Papa. No se entiende a la Iglesia sin la unción que dona a los obispos y sacerdotes la fuerza del Espíritu
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- La Iglesia no se entiende, "no se puede explicar" sin la unción que dona a obispos y sacerdotes la fuerza del Espíritu, gracias a la cual hay "tantos" de aquellos que "han dado fuerza al pueblo, han transmitido la doctrina, han dado los sacramentos, o sea la santidad"
El significado de la unción, que acerca a los obispos y sacerdotes y a los curas al Señor y le da la alegría y la "fuerza de llevar adelante a un pueblo, de ayudar a un pueblo, de vivir al servicio de un pueblo" también si son pecadores fueron ilustrados por el Papa Francisco en el curso de la misa que ha celebrado esta mañana en la casa S. Marta.
El Papa, refiere la radio Vaticana, comentando la primera lectura del día, que habla de las tribus de Israel que ungen a David como su rey. "Sin esta unción-observó- David hubiese sido solamente el "jefe" de una "empresa", de una "sociedad política, que ere el Reino de Israel, hubiese sido un simple "organizador político". Sin embargo, "después de la unción. El Espíritu del Señor" desciende y permanece con él. Y la Escritura dice "David iba creciendo siempre en potencia y el Señor Dios de los ejércitos estaba con él". "Esta es justamente la diferencia de la unción". Los obispos no son elegidos sólo para llevar adelante una organización, que se llama Iglesia particular, están ungidos, tienen la unción y el espíritu del Señor está con ellos. Pero todos los obispos, ¡todos somos pecadores! Pero estamos ungidos. Y todos queremos ser santos cada día, más fieles a esta unción. Es lo que hace la Iglesia justamente, aquello que da la unidad a la Iglesia, es la persona del obispo, en nombre de Jesucristo, porque está ungido, no porque fue elegido por la mayoría. Sino porque está ungido. Y en esta unción tiene su fuerza. Y por participación también los curas son ungidos"
La unción acerca a los obispos y a los curas al Señor y da a ellos la alegría y la fuerza de "llevar adelante a un pueblo, de vivir al servicio de un pueblo". Dona la alegría de sentirse "elegidos por el Señor, mirados por el Señor, con aquel amor con el cual el Señor nos mira a todos nosotros". Así, "cuando pensamos en los obispos y en los curas, debemos pensarlos así: ungidos".
"Por el contrario no se entiende a la Iglesia, y no sólo no se la entiende, no se puede explicar cómo la Iglesia vaya adelante sólo con las fuerzas humanas, Esta diócesis va adelante porque tiene un pueblo santo, tantas cosas y también un ungido que la lleva, que la ayuda a crecer. Esta parroquia va adelante porque tiene tantas organizaciones, tantas cosas, pero también tiene un curan un ungido que la lleva adelante. Y nosotros en la historia conocemos una mínima parte, pero cuántos obispos santos, cuántos curas santos que han dejado su propia vida al servicio de la diócesis, de la parroquia; cuánta gente recibió la fuerza de la fe, la fuerza del amor, la esperanza de estos párrocos anónimos, que nosotros no conocemos, y ¡Hay muchos!".
Son tantos los "curas párrocos del campo o de la ciudad, que con la unción han dado fuerza a un pueblo, han transmitido la doctrina, han dado los sacramentos, esto es la santidad". "Pero, padre, ¡yo leí en el diario que un obispo hizo tal cosa o que un cura ha hecho tal otra!
"Y, sí, yo también leí, pero dime, ¿en los diarios están también las noticias de aquello que hacen tantos sacerdotes, tantos curas en tantas parroquias de la ciudad y del campo, tanta caridad que hacen, tanto trabajo que hacen para llevar adelante a su pueblo? ¡Ah, no! Esta no es noticia, ¡Eh!, aquello de siempre: ¡hace más ruido un árbol que cae, que una foresta que crece! Hoy pensando en esta unción de David, no hará bien pensar en nuestros obispos y en nuestros curas llenos de coraje, santos, buenos, fieles y rezar por ellos. ¡Gracias a ellos hoy estamos aquí"".
15/05/2022 14:12
09/04/2020 19:53