Padres en las plazas contra el ex KGB que arresta a sus hijos

de Vladimir Rozanskij

En Moscú, 1000 personas se concentraron delante de la Lubianka. Manifestaciones también en S. Petersburgo, Penza, Novosibirsk, Nižnij Novgorod, Rostov. El motivo, porque sus hijos son considerados peligrosos para la seguridad del Estado, acusados de “terrorismo”. Junto a gente común, también estaban presentes disidentes famosos, actores, escritores y artistas. Todos temen vuelvan los controles de la época estalinista.

Moscú (AsiaNews)- Por primera vez en Rusia, padres y ciudadanos sin ninguna afiliación política han manifestado contra la represión del FSB (los servicios de seguridad, ex KGB). La protesta se realizó el pasado 28 de octubre en la capital y en diversas ciudades rusas. En Moscú cerca de 1.000 personas desfilaron delante de la Lubjanka, el famoso edificio de la Čeka de los tiempos estalinistas, heredado por las versiones sucesivas de la policía política soviética y rusa hasta el actual FSB. Los padres quieren tener noticias de sus hijos, jóvenes arrestados en los últimos tiempos con acusaciones de terrorismo y sedición.

La finalidad de las protestas es el de “abatir el muro de silencio” alrededor de los arrestados y a las represiones de Estado contra los jóvenes considerados peligrosos para la seguridad estatal. Se trata de dos grupos de arrestados: los de la asociación Novoe Velichye (“La nueva grandeza”), en la cual los jóvenes discutían en chat sobre cuestiones políticas, y se encontraban cada tanto en los bares y aquellos de la así llamada Set´(“La Red”), considerados inclusive como terroristas, jóvenes anárquicos y antifascistas que habrían conspirado para organizar actos subversivos. Del primer grupo están actualmente bajo proceso 10 personas, con la acusación de “intento golpe de Estado” sostenido por 3 testimonios de personas infiltradas por el mismo FSB; 11 son los arrestados de la “Red”, que habría intentado crear en varias ciudades “células subversivas” y programado actos terroristas.

Los jóvenes habrían contado que fueron torturados psicológicamente y físicamente y que los mismos agentes de los servicios habrían colocado armas en sus bolsos y en sus casas en el momento de sus arrestos. Sus padres por lo tanto, se auto-convocaron vía internet en la “Red de padres” con el eslogan #StopFSB, para reunirse y protestar y exigir la verdad sobre el obrar de los policías. Las manifestaciones no fueron autorizadas por las autoridades y los participantes sabían que iban a su vez al encuentro de arrestos y represiones.

Es la primera vez que en Rusia se concentran grupos de ciudadanos, en particular padres, sin ninguna coordinación política, ni siquiera la de los opositores “de la plaza” de la Naval’nyj. Como declaró Dmitrij Pchelintsev, cuyo hijo está detenido desde hace más de un año en Penza: “Muchos se indignan por las acciones violentas del gobierno, pero se quedan en sus casas, por pereza o a causa del mal tiempo, mientras que los padres vienen a pesar de todo, porque saben ni ningún otro defenderá a sus hijos”. El título, de hecho era: “Por nuestros y vuestros hijos- En defensa de las nuevas generaciones”.

Los manifestantes se concentraron espontáneamente, sin carteles o banderas, mientras que delante de la Lubianka estaban desplazados unos 300 agentes de la OMON anti-disturbios. Entre los convenidos había algunos históricos disidentes como Lev Rubinstein, Josif Galperin, Aleksandr Rykhlin, como también actores, escritores y artistas, junto a gente común y a exponentes de varios grupos anárquicos. Sin periodistas ni telecámaras, el cortejo se desplazó bajo la lluvia torrencial por el Tverskoj Bulvar en el centro de Moscú hasta la plaza de la Lubianka, pasando junto a la plaza Roja.

Al final más de 20 personas fueron detenidas en Moscú, más de 30 en San Petersburgo, donde la policía usó medios particularmente violentos para dispersar a la multitud. Acciones similares se realizaron también en Penza, Novosibirsk, Nižnij Novgorod, Rostov y en otras ciudades, donde también se hizo uso de la violencia y se realizaron arrestos. Hasta en Helsinki, delante del consulado ruso se realizó una manifestación donde llevaban carteles con escrito: “¡El FSB es el verdadero terrorista!” y “¡La solidaridad no tiene confines, libertad para los prisioneros políticos!”.

La televisión de Estado minimizó los hechos, presentando a los manifestantes como “marginales” y partidarios de los terroristas. En realidad en la población se difunde el temor de la represión y que ésta pueda degenerar en una especie de “terror” generalizado y extendido también a un simple like (me gusta) en las redes sociales, con los agentes que se presentan en las casas como simples ciudadanos como en tiempos de Stalin.