Papa a los nuevos arzobispos metropolitas: La Iglesia los quiere como hombres de fe, de oración, de testimonio
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “La Iglesia os quiere como hombres de fe, …hombres de oración,…hombres de testimonio”; “Hoy con el palio, quisiera confiarles este reclamo a la oración, a la fe, al testimonio”. Es la triple invitación que el Papa Francisco dirigió esta mañana durante la misa celebrada en la basílica de S. Pedro junto a los arzobispos metropolitas nombrados este año, que han recibido el palio. A diferencia del pasado, el pequeño collar de lana con 5 cruces, signo de la pasión, no fue impuesto por el pontífice. El Papa sólo los bendijo. Éstos serán impuestos por los nuncios apostólicos en las respectivas ciudades, para permitir la participación del pueblo. Entre los 46 arzobispos que han recibido el palio hay 6 provenientes de Asia: Mons. Julián Leow Beng Kim (Kuala Lumpur, Malasia); Mons. Florentino Galang Lavarias (S. Fernando, Filipinas); Mons. Anthony Pappusamy (Madurai, india), Mons. Thomas Aquino Manyo Maeda (Osaka, Japón); Mons. Yustinus Harjorusanto, Msf, (Samarinda, Indonesia); Mons. Ignatius Macwan (Gandhinagar, India).
Siendo hoy la solemnidad de los SS. Pedro y pablo, como de una tradición que dura de hace 47 años, está presente una delegación enviada por Bartolomé I, Patriarca ecuménico de Constantinópolis, en las personas de Ioannis (Zizioulas), metropolita de Pérgamo; Maximos metropolita de Silyvria; el p. Heikki Huttunen, de la Iglesia Ortodoxa de Finlandia.
Para su triple invitación a la fe , a la oración, al testimonio, Francisco tomó ideas de las lecturas de la misa de S. Pedro y de S. Pablo. En la primera lectura (Hechos 12,1-11) se habla de la Iglesia perseguida y de la prisión de Pedro, de la cual viene liberado gracias a la intervención del ángel, mientras la Iglesia rezaba por él. “Quisiera- dijo- hoy venerar el coraje de los Apóstoles y de la primera comunidad cristiana; el coraje de llevar adelante la obra de evangelización, sin temor a la muerte ni al martirio, en el contexto social de un imperio pagano”.
La oración y el Ángel
“¡La comunidad de Pedro y Pablo nos enseña que una Iglesia en oración es una Iglesia “de pie”, sólida, en camino!”. “De hecho, un cristiano que reza es un cristiano protegido, custodiado y sostenido, pero sobre todo no está solo”.
“¿Pensamos en cuántas veces el Señor ha escuchado nuestra oración enviándonos a un Ángel? Aquel Ángel que inesperadamente nos viene al encuentro para sacarnos de las situaciones difíciles. Para sacarnos de la mano de la muerte y del maligno; para indicarnos el camino perdido; para reencender la llama de la esperanza; para donarnos una caricia; para consolar a nuestro corazón roto; para despertarnos del sueño existencial; o simplemente para decirnos: “No estás solo”
“Cuántos ángeles Él pone en nuestro camino! Pero nosotros, llenos de miedo o de incredulidad, o quizás de euforia, los dejamos fuera de la puerta”
“¡Ninguna comunidad cristiana puede ir adelante sin el apoyo de la oración perseverante!” “La oración que es encuentro con Dios, con Dios que no desilusiona nunca; con el Dios fiel a su palabra; con Dios que no abandona a sus hijos. Se preguntaba Jesús: “¿Dios no hará quizás justicia a sus elegidos, que gritan noche y día hacia Él?” (Lc 18,7) En la oración el creyente expresa su fe, su confianza y Dios expresa su cercanía, también a través del don de los Ángeles, sus mensajeros”.
