Pakpattan: viuda cristiana víctima de las leyes contra la blasfemia
Mussarat Bibi, de 46 años, encargada de la limpieza en una escuela, fue acusada de quemar intencionadamente páginas del Corán a pesar de ser analfabeta. Junto con ella, acusaron a un jardinero musulmán, mientras que hace unos días una muchedumbre linchó a un líder religioso. Activistas por los derechos humanos: "Los abusos son evidentes".
Pakpattan (AsiaNews) - Activistas por los derechos humanos de las minorías expresaron su preocupación tras la denuncia por blasfemia contra Mussarat Bibi, una viuda cristiana, y Muhammad Sarmad, un jardinero musulmán. Ambos son analfabetos y trabajaban en una escuela del distrito de Pakpattan como personal de limpieza. El 15 de abril recogieron varios trozos de papel para quemarlos, pero, según algunos alumnos que pasaban por allí, entre la basura que prendieron fuego también había algunas páginas del Corán. Cuatro días después, se registró una denuncia por blasfemia en la comisaría de Saddar, en Arifwala.
Mussarat Bibi, de 46 años, tiene tres hijas: dos de ellas están casadas, mientras que la menor, de 14 años, vive con su madre. El marido de la mujer, Barkat Masih, trabajaba en la misma escuela como profesor y, después de que muriera hace cinco años, el instituto contrató a su mujer como ayudante.
El presidente de la organización de defensa de los derechos de las minorías Voice for Justice, Joseph Jansen, expresó su preocupación por la denuncia que presentaron contra la mujer analfabeta por quemar intencionadamente páginas del Sagrado Corán: "Tuvo suerte porque la policía llegó a tiempo al lugar de los hechos, dispersando a la multitud que se había congregado para lincharla". El denunciante, un musulmán local llamado Kashif Nadeem, había intentado hacerle daño a la viuda cristiana.
En un primer momento, la policía detuvo a Mussarat Bibi, pero durante el interrogatorio preliminar se enteraron del jardinero Muhammad Sarmad. La policía también lo nombró en el primer documento informativo y lo puso bajo custodia.
"Las leyes contra la blasfemia se utilizan como excusa para violar los derechos de las personas. A pesar de su vulnerabilidad, los delitos cometidos contra mujeres y niñas quedan impunes, lo que las disuade de buscar empleo y de alcanzar la igualdad con los hombres. Saber que Mussarat es analfabeta, y por tanto inocente, y que simplemente cumplía con su papel, es una prueba clara del abuso de las leyes sobre la blasfemia", añadió Joseph Jansen. Señaló que los testigos que inventan acusaciones falsas quedan impunes, a pesar de que, según el Código Penal paquistaní, tal acción conlleva una pena de cinco a siete años. "Si se aplicara, esta cláusula podría cambiar la actitud de los implicados en las acusaciones y de la opinión pública", especificó.
El activista por los derechos humanos Ashiknaz Khokhar también afirmó que la ley contra la blasfemia "ha arruinado la vida de muchos inocentes en el país y todavía nadie ha intentado modificarla".
Nadia Stephen, activista por los derechos de las mujeres, afirmó que las leyes sobre la blasfemia de Pakistán son incompatibles con las normas internacionales de derechos humanos: "Dado que se ha demostrado que su abuso puede desembocar en violencia y que algunos individuos hacen justicia por mano propia, las autoridades deben establecer un plan de acción nacional para acabar con su abuso". Condenando el aumento de los casos de blasfemia, Nadia señaló que la vida de una viuda anciana está constantemente amenazada en prisión e instó a las organizaciones de derechos de las mujeres a plantear la cuestión en las plataformas adecuadas.
Hace unos días, lincharon a un clérigo musulmán local llamado Nigar Alam por pronunciar un discurso considerado blasfemo durante una manifestación que organizó el partido Tehreek-e-Insaf (PTI), del que procede el ex primer ministro Imran Khan. Alam, que inicialmente se refugió en una tienda, fue sacado a la fuerza y golpeado hasta la muerte. La policía informó de que hay varias investigaciones en curso.
17/12/2016 13:14
03/04/2019 10:31