03/09/2024, 18.48
INDONESIA
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P. Magnis-Suseno: 'Esperamos del Papa fuerza y ​​confianza, para no encerrarnos en nosotros mismos'

de Giorgio Bernardelli

Las expectativas del jesuita, rostro sumamente conocido de la Iglesia indonesia, sobre los discursos que Francisco pronunciará mañana en Yakarta ante las autoridades y la comunidad católica local. "La amistad entre las religiones y la atención al medio ambiente en este momento son los temas más importantes". Las diferencias con el viaje de Juan Pablo II en 1989, cuando Suharto todavía estaba en el poder: "El problema de hoy son las oligarquías. Pero tengo confianza en el futuro".

 

Yakarta (AsiaNews)- “Esperamos del Papa Francisco una inyección de fuerza y ​​de confianza. Creo que en sus discursos hará especialmente hincapié en dos dimensiones: el tema de la amistad entre las religiones y el cuidado del medio ambiente, que aquí es algo fundamental".

El sacerdote jesuita Franz Magnis-Suseno, de 88 años, es una de las voces más autorizadas de la Iglesia y de la sociedad civil de Yakarta. Originario de Baviera y ciudadano indonesio desde 1977, es desde hace décadas el alma de la Driyarkara School of Philosophy, con sus reflexiones sobre la ética pública y el compromiso con el diálogo entre cristianos y musulmanes. Habló con AsiaNews sobre el clima que impera en Yakarta en estas horas de espera del primer discurso oficial que Francisco pronunciará mañana en el palacio presidencial - ante las autoridades del país, el cuerpo diplomático y los representantes de la sociedad civil - y en la catedral, durante el encuentro por la tarde con obispos, sacerdotes, