Papa a la Curia romana: Sean como San José, silencioso y necesario al servicio de la Iglesia
Ciudad del vaticano (AsiaNews)- San José, "tan silencioso y tan necesario junto a la Virgen". "su atención hacia su Esposa y por el Niño" dicen "mucho sobre nuestro servicio a la Iglesia". Hoy el Papa Francisco concluyó su augurio a los superiores y oficiales de la Curia romana, que encontró esta mañana en la sala Clementina.
El vivir la Navidad "espiritualmente cerca de San José" es sólo la conclusión de su discurso, leído de pie. Precedentemente, después del decano del Colegio cardenalicio, el card. Angelo Sodano, el pontífice expresó ante todo su "gracias" a todos sus colaboradores: "Les agradezco- dijo- por el servicio de cada día: por el cuidado, la diligencia, la creatividad, por el compromiso, no siempre fácil, de colaboración en la oficina, de escucharse, de confrontarse, de valorizar las diversas personalidades y cualidades en el respeto recíproco".
Un gracias particular, lo expresó hacia aquellos que se jubilan. El Papa recordó sobre todo a aquellos que han trabajado "tantos años y con tanta dedicación, en forma oculta". Y libremente, sin leer, dijo que en la curia hay muchos "santos", como ha "recordado a menudo en público".
El testimonio en los "escondido" y en la "discreción", en la "profesionalidad2 y en el "servicio" son las características que él ha indicado como las cualidades de la Curia.
La profesionalidad- explicó- significa competencia, estudio, actualización...Esto es un requisito fundamental para trabajar en la Curia. Naturalmente la profesionalidad se forma y en parte también se la adquiere, pero pienso que, justamente para que se forme y para que se adquiera , es necesario que desde el inicio haya una buena base".
Otra característica "es el servicio, servicio al papa y a los obispos, a la Iglesia universal y a las Iglesias particulares. En la Curia romana se aprende, "se respira" en modo especial esta doble dimensión de la Iglesia, esta compenetración entre universal y particular; y pienso que sea una de las experiencias más bellas de quien vive y trabaja en Roma: "sentir" a la Iglesia en este modo".
Sin profesionalidad- subrayó Francisco- "se patina hacia el área de la mediocridad". "Las prácticas se vuelven "clichés y comunicaciones sin levadura de vida, incapaces de generar horizontes de grandeza".
Sin sevicio a la Iglesia universal y particular, "crece la estructura de la Curia como una pesada aduana burocrática, inspectora e inquisidora, que no permite la acción del espíritu santo y el crecimiento del pueblo de Dios".
Hablando luego de la "santidad", como la cualidad fundamental que sostiene el trabajo curial. Él se detuvo sobre la "objeción de conciencia a las habladurías". El tema de las "habladurías" fue a menudo tocado por el pontífice en sus homilías cotidianas de la casa S. Marta, dirigida a menudo a los miembros de las oficinas curiales.
"Nosotros- agregó el Papa- justamente insistimos mucho en el valor de la objeción, que quizás debemos ejercitar también para defendernos de una ley no escrita de nuestros ambientes que lamentablemente es aquella de las habladurías. Entonces, hagamos todos, la objeción de conciencia, y miren ¡que no quiero hacer un discurso moral! Las habladurías dañan la calidad de las personas, del trabajo y del ambiente".
En el encuentro con la curia estaba presente por primera vez en modo oficial monseñor Pietro Parolin, al cual el pontífice dirigió un saludo particular, recordando que él "necesita nuestras oraciones".
Al final de su discurso, el Papa saludó uno a uno a todos los presentes, intercambiando algunas palabras con cada uno.
23/12/2015
20/03/2022 12:54