Pabna, otro hindú fue asesinado a hachazos (Video)

Se llamaba Nityaranjan Pandey y tenía 60 años. Hace más de 40 años que trabajaba como voluntario en un ashram de Pabna. Los amigos lo describen como un hombre sencillo y sin enemigos. Fue golpeado por la espalda mientras daba su paseo matutino. Una enorme estela de sangre está aterrorizando al país.

Dacca (AsiaNews/Agencia) – Otra nueva agresión contra un miembro de las minorías en Bangladesh. Sucedió esta mañana en Pabna (en la zona centro-occidental del país), cuando unos atacantes asesinaron a hachazos a un hombre que trabajaba como voluntario en un ashram hindú de Pabna. Se trata de Nityaranjan Pandey, de 60 años, quien hace más de 40 prestaba servicios en el monasterio Sri Sri Thagore Anukul Chandra Sathsango.

El asesinato ocurrió en las primeras horas de esta mañana, y no hubo testigos presentes en el momento del homicidio. El cuerpo sin vida de Pandey fue hallado frente al Mental Hospital de la ciudad. En base a la reconstrucción de los hechos efectuada por los investigadores, el hombre fue agredido por la espalda por criminales que, con toda probabilidad, lo esperaban escondidos tras la puerta de ingreso del hospital.

Las heridas recibidas en el cuello y en la cabeza fueron fatales a tal punto que los médicos no pudieron hacer nada para salvarlo.

Abdullah Al-Hasan, oficial de la policía local, refirió que el hombre fue golpeado mientras daba su paseo matutino, dando a entender que los agresores conocían sus rutinas. Jugol Kishore Ghosh, sea, Pandey “daba una larga caminata, porque tenía diabetes”. Naresh Madhu, funcionario local de una ONG, dice: “Era un hombre sencillo, no tenía enemigos”.

Este episodio de violencia es tan sólo el último de una larga serie de agresiones que están ensangrentando el país. Muy probablemente, este homicidio también sea obra de los extremistas islámicos, pero los investigadores aún no lo confirman, pero tampoco lo desmienten.

Hace tan sólo unos días, otro hindú, el sacerdote del templo de Noldanga, fue degollado en el lugar de culto. Antes que él, a una distancia de pocas horas, fueron asesinados un comerciante cristiano en Bonpara y la mujer de un famoso inspector de policía comprometido en la lucha contra el terrorismo islámico. Desde el año pasado, en total, las víctimas ya suman cerca de 40, y entre ellas figuran estudiantes, profesores, bloggers y activistas de la comunidad LGBT.