Pakistán de luto por la niña violada, asesinada y tirada en un basural

Zainab tenía 7 años y vivía cerca de Lahore. El gobierno de Punjab ofrece una recompensa de más de 74 mil euros para quien ayude a los policías a encontrar al asesino. Ayer otros 2 niños asesinados en la provincia. Iniciadas dos investigaciones paralelas. Personajes del espectáculo y del deporte denuncian los “derechos violados de los menores”.

Islamabad (AsiaNews)- Un país en luto: está así Pakistán hoy, que llora la muerte de Zainab, la niña de 7 años violada, torturada, estrangulada y tirada en un basural en Kasur, cerca de Lahore. En todo el territorio se realizaron manifestaciones de protesta contra la inercia de la policía y en apoyo a la familia de la pequeña asesinada. Tantos los rostros conocidos del espectáculo y del deporte se expusieron para hablar sobre los abusos a los menores, una plaga que aflige desde hace tiempo al país. En los mayores periódicos la noticia ocupa las primeras páginas, con numerosos editoriales que lamentan de cómo “la sociedad se haya olvidado de los derechos de la infancia”.

En todo Pakistán hay mensajes de solidaridad hacia los padres de la pequeña asesinada. Activistas han manifestado en el norte y en el sur, desde las calles de Lahore hasta el puerto de Karachi. Ayer a lo noche Kiran Naz, periodista de la emisora nacional Samaa TV, apareció en un video con la hija sobre sus rodillas. Delante de millones de espectadores, antes de la transmisión de las noticias, declaró: “Hoy soy solo una madre y es por esto que estoy aquí con mi niña en brazos. Los ataúdes más pequeños son los más pesados. La entera sociedad está oprimida por el peso del ataúd (de Zainab)”. Un editorial publicado en Dawn denuncia los asesinatos de otros 2 menores, sucedidos ayer en Punjab. Luego concluye: “Los pedófilos que viven en medio de nosotros no deben estar, más libres de caminar por las calles”.

Las autoridades, están bajo los ojos de la nación, están luchando contra el tiempo para encontrar al culpable de la violencia carnal y del asesinato. En todas las televisiones se transmite el video que muestra a la pequeña que juega saltando al borde de una calle polvorienta y tomada de las manos por un hombre. Hoy la Corte su´prema de Lahore dio 36 horas a la policía para encontrar al asesino.

Ameen Ansari, el padre de Zainab, dijo a la Bbc: “Para mí es como si el mundo hubiese terminado. No tengo palabras”. De las investigaciones autópticas dispuestas por el juez, surgió que su hija sufrió torturas repetidas durante los días del secuestro. El cuerpo presenta varias heridas en el rostro y en todo el cuerpo, de las cuales los investigadores extrajeron huellas de Dna del asesino. Ameen tomó distancia de la protesta violenta que ayer sucedió en la ciudad de Kasur, pero afirmó que comprende las motivaciones de los manifestantes que lamentaban la ineficacia de los agentes.

El gobierno de Punjab creó un equipo investigador conjunto y ordenó al departamento antiterrorismo que inicie una investigación paralela. Las autoridades provinciales también ofrecido una recompensa de 10 millones de rupias (más de 74 mil euros) para cualquier ayuda a la policía hasta llegar al asesino.

En Pakistán la violencia sobre los niños es un crimen muy difundido. Según algunos activistas, esta deriva de una especie de “cultura de la violación” que tiene sus bases en la sociedad machista y patriarcal, se alimenta con los abusos en las madrasas (escuelas coránicas), no admite válvulas de desahogo para liberar las frustraciones. Datos oficiales lo colocan en el 11° puesto en la clasificación de los países con más alto riesgo en la tasa de abusos sobre menores y en el tercero entre los más peligrosos para las mujeres. Cada año se registran unos 2500 casos de niños violados; en algunas zonas, 11 por día. La comisión nacional Justicia y Paz de la Conferencia episcopal condena “el horrible incidente” y pide actuar inmediatamente tomando una serie de medidas que protejan a los niños.

(Ha colaborado Shafique Khokhar)