Las fuerzas del mal son aniquiladas y la Iglesia permanece
Recordando luego el sacrificio de S. Pablo, como se expresa en la segunda carta a Timoteo (4,6-8.17-18), Francisco afirmó: “Dios no quita a sus hijos del mundo o del mal, sino que dona la fuerza para vencerlos”.
“¡Cuántas fuerzas, a los largo de la historia, han tratado- y tratan- de aniquilar a la iglesia, ya sea del externo que de su interior, pero son siempre aniquiladas y la Iglesia permanece viva y fecunda!, permanece inexplicablemente salda porque como dice S. Pablo, pueda aclamar “a Él la gloria por los siglos de los siglos” (2 Tm 4,18).
Todo pasa, sólo Dios queda. De hecho, pasaron reinos, pueblos, culturas, naciones, ideologías, potencias, pero la Iglesia, fundada en cristo, no obstante las tempestades y los muchos pecados nuestros, permanece fiel al depósito de la fe en el servicio, porque la Iglesia no es de los Papas, de los obispos, de los curas, ni siquiera de los fieles, es sólo y solamente de Cristo. Sólo quien vive en Cristo promueve y defiende a la Iglesia con la santidad de la vida, siguiendo el ejemplo de Pedro y Pablo.
¡Los creyentes en el nombre de Cristo han resucitado a los muertos, han curado a los enfermos; han amado a sus perseguidores, han demostrado que no existe una fuerza en grado de derrotar a quien posee la fuerza de la fe!
Sin testimonio, el cristiano es estéril
En concreto la llamada al testimonio: “¡Una Iglesia o un cristiano sin testimonio es estéril; un muerto que piensa que está vivo; un árbol seco que no da frutos; un pozo árido que no da agua! La Iglesia derrotó al mal gracias al testimonio lleno de valentía, concreta y humilde de sus hijos”.
Dirigiéndose luego en modo directo a los arzobispos, el pontífice recordó a ellos que el palio “es el signo que representa a la oveja que el pastor lleva en sus espaldas como Cristo, Buen Pastor, y es por lo tanto símbolo de vuestra tarea pastoral”. Y citando una frase de Benedicto XVI dijo también que ese es “signo litúrgico de la comunión que une la Sede de Pedro y si Sucesor con los Metropolitas y a través de ellos, a los otros obispos del mundo”
“La Iglesia- continuó- os quiere hombres de oración, maestros de oración; que enseñen al pueblo a vosotros confiado por el Señor, que la liberación de todas las prisiones es solamente obra de Dios y fruto de la oración, que Dios en el momento oportuno envía a su Ángel para salvarnos de tantas esclavitudes y de innumerables cadenas mundanas. ¡También vosotros, para los más necesitados sean ángeles y mensajeros de la caridad!”.
La Iglesia os quiere hombres de fe, maestros de fe: que enseñen a los fieles a no tener miedo de tantos Herodes que afligen con persecuciones, con cruces de todo tipo. Ningún Herodes está en grado de apagar la luz de la esperanza, de la fe y de la caridad de aquel que cree en Cristo!
La Iglesia os quiere hombres de testimonio. Decía S. Francisco a sus frailes: “Prediquen siempre con el Evangelio y si fuese necesario, ¡también con las palabras! (Cfr. Fuentes Franciscanas, 43). ¡No hay testimonio sin una vida coherente!”.
“Hoy -concluyó- no hay tanta necesidad de maestros, sino de testigos valientes, convencidos y convencedores; testigos que no se avergüenzan del Nombre de Cristo y de su Cruz, ni frente a los leones rugientes, ni delante de las potencias de este mundo…¡el testimonio más eficaz y más auténtico es aquel de no contradecir, con el comportamiento y con la vida, cuando se predica con la palabra y cuando se enseña a los otros! ¡Enseñen con la oración rezando; anuncien la fe creyendo, den testimonjo viviendo!
29/06/2023 13:19
29/08/2020 11:22