Papa Francisco y el Gran imán de Al Azhar, lo dicho y lo “no dicho”
Hay muchos aspectos positivos en el encuentro entre el pontífice y la suprema autoridad sunita, y al mismo tiempo, cierto silencio. Para Al Tayyib, el islam no tiene nada que ver con el terrorismo. Pero ISIS usa la bandera negra de Mahoma, la espada del profeta, las frases del Corán. Los terroristas toman muchas de sus afirmaciones sanguinarias de unos cuantos imanes. Es urgente que haya un nuevo renacimiento del islam, releyendo la tradición en la modernidad; una trabajo que ha sido interrumpido por el fundamentalismo.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – He quedado favorablemente impresionado por el encuentro entre el Papa Francisco y el Gran imán Al Azhar, Ahmad Muhammad Al-Tayyib. Incluso una personalidad vaticana – del Pontificio consejo para el diálogo inter-religioso, Mons. Khaled Akasheh – me dijo que “se inaugura un capítulo nuevo. Estamos todos deseosos de trabajar juntos en las temáticas que hemos enumerado y hay muy buena voluntad (para ello)”.
Pero en el coro de las voces positivas, quisiera destacar algún que otro aspecto negativo, o que ha de ser aclarado. Eso no quita nada de lo positivo del encuentro, que además fue subrayado por los entusiastas comentarios del Gran imán hacia el Papa Francisco, reportados en la entrevista que él concedió a los medios vaticanos (publicada en Radio Vaticano el 24 de mayo).
Al Tayyib afirma que admira a este “hombre de paz, un hombre que sigue las enseñanzas del cristianismo, que es una religión de amor y de paz; y siguiendo a Su Santidad hemos visto que es un hombre que respeta a las demás religiones y que demuestra consideración por sus seguidores, es también un hombre que consagra su vida para servir a los pobres y míseros y que toma a su cargo la responsabilidad por las personas en general; es un hombre ascético, que ha renunciado a los placeres efímeros de la vida mundana”.
En conclusión, la impresión que él expresa es que con él se puede “trabajar juntos”.
En la entrevista, él no delinea los motivos que llevaron a un enfriamiento y al bloqueo de las relaciones, que se debieron, fundamentalmente, a una mala lectura de las palabras del Papa Benedicto XVI en Ratisbona, y con el pedido de protección para los cristianos azotados por el terrorismo en Alejandría, Egipto, en el 2011.
Terrorismo, “islam desviado”
Otra consideración positiva se da cuando en la entrevista el Gran imán habla de la “pérdida de fe en el mundo”. “Todas las filosofías y las ideologías sociales modernas –dice él- que han tomado a su cargo la guía de la humanidad lejos de la religión y lejos del cielo, han fracasado en hacer feliz al hombre, y en alejarlo de las guerras y del derramamiento de sangre”. Su conclusión es que la humanidad necesita de las religiones para dar “una nueva orientación hacia la misericordia y la paz”. Me conmueve que él use estas dos palabras “misericordia y paz”, en una traducción (podríamos decir) de la shahāda, la profesión de fe islámica, “En el nombre de Dios clemente y misericordioso”. En enero pasado, hablando ante el Parlamento alemán, había incluso añadido la palabra “amor”, afirmando que el islam es una religión de amor y misericordia.
Otro punto positivo, cuando el imán Al Tayyib habla de “conceptos musulmanes que han sido desviados, de aquellos que usan violencia y terrorismo, y de movimientos armados que pretenden trabajar por la paz”. E incluso agrega: “Sí, el terrorismo existe, pero el islam no tiene nada que ver con este terrorismo, y esto vale para los Ulemas musulmanes y para los cristianos y musulmanes en Oriente. Y aquellos que matan a los musulmanes, y matan también a cristianos, han malinterpretado los textos del Islam ya sea intencionalmente o por negligencia”.
Aquí puede decirse que hay un aspecto que no es correcto, no obstante el imán lo repite a menudo, es decir, que el ISIS, el Estado islámico, por ejemplo, no tiene nada que ver con el islam. Éste sería sólo una deformación, un camino desviado, etc.
Se puede decir esto. Pero entonces ha de ser explicado cómo es posible que estos grupos terroristas usen la bandera negra –que era la de Mahoma, junto a escritos islámicos y a la espada del profeta (como la que figura en la bandera de Arabia Saudita). En realidad, es necesario denunciar que estos terroristas toman sus afirmaciones sanguinarias de muchos imanes y de una lectura del Corán efectuada por muchos musulmanes responsables. La lectura que muchos musulmanes hacen del Corán y de la tradición islámica pueden conducir a estas desviaciones con facilidad. En sus entrevistas, el Gran imán evita siempre hacerse cargo de esta responsabilidad, y solamente afirma “Nosotros no tenemos nada que ver”.
Esto me llena de dolor: hasta que no se reconozca este problema, nada será resuelto. En tanto no se reconozca que la base del terrorismo reside en cierta enseñanza del islam, no se podrá subsanar esta situación.
Repensar el islam para el hoy
Luego de haber hecho un llamamiento al mundo para poner fin al terrorismo, una lucha que debe unir a Oriente y Occidente en la colaboración, él enumera una serie de pasos cumplidos por Al Azhar para modernizar la religión islámica. Ha de destacarse que esta fue una recomendación del presidente Al Sisi.
El Gran imán explica que ellos están trabajando para corregir todos los libros de la escuela media y superior, quitando aquellos aspectos que podrían llevar a la violencia; habla de un observatorio mundial , con publicaciones en ocho lenguas, en el cual se denuncia y corrige “material difundido por estos movimientos extremistas y por ideas envenenadas que extravían a la juventud”; saca a la luz la colaboración entre la universidad y las Iglesias egipcias; las diversas conferencias desarrolladas en Occidente; las reuniones de actualización para los imanes que viven en Europa para tratar el tema de la integración de los musulmanes en dichas naciones”.
Este trabajo es positivo, pero lamentablemente, aún no ha cambiado los libros que sirven para la enseñanza a los imanes. Se trata de manuales clásicos medievales: para purificarlos de interpretaciones equivocadas, se requiere de un gran trabajo, analizando párrafo por párrafo. Algunos estudiosos, que he escuchado en Egipto, dicen que éste será un trabajo imposible.
Pero es un trabajo que queda por hacer, y debe ser realizado de manera prioritaria: partir del Corán y repensarlo para el hoy. Personalmente, encuentro que este es el mayor problema del islam. Desde hace 50 años, en la lectura del Corán y de la tradición islámica, se ha afirmado la tendencia “literal”. De aquí surge la línea dura y la guerra contra los demás: cristianos, judíos, ateos…”.
Esta relectura de la tradición para actualizarla, era propuesta incluso hasta por Gamal al-Banna, hermano del fundador de los Hermanos Musulmanes, muerto hace tan sólo 5 años, quien además escribió una cincuentena de libros. Llegado cierto punto él de despegó de la enseñanza tradicional y asumió una posición liberal. Por ejemplo, él escribió en contra del uso del velo para las mujeres, que no tiene nada que ver con el islam; es una cuestión cultural, no religiosa.
En la tradición islámica actual tenemos muchos pensadores que han escrito para rever el islam.
La vía es integrar este pensamiento en la enseñanza. No hay otro camino.
Esto supone un uso masivo de los medios actuales: internet, televisión, radio, libros. De este modo, se podrán afrontar también algunos temas (que el Gran imán no ha tratado) como son la libertad religiosa y de conciencia, la posibilidad de cambiarse de religión.
Hemos de tener en cuenta que el islam está muy ligado a las orientaciones de presidentes y de reyes. Por esto, dicho cambio sólo será posible si las autoridades mismas lanzan también esta campaña, pidiendo a los imanes que han de escribir de manera correcta en esta línea, y que han de generalizar esta nueva línea del islam, que por otro lado, era la existente hasta los años ’50. La misma ya existía desde 1860, cuando brotó la “Nahda”, el renacimiento árabe, que se prolongó durante casi un siglo.
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