Papa Francisco: 'Nada vale la vida de un niño'
En el Vaticano se celebró la cumbre de líderes mundiales por los derechos de los niños. Llamamiento a hacer más para llevar a la práctica las convenciones internacionales y no permanecer indiferentes ante el aumento de menores desprotegidos. El Papa anunció un documento dedicado a los niños "para dar continuidad a este compromiso".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “Gracias a ustedes hoy las aulas del Palacio Apostólico se han convertido hoy en un observatorio abierto sobre la realidad de la infancia en todo el mundo, una infancia que lamentablemente a menudo es herida, explotada, negada”. Con estas palabras, el Papa Francisco agradeció esta tarde a las personalidades de todo el mundo que participaron en la Cumbre sobre los Derechos del Niño promovida por la Santa Sede para lanzar un fuerte mensaje sobre el flagelo de la infancia negada en el mundo.
En torno a una mesa redonda, junto al Papa, se confrontaron personalidades como la reina Rania Al Abdullah de Jordania, el gran imán de al Azhar Ahmed El-Tayeb, el rabino David Rosen, el ex vicepresidente estadounidense Al Gore, el ex presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi, la ex presidenta de Indonesia Megawati Sukarnoputri, el ministro de Relaciones Exteriores de Italia Antonio Tajani, el economista jefe de la FAO Máximo Torero, el presidente del Comité Olímpico Internacional Thomas Bach, y mujeres que vivieron de niñas el drama de la Shoah, como Liliana Segre y Edith Bruck.
Estuvieron reunidos durante un día entero en la Sala Clementina y repasaron uno por uno los derechos de los niños: desde el derecho a la alimentación hasta el de la salud y la educación, desde poder contar con el cuidado de una familia hasta las dimensiones del juego y del tiempo libre. Y han estudiado cifras que producen escalofríos: desde los 150 millones de niños "invisibles",que carecen de todo derecho legal (como los pequeños rohingya y los indocumentados en la frontera con Estados Unidos) hasta los 160 millones de niños víctimas de trabajo forzoso, de trata, de abusos y de explotación de todo tipo, incluidos los matrimonios forzados.
Al finalizar, se redactó un documento en el que afirman que “es fundamental resistir el acostumbramiento a las injusticias que sufren los menores y contrarrestar la insensibilidad que generan ciertas dinámicas mediáticas”. Se renuncia también el alarmante fenómeno del aumento de niños desprotegidos: “Millones de ellos se encuentran desplazados, sin hogar estable, víctimas de la trata o de trabajos forzados, mientras que a muchos ni siquiera se los registra al nacer, lo que les priva de derechos esenciales. En 2025, a pesar de todo el progreso tecnológico que nos parece haber logrado, todavía hay niños que mueren de hambre o porque no tienen acceso a fuentes de agua limpia, y esto es inaceptable”.
Por eso se asumió el compromiso a hacer más, porque “a pesar de que existen documentos y convenciones internacionales, su proceso de puesta en práctica todavía es incompleto”. En cuanto al desafío de la paz, se invita a orar “como lo hacen los niños, con confianza y esperanza, porque sólo con la ayuda de Dios podemos derribar los muros del odio y transformar el mundo en una casa de hermanos”.
Cuando inauguró las actividades esta mañana, el Papa Francisco afirmó: “No es aceptable lo que desgraciadamente hemos visto casi a diario en los últimos tiempos, es decir, niños que mueren bajo las bombas, sacrificados a los ídolos del poder, de la ideología y de los intereses nacionalistas. En realidad, nada vale la vida de un niño. Matar a los pequeños es negar el futuro”. “También el exagerado individualismo de los países desarrollados –añadió– es perjudicial para los niños. A veces son maltratados o incluso reprimidos por quienes deberían protegerlos y criarlos; son víctimas de peleas, angustias sociales o mentales y adicciones paternas. Muchos niños mueren como emigrantes en el mar, en el desierto o en las numerosas rutas de viajes de la "desesperada esperanza". Muchos otros sucumben a la falta de cuidados o a diversos tipos de explotación. Son situaciones diferentes, pero ante las que nos hacemos la misma pregunta: ¿cómo es posible que la vida de un niño acabe así?".
Es un tema que Francisco mira también en la perspectiva de los signos de esperanza del Año Santo que está celebrando la Iglesia católica. Y precisamente por eso, al clausurar el acto anunció su intención de escribir una carta o una exhortación apostólica sobre este tema. “Para dar continuidad a este compromiso y promoverlo en toda la Iglesia”, concluyó.
20/11/2019 10:35
01/09/2018 12:23