Pakistán arresta a refugiados afganos con permiso de residencia de la ONU

La policía les quita los documentos a los refugiados que huyen de los talibanes y después son encarcelados o expulsados. Tras el último enfrentamiento entre guardias fronterizos, Islamabad cerró el cruce de Torkham durante nueve días, y lo reabrió sólo después de recibir garantías de que no se lanzarían actos terroristas desde Afganistán. Según los expertos, los talibanes paquistaníes son la mayor amenaza para la estabilidad regional.

Islamabad (AsiaNews/Agencias)- Continúan los arrestos masivos de refugiados afganos por parte de las fuerzas de seguridad paquistaníes. Hace dos semanas se produjeron (una vez más) enfrentamientos en la frontera entre los dos países. En respuesta, las autoridades de Pakistán cerraron el cruce fronterizo de Torkham (en el extremo occidental del paso de Khyber) durante nueve días, impidiendo el comercio y el paso de personas.

Recientemente Pakistán ha arrestado o expulsado a cientos de refugiados afganos debido a las continuas tensiones entre ambos países. La semana pasada sólo en Karachi, encarcelaron a 250 afganos y el abogado y activista de derechos humanos Muniza Kakar explicó que fue un "aresto masivo" en base al "perfil racial" de los refugiados.

El Movimiento para la Protección de los pastunes -organización que culpa tanto a los talibanes como al ejército paquistaní por la destrucción y desmembramiento de sus territorios- envió hoy una carta al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para pedir una intervención internacional urgente, en la que se denuncia la actuación de la policía de Islamabad.

Hace apenas dos días más de 200 refugiados afganos fueron arrestados en la capital, Islamabad, la mayoría de los cuales trabajaban en el mercado de frutas y verduras de la ciudad y tenían documentos legales para residir en Pakistán. La ONU emite la "tarjeta de registro" a los refugiados afganos desde 2006, y en 2021, tras el regreso de los talibanes al poder, su validez se amplió por dos años más. Sin embargo, muchos refugiados se quejaron de la falta de información y de ayuda para realizar los trámites necesarios para prolongar su permiso de residencia, añadiendo a menudo que habían sufrido acoso por parte de las autoridades cuando presentan solicitudes de asilo.

Según ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, de los 3,7 millones de afganos que viven en Pakistán, más de 1,3 millones están registrados. En los últimos dos años alrededor de 1,6 millones de personas han huido de Afganistán, de las cuales al menos 600.000 cruzaron la frontera con Pakistán.

Como en ocasiones anteriores, los enfrentamientos de las últimas semanas estallaron debido a los ataques transfronterizos desde Afganistán. Islamabad afirmó que las autoridades talibanes estaban construyendo "estructuras ilegales" y abrieron fuego cuando los guardias paquistaníes los interpelaron. El mismo día, atacaron dos puestos de avanzada en Chitral, un distrito a lo largo de la frontera norte, ataque posteriormente reivindicado por el Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP).

En el pasado, los talibanes paquistaníes habían atacado a las fuerzas de seguridad que intentaban erigir una barrera a lo largo de lo que se denomina Línea Durand, que supuestamente separa a los dos países. En realidad Afganistán nunca ha reconocido la demarcación fronteriza y los pastunes radicales que viven en esa región piden la creación de un territorio único.

Por otra parte, los grupos vinculados al TTP, según Islamabad, son recibidos por los "primos" afganos de Kabul y gracias a eso pueden llevar a cabo ataques armados contra el ejército y las instituciones gubernamentales de Pakistán. Alentados por la toma del poder en Afganistán en agosto de 2021, los talibanes paquistaníes pretenden construir un Emirato Islámico que incluye Pakistán. Según Tom West, representante especial de Estados Unidos para Afganistán, el TTP es “la principal amenaza” para la estabilidad de la región, debido al aumento del número de “ataques dirigidos contra Pakistán”.

La reapertura del cruce de Torkham por parte de Islamabad se produjo después de que el ministro de Relaciones Exteriores talibán, Amir Khan Muttaqi, prometiera que su territorio no sería utilizado para acciones terroristas. Un compromiso que en realidad ya se había asumido en el pasado.