P. Samir Yousseff: La Navidad pobre de los refugiados de Mosul y vuestra ayuda
Amadiya (AsiaNews)- Comida, remedios, ropa de abrigo, pero sobre todo una casa y escuelas: son las necesidades esenciales para las 3.500 familias de refugiados de Mosul y de la llanura de Nínive que viven en la diócesis de Amadiya, en el Kurdistan iraquí, bajo el cuidado del párroco, el Padre Samir. En esta carta de Navidad, que el sacerdote envió, él agradece a los lectores y a los amigos de AsiaNews por la ayuda que les hemos enviado y que queremos enviar con la campaña “Adopta un cristiano de Mosul” y hace una lista de los “regalos navideños” que los refugiados necesitan: una cama, para que los ancianos no duerman en el suelo, pequeñas financiaciones para comenzar obras y edificios, además de para los medios de transporte para los niños que están sin escuela. El Padre Samir cuenta también acerca de los “signos” de la Providencia, que llegan cada día a la gente que no tiene nada, y que abandonó todo a causa de la persecución. Queridos amigos, os pedimos que su pedido no quede sin ser escuchado, y que todos nosotros podamos ser un signo de la Providencia. Las donaciones pueden ser efectuadas de acuerdo las indicaciones de la campaña “Adopta un cristiano de Mosul”. Habíamos pensado en cerrar esta campaña, pero las necesidades y los pedidos de Irak nos imponen continuarla. (BC).
Querido padre Bernardo Cervellera,
Quisiera, ante todo agradecerte y, a través tuyo, agradecer a todos los lectores y amigos de AsiaNews por la ayuda que nos habéis enviado en noviembre para los refugiados. Hemos distribuido pequeñas sumas de dinero (dinero en mano) a muchas familias cristianas y yazidíes. Nos estamos preparando para pasar este tiempo de Navidad no sólo materialmente sino también espiritualmente, con momentos de oración, con el Rosario y el catecismo.
Hemos tenido una gran alegría con la visita del Secretario general de la CEI (Conferencia episcopal italiana), Mons. Nunzio Galantino, quien abrió la Puerta Santa de la Misericordia en mi parroquia como signo de la cercanía de la Iglesia católica italiana, porque la Puerta Santa, como dice el Papa Francisco, no se abre sólo en las catedrales, sino también en las iglesias pequeñas. El invierno llegó: por eso, hemos comenzado a distribuir querosén, ropa y otras cosas para calentar no sólo sus casas o sus contenedores, sino también sus corazones y hacer sentir que el Señor Jesús está con ellos y los ama. Los refugiados son muchos: quisiéramos ayudarlos a todos (ancianos, niños, enfermos) y darles ropa, querosén, comida y remedios, pero lamentablemente nuestras posibilidades son limitadas y esto nos hace sentir mal. Quisiéramos comprarles regalos como calzado, juguetes para más de los 350 niños yazidíes y cristianos -que hospedamos en mis parroquias junto a sus familias- y poder distribuirlos en este tiempo de Navidad.
Después de más de un año, muchas familias han perdido la esperanza de volver a sus casas, por eso hemos comenzado a organizar sus vidas aquí, y la Iglesia caldea local está trabajando para encontrar casas para ellos, y estamos trabajando en la restauración de viejas casas o en la construcción de pequeñas casas para que así puedan comenzar de nuevo. También tratamos de armar pequeños proyectos destinados a crear empleos, porque muchas personas están sin trabajo y estar todos los días sin hacer nada crea problemas. Hemos ayudado a dos personas para construir un horno para hacer pan. Y queremos ayudar a otras tres, para que puedan abrir un minimercado y también abrir una peluquería. Entre nuestras actividades de Navidad hemos elegido a diez mujeres ´para hacer dulces (¡3000 Kg!) y distribuirlos entre las familias de refugiados, y a cada mujer les hemos pagado casi 350 dólares. Respecto a las escuelas, hemos encontrado medios para que 820 estudiantes yazidíes, cristianos y musulmanes puedan ser llevados hasta las escuelas. Este proyecto fue realizado gracias a las iglesias de Europa. Lamentablemente, para más de 200 niños no pudimos encontrar lugar en las escuelas, porque éstas ya no tienen capacidad, si bien hacen cuatro turnos. Tampoco hemos podido encontrar medios de transporte. Estamos preparando una fiesta para todos los estudiantes, porque ellos están casi siempre encerrados dentro de sus contenedores o en sus casas, donde viven dos o tres familias juntas. Hay muchas personas ancianas que duermen en el suelo, y queremos comprar camas para ellos. Para realizar todo esto contamos siempre con la caridad de la Iglesia y de la gente de buena voluntad.
En este año dedicado a la Misericordia queremos ser misericordiosos como Nuestro Padre, abrir nuestro corazón a quienes que no están de acuerdo con nosotros.
El Señor nos da muchas gracias no porque seamos dignos, sino porque necesitamos de estas gracias. Digo la verdad: en estas circunstancias nuestra vida no es fácil, pero cada día podemos constatar cómo la Divina Providencia obra en medio de nosotros, y siempre hay algo bueno que sucede. Además, estos días son los más bellos, porque son los días en que el Señor viene con su Misericordia, para reavivar nuestra vida y habitar en nuestros corazones. Si bien no somos dignos, necesitamos de Su amor, y por eso rezamos en arameo “Maran athá”, “Ven, Señor Jesús”. Somos pecadores: “Ven con Tu Misericordia”. “La gracia del Señor esté con todos vosotros”.
Padre Samir Yousseff (párroco)
23 de diciembre de 2015 – Diócesis de Zakho y Amadiya
