Papa, Ángelus desde Santa Marta: 'La oración es una fuerza de paz que rompe el espiral del odio'
Bergoglio se hizo presente en la plaza de San Pedro a través de las pantallas gigantes: de bido a una "inflamación de los pulmones". Recordó la hambruna del Holodomor causada por el régimen soviético: "Una herida que todavía duele". Sobre la tregua entre Israel y Palestina dijo: "Damos gracias a Dios. Más ayuda a Gaza, insistir en el diálogo".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - “Por todos los pueblos desgarrados por los conflictos sigamos rezando sin cansarnos porque la oración es la fuerza de paz que rompe la espiral del odio, quiebra el ciclo de la venganza y abre caminos inesperados hacia la reconciliación”. Aunque hoy rezó el Ángelus desde la capilla de Casa Santa Marta - transmitido en directa en las pantallas - debido a la "ligera gripe" que ayer impidió al Papa Francisco participar en las audiencias programadas, volvió a renovar su llamado a la paz. El Papa fue sometido ayer a un TAC en el hospital Gemelli Isola de Roma, con resultado negativo.
A pesar de las inusuales circunstancias, Bergoglio se hizo presente - gracias a las pantallas gigantes - en una plaza de San Pedro repleta de fieles, donde se destaca el árbol de Navidad que transportaron hace tres días desde el Piamonte. Francesco estaba pálido y dolorido, con un apósito en el dorso de la mano derecha. Al principio habló brevemente para explicar que la manera de rezar Ángelus, tan poco común, se debía a un "problema de inflamación en los pulmones". En su lugar y sentado a su derecha, leyó la reflexión Mons. Paolo Braida, jefe de oficina de la Secretaría de Estado del Vaticano. “Él las conoce muy bien, porque es el que las hace ¡y siempre las hace muy bien!”, dijo Bergoglio al comienzo.
Después de rezar la oración mariana, recordó a la "martirizada Ucrania", que ayer conmemoró el Holodomor, "el genocidio perpetrado por el régimen soviético hace 90 años que hizo morir de hambre a millones de personas". explicó monseñor Braida. Es una "herida lacerante que en vez de cicatrizar se hace aún más dolorosa por las atrocidades de la guerra que sigue haciendo sufrir a ese querido pueblo. Después dio grancias "a Dios" porque "por fin hay una tregua entre Israel y Palestina y algunos rehenes han sido liberados. Recemos para que todos sean liberados cuanto antes - ¡pensemos en sus familias!- , siguió diciendo Mons. Paolo Braida, quien luego pidió, como ha hecho frecuentemente Bergoglio en las últimas semanas, "que entre más ayuda humanitaria en Gaza y que insistamos en el diálogo", porque el díalogo es "la única manera de tener paz" y explicó que "los que no quieren diálogo no quieren paz.".
También abordó otro tema, otra gran amenaza después de la guerra, "que pone en riesgo la vida en la Tierra, especialmente la de las generaciones futuras": la crisis climática. El próximo fin de semana, en efecto, el Papa Francisco realizará un viaje a los Emiratos Árabes Unidos - del 1 al 3 de diciembre de 2023 - para intervenir en la COP28, la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. El peligro climático "es contrario al proyecto de Dios, que creó todo para la vida", afirmó mons. Braida y agregó que el Papa agradece "a todos los que acompañarán este viaje con la oración y con el compromiso de tomar en serio la protección de nuestra casa común".
El comentario que leyó Mons. Braida al comienzo de la transmisión sobre el Evangelio del día (Mt 25, 31-46), cuyo tema es el juicio final "que será sobre la caridad", se centró en quiénes son los "bienaventurados", aquellos quiénes estarán a la diestra del Rey. Hay dos criterios: los del mundo y los de Jesús. Según el primero, los "amigos del Rey" deben ser "aquellos que le han dado riqueza y poder, que le han ayudado a conquistar territorios, a ganar batallas, a engrandecerse entre otros gobernantes, tal vez a aparecer como estrella en las primeras páginas de los periódicos o en las redes sociales”, afirmó. Según este último, sin embargo, los "bienaventurados" son "aquellos que le han servido en las personas más débiles". "Es un Rey sensible al problema del hambre, de las necesidades de una casa, de la enfermedad y del encarcelamiento: por desgracia, todas realidades muy actuales", prosiguió el asistente del pontífice. En la Palabra de hoy el "Hijo del hombre" afirma precisamente: "Todo lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis".
Después del Ángelus, el Papa Francisco, a través de la voz de Braida, recordó también la 38ª Jornada Mundial de la Juventud, con el tema "Felices en la esperanza" (Rm 12, 12), que se celebra hoy en iglesias particulares de todo el mundo. Solemnidad de Cristo Rey y último domingo del Año Litúrgico. “Bendigo a quienes participan en las iniciativas promovidas en las diócesis en continuidad con la JMJ de Lisboa - afirmó -. Abrazo a los jóvenes, presente y futuro del mundo, y los animo a ser protagonistas gozosos de la vida de la Iglesia". Bergoglio, visiblemente cansado, finalmente tomó la palabra personalmente para pedir a los fieles que lo escuchaban que no olviden rezar por él.
28/08/2016 13:40