P. Rafic: Motivos que son pretextos, y condena unánime del ataque extremista a los coptos de Minia

El vocero de la Iglesia católica habla acerca de los motivos “basados en habladurías” como pretexto para el ataque a la aldea de Karma. Una mujer de 70 años fue desvestida y obligada a desfilar desnuda. Fueron incendiadas siete casas, y los negocios fueron depredados al grito de “Allah Akbar”. En la zona hay grupos terroristas activos. Cristianos y musulmanes condenan un episodio que “ha generado tristeza y dolor”.

El Cairo (AsiaNews) – Una historia “basada en habladurías”, un “pretexto” inventado “para atacar” a la comunidad cristiana local, en un área en la que “hay una marcada presencia de grupos yihadistas y extremistas islámicos. Así comenta a Asia News el Padre Rafic Greiche, vocero de la Iglesia católica egipcia, la noticia de los episodios de violencia ocurridos en los últimos días en una aldea de la gobernación de Minia. Un caso que tiene implicancias contradictorias, que ha tenido una amplia difusión en Egipto, y que ha generado una respuesta común entre cristianos y musulmanes de “tristeza y dolor; nadie está contento o feliz por el ataque”.

El caso de remonta al 20 de mayo pasado, y ocurrió en la aldea de Karma, en la provincia de Minia, en el centro del país. Lo que desencadenó la violencia de la comunidad musulmana local fueron los rumores de una presunta relación extraconyugal entre un cristiano y una musulmana. Para vengarse de la afrenta, una multitud habría incendiado las viviendas de siete familias y habrían obligado a la madre del adúltero –que huyó para refugiarse en un lugar seguro- a desfilar desnuda por las calles de la aldea. . La víctima es una mujer de 70 años, que fue agredida de palabra y de hecho, que fue despojada de su ropa y hecha desfilar por las calles de la aldea.

Según cuentan algunos testigos, los atacante habrían gritado “Allah Akhbar” (Dios es grande) y “los infieles deben irse”, y luego prendieron fuego a siete viviendas pertenecientes a familias cristianas. Por último, luego de haber disparado algunos tiros de armas de fuego, vaciaron los negocios con todas sus provisiones. La policía efectuó una serie de arrestos en las últimas horas, detuvo a por lo menos seis sospechosos que habrían participado de la violencia, y están buscando a 12 personas más.

Al preguntarle sobre el caso, el patriarca copto ortodoxo Tawadros II hizo un llamado a la calma, invitando a la comunidad a “dar prueba de su autocontrol y sabiduría”, con el objetivo de “preservar la paz social”. Incluso el presidente egipcio Abdel-Fattah El Sissi condenó fuertemente el ataque, invocando penas ejemplares para los responsables; además, dio a los militares un mes de plazo para reconstruir las propiedades destruidas, sin costo alguno para las familias, y con los gastos a cargo del Estado.

Con AsiaNews el vocero de la Iglesia católica en Egipto habla de un caso que ha golpeado al pueblo egipcio, a cristianos y a musulmanes, que “unidos” condenaron el ataque. “Una historia repleta de habladurías –cuenta el padre Rafic- con un cuento de presuntas relaciones y traiciones utilizada por los fundamentalistas para atacar”. El problema, agrega, es que el área de Minia “carece de seguridad”, y en la zona “están activos” diversos grupos “terroristas y fundamentalistas” que se refugian “en los desiertos y entre las montañas”.

“De hecho, el cuento de la relación entre un cristiano y una musulmana –agrega- no es verdad, sino que es un pretexto utilizado por los extremistas para atacar. Han quemado casas y han desnudado a la mujer [hecho que los investigadores corrigieron en parte, minimizándolo], haciéndola desfilar por la aldea a bordo de un auto”. El presidente, cuenta el padre Rafic, “ha pedido la intervención de la Corte militar”, pero el punto es “garantizar una mayor seguridad en el área”.

A esto se suma “la inercia o connivencia de la policía local”, que el día anterior había recibido la denuncia de amenazas efectuada por la comunidad cristiana local. Y el día del asalto, agrega el sacerdote, “dejó pasar mucho tiempo, más de dos horas, antes de intervenir, agravando con su accionar una situación que de por sí, ya es delicada”. Lo positivo, concluye el vocero de la Iglesia católica, es el hecho de que “todos los egipcios han condenado fuertemente un caso que ha generado tristeza y dolor”.