P. Monge: Refugiados sirios y kurdos, el doble juego de Turquía en la era post-Assad
Desde Estambul, el director del Centro Cultural Dominicano cuenta a AsiaNews sobre la mezcla de "exaltación" y "sorpresa" ante la caída del régimen de Damasco. Ankara niega los rumores de participación directa en el derrocamiento de Bashar y destaca la "necesidad de una transición". Jamenei habla de un "plan" de Estados Unidos e Israel (y Turquía, pero sin nombrarla).
Milán (AsiaNews) – El colapso del régimen de Bashar al-Assad en Siria ha sido recibido en la vecina Turquía con una mezcla de "exaltación" y "sorpresa general" por la velocidad con la que ocurrió. "Informalmente" desde hace cerca de seis meses "estaban circulando rumores sobre una operación" para derrocar al gobierno de Damasco, pero "nadie esperaba que fuera tan rápida y repentina". AsiaNews se comunicó telefónicamente con el padre Claudio Monge, fraile dominico de 56 años y director del DOST-I (Centro Cultural Dominicano), que lleva más de 20 años en Estambul. El sacerdote habla sobre el clima que se está viviendo en estas semanas convulsas para la región de Oriente Medio. "Ankara niega los rumores de una participación directa en el derrocamiento de Bachar" o en la ofensiva de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) - prosigue -, pero ha puesto el acento en la "necesidad de una transición". "El propio presidente Recep Tayyip Erdogan - dice el religioso, presidente del Centro para el Diálogo Intercultural e Interreligioso DoSt-I (Dominicans Study Istanbul) - afirmó que era necesario para que el país pueda autodeterminarse y construir un futuro inclusivo, que abarque a las minorías".
Analizando la fase convulsa que siguió a la expulsión del dictador, tras el avance de los opositores liderados por Abu Mohammad al-Jolani (cuyo verdadero nombre es Ahmed al-Shareh), el p. Monge pone en evidencia la "doble moral" de Occidente. Por un lado, la preocupación por la intervención turca en el frente sirio, destinada a contener a las milicias kurdas, que en su momento fueron el actor elegido por Occidente para luchar contra el Estado Islámico. Por otro lado, un silencio total sobre lo que hace el gobierno israelí, que está llevando a cabo cientos de ataques en Siria [más de 300 en los últimos días, con rumores de tropas a pocas decenas de kilómetros de la capital y los Altos del Golán sirios ocupados] con el pretexto de garantizar la seguridad territorial". Hay "mayor indulgencia" hacia Tel Aviv que hacia Ankara, en un contexto de guerras "declaradas y no declaradas" con el objetivo de rediseñar Oriente Medio".
Esta mañana también habló el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, quien afirmó que el "derrocamiento" de Assad es un "plan" de Estados Unidos e Israel; a estos, añade "el papel" que ha jugado "uno de los vecinos", precisamente haciendo referencia a Turquía - pero sin nombrarla - que habría apoyado el avance de los rebeldes, quienes junto a las fuerzas proturcas han tomado ahora el control de Deir Ezzor arrebatándoselo a los kurdos. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido y una red de informantes sobre el terreno, afirma que Israel ha atacado el arsenal sirio por cuarto día consecutivo. Una serie de acciones militares condenadas por Moscú porque supuestamente no ayudan a lograr la paz, mientras los rebeldes han nombrado a Muhammad Bashir, de 42 años, como primer ministro interino, quien debe hacerse cargo de la transición después de los años pasados en Idlib.
En Turquía el derrocamiento de Assad toca dos frentes que también son los puntos débiles del gobierno: la emergencia de los refugiados (en su mayoría sirios, casi 3,8 millones sobre más de 5 millones) y la cuestión kurda. En estas horas se está reabriendo el paso fronterizo de Yayladağı entre Siria y Turquía, cerrado desde 2013, y cientos de refugiados se han concentrado en las inmediaciones de Cilvegozu, en la frontera sur, para intentar volver a su país "con los pocos bienes que poseen. Debemos darnos cuenta de que los flujos migratorios - observa el p. Monge - son consecuencia de situaciones desesperadas, de la guerra y de la privación de derechos, además de la cuestión climática. Los refugiados sirios intentan ahora repatriarse y sueñan con encontrar su tierra liberada del dictador, pero la realidad que van a encontrar será muy diferente a la que dejaron hace más de 10 años, sembrada de destrucción y con edificios arrasados hasta los cimientos. La caída de Bashar es lo único seguro, pero también sigue habiendo una gran incertidumbre sobre el futuro".
La repatriación de una parte de los refugiados sirios, en una perspectiva a mediano plazo, ciertamente no desagrada a un país como Turquía - tanto al gobierno como a nivel de la opinión pública - en un contexto de dramática crisis económica. Una gran parte de la población turca lucha por vivir - o sobrevivir - de forma digna, y en muchos casos los migrantes, en su mayoría sirios, han sido el chivo expiatorio ideal sobre el que descargan la ira. El tema también ha sido explotado en la campaña electoral de las últimas presidenciales. "Hasta hace pocos años - dice el religioso - era impensable ver a la gente mendigando en las calles de Estambul, mientras que hoy se pueden ver mujeres con sus hijos pequeños en brazos pidiendo limosna". Esta es también la razón por la que Ankara, que ha incurrido en grandes gastos y considerables inversiones en el pasado para los refugiados sirios en nombre de una fraternidad musulmana común, ahora espera que "muchos decidan repatriarse. Al fin y al cabo, volver a la propia tierra y vivir en paz en el propio país - observa el p. Monge - es un derecho humano fundamental" que va de la mano con el deseo de "contribuir a la reconstrucción de un país que debe empezar de cero, comenzando por las infraestructuras".
El tema de los refugiados se superpone con el de los kurdos, otra gran cuestión que involucra a Turquía en una perspectiva regional junto con Irán, Irak y la propia Siria, con las fuerzas de las YPG (Unidades de Protección Popular) apoyadas (y explotadas) por Occidente en la lucha contra el ISIS. "Desde hace tiempo - recuerda - el gobierno turco quiere crear una zona de amortiguamiento en el norte de Siria para 'contener' el avance kurdo y contrarrestar el sueño de un 'Gran Kurdistán', que hoy parece improbable". "Los kurdos - explica - fueron utilizados en los primeros años como ariete en la lucha antiyihadista. Después intentaron sacar provecho, pero está igualmente claro que Ankara no puede aceptar una posible erosión de su soberanía territorial". Además, hay "millones de kurdos que nacieron y crecieron en Turquía y que sin duda no tienen intención de irse". "La cuestión sigue abierta - dice - porque también en este caso hay un derecho a vivir en la propia tierra, con el reconocimiento de la lengua y la cultura, pero es un proceso que hay que afrontar con la política y no con los cañones. ¡Necesitamos política y diplomacia para encontrar una solución a las crisis mundiales! Pero la política está ausente".
Por último, está el tema de los cristianos, que "desean ser actores y parte en el futuro de sus países y no quieren quedar atrapados en un estatus de víctima y de excepción que los hace sospechosos ante los poderes locales", dice el dominico. "Debemos superar la lógica de las Iglesias étnicas - concluye el p. Monge - luchando por una ciudadanía plena y reconocida, en el respeto de las particularidades religiosas".
El padre Bahjat Elia Karakach, párroco de Alepo, también habla de días "de enorme importancia". En un mensaje enviado a AsiaNews, el fraile de la Custodia de Tierra Santa señala el "cambio que la mayoría de nosotros nunca habíamos experimentado, dado que el régimen de Assad gobernaba desde hace 54 años", y la gente parece "desorientada", con "sentimientos mezclados de alegría y agitación, pero también ansiedad por el futuro". En un encuentro con los obispos y el clero que se llevó a cabo en los salones de la parroquia de San Francisco de Asís, los líderes de la oposición ahora en el poder aseguraron su intención de "garantizar la seguridad y atender la emergencia de las necesidades básicas. Luego se procederá a brindar los servicios necesarios para que las actividades retomen su curso". Los bienes de la Iglesia "serán devueltos y las escuelas cristianas privadas continuarán su misión educativa", prometen los nuevos dirigentes. Con respecto a lo que ocurrirá a partir de ahora, afirman que "no tienen un proyecto predeterminado, todo depende de la voluntad del pueblo sirio", incluidos los cristianos, que no son "extranjeros" sino "una parte esencial, como lo somos nosotros". Por último, el párroco subraya la conmoción ante las imágenes "de la apertura de cárceles subterráneas para liberar a los presos políticos: lugares de muerte" que recuerdan los "campos de concentración nazis".
01/09/2021 15:28
05/12/2016 09:48