Pakistán, los extremistas interrumpen las protestas. Se ciernen dudas sobre la suerte de Asia Bibi
Los sostenedores de Mumtaz Qadri,el asesino del gobernador de Punjab Salma Taaser, se habían reunido en una sentada desde el domingo 27 de marzo. Pedían la horca para Asia Bibi, la aplicación de la sharia y la prohibición de modificar la ley sobre blasfemia. El ministro del Interior desmiente el acuerdo con los manifestantes, que se habrían dispersado “por iniciativa propia”.
Islamabad (AsiaNews/Agencias) – Los extremistas islámicos, quienes hace días se hallaban reunidos frente al Parlamento de Islamabad, decidieron interrumpir las protestas por el ahorcamiento de su “héroe” Mumtaz Qadri, el asesino y reo confeso del ex gobernador de Punjab, Salman Taaser. Según versiones de los manifestantes, el gobierno de Pakistán habría acogido la mayor parte de sus pedidos, entre ellos, el ahorcamiento de Asia Bibi, la madre cristiana condenada a muerte por blasfemia. Chauhdry Nisar Ali Khan, ministro del Interior, declaró, en cambio, que ellos se habrían dispersado “por iniciativa propia”. “No ha sido firmado ningún acuerdo –dijo- ni por escrito, ni de ninguna otra forma. Estábamos a punto de dar la orden a las fuerzas de seguridad para que despejaran el área, cuando intervinieron dos personalidades religiosas”.
Quienes sostienen al ex guardaespaldas de la custodia del gobernador estaban acampando desde el domingo 27 de marzo frente a las oficinas de gobierno “dispuestos a morir” antes que a interrumpir la protesta. Surgida como una forma de apoyo a su ídolo ahorcado el mes pasado, la manifestación pedía la aplicación de la sharia, la condena a muerte de Asia Bibi –quien hace cinco años aguarda la apelación- y la prohibición de modificar la ley sobre blasfemia.
En un inicio, la protesta fue subestimada por las autoridades de gobierno, que reaccionaron con cierta demora. Dicha subestimación llevó a criticar duramente al premier Nawaz Sharif, que intervino en el tema, pero sin delinear medidas drásticas.
En tanto, en los últimos días, el número de radicales involucrados en la sentada llegó a rondar las 25.000 personas. La policía apostó a 7.000 agentes de seguridad en el área, incluyendo a comandos especiales y a la gendarmería, y pidió refuerzos de la policía de Punjab.
Gul Bukhari, editorialista, declaró que tras la indecisión inicial, el gobierno “actuó con sabiduría, permitiendo que los manifestantes se cansaran (de protestar) y a la vez observaran el impresionante despliegue de fuerzas”. La demostración de fuerza, agregó “permitió la resolución segura de este tramo. En el acuerdo al que aluden los manifestantes no hay nada que demuestre que haya un cambio en el status quo. Ha sido tan sólo una manera de salvar su reputación”.
En tanto, el saldo del terrible atentado de Lahore, llevado a cabo por extremistas islámicos en Pascua, ascendió a 74 víctimas. Decenas de heridos continúan recuperándose en los hospitales, en graves condiciones. Shamoon Gill, vocero de la All Pakistan Minorities Alliance (Alianza de las Minorías de todo Pakistán, ndt), refirió que “hay un sentimiento de luto muy grande, (a la vez que) dolor y miedo” entre las minorías religiosas del país.
29/02/2016 12:47