Papa Francisco: Llevo a la Virgen de Fátima las flores más bellas, los hermanos y hermanas de todo el mundo redimidos por su sangre

Video-mensaje del pontífice al pueblo portugués,en ocasión de su peregrinación al santuario de la Virgen. La peregrinación titulada “Con María, peregrino en la esperanza y en la paz” tendrá lugar mañana y pasado mañana.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – El Papa Francisco irá a Fátima para ofrecer a María “el ramo de las más bellas “flores” que Jesús me ha confiado (cfr Jn 21: 15-17), es decir, los hermanos y hermanas de todo el mundo redimidos por su sangre, sin excluir a ninguno”. Es la intención expresada por el pontífice en la vigilia de su peregrinación a Fátima (12-13 mayo 2017), en el centenario de las apariciones de la Virgen a los tres pastorcillos, en el video-mensaje difundido anoche, dirigido al pueblo portugués. En el mismo el Papa se excusa por reducir el viaje a la visita al santuario de Fátima, en la Gruta de Iria, y por no visitar todo el país. El lema de la peregrinación es “Con María, peregrino en la esperanza y en la paz”. Publicamos a continuación el texto completo del video-mensaje, originalmente en portugués (traducción de AsiaNews).

¡Querido pueblo portugués!

Faltan pocos días para nuestra peregrinación hasta la Vírgen de Fátima. Vivo una feliz expectativa por nuestro encuentro en la casa de la Madre. Sé bien que ustedes me quisieran tener también en sus casas y comunidades, en sus pueblos y ciudades. ¡He recibido la invitación! Me gustaría decir que quisiera aceptarla, pero ¡no me es posible! Desde ya, agradezco la comprensión con la cual las diferentes Autoridades han acogido mi decisión de limitar la visita a los momentos y eventos propios de la peregrinación al Santuario de Fátima, dando cita a todos ustedes a los pies de la Virgen Madre.

De hecho, es como pastor universal que me preparo a presentarme ante Ella, ofreciéndole el ramo de las más bellas ‘flores’ que Jesús me ha confiado para su cuidado (cf. Jn 21, 15-17), o sea los hermanos y las hermanas de todo el mundo, rescatados por su sangre, sin excluir a ninguno. ¿Lo ven? Tengo necesidad de tenerlos conmigo; necesito su unión (física o espiritual, lo importante es que sea de corazón) para mi ramo de flores, mi ‘rosa de oro’. Volviéndome junto a ustedes ‘un solo corazón y una sola alma’ (cf. Hch 4, 32), confiaré a todos a la Virgen, pidiéndole susurrar a cada uno: “Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios” (Aparición de junio 1917).

«Con María, peregrino en la esperanza y en la paz»: así dice el lema de esta peregrinación nuestra que es un programa de conversión por entero. Me alegra saber que están preparando con intensa oración este momento bendito que lleva a la conclusión de un centenario de momentos benditos. Esto ensancha nuestros corazones y los prepara a recibir los dones de Dios. Les agradezco por las oraciones y los sacrificios que diariamente ofrecen por mí y de los que tengo tanta necesidad, porque soy un pecador entre los pecadores, «un hombre de los labios impuros que vive en medio de un pueblo de los labios impuros». La oración ilumina mis ojos para saber mirar a los otros como Dios los ve, para amar a los otros como Él los ama.

En su nombre, voy hasta ustedes con la alegría de compartir con ustedes el Evangelio de la esperanza y de la paz. ¡El Señor los bendiga y la Virgen Madre los proteja!