de Sheshan en Shanghai”.

“Confiemos a la guía y a la protección de nuestra Madre Celeste los pastores y fieles de la Iglesia católica en aquel gran país, para que sean fuertes en la fe y firmes en la unión fraterna, alegres testigos y promotores de caridad fraterna, y buenos ciudadanos”.

Dirigiéndose luego directamente a los fieles chinos, agregó: “Queridísimos hermanos y hermanas católicos de China, que la Iglesia universal, de la cual formáis parte integrante, comparte vuestras esperanzas y os apoya en las pruebas de la vida. Os acompaña con la oración para una nueva efusión del Espíritu Santo, para que en vosotros puedan resplandecer la luz y la belleza del Evangelio, poder de Dios para la salvación de quien cree. Al expresaros a todos vosotros una vez más mi gran y sincero afecto, os imparto una especial Bendición Apostólica. Y que la Virgen os proteja siempre”,

Luego el pontífice recordó que hoy se celebra también la Jornada mundial de las comunicaciones sociales, dedicada este año al tema de la narración: “Pueda este evento alentarnos a narrar y compartir historias constructivas, que nos ayuden a comprender que todos somos parte de una historia más grande de nosotros y podemos mirar con esperanza al futuro, si nos ocupamos realmente los unos a otros como hermanos”.

Después un saludo a los salesianos, “hijos de D. Bosco”, por la fiesta de María auxiliadora, Francisco agradeció a todos aquellos que han celebrado la “Semana Laudato si'’, dedicada a su encíclica e inauguró un año entero al estudio de ella y a las modalidades con las cuales ocuparse de la “casa común” y de los pobres.

Después de algunos minutos él se asomó a la ventana de su estudio para saludar a un reducido grupo en la plazas de san Pedro. A causa d la emergencia pandémica, de hecho todavía es desaconsejable los “amontonamientos” numerosos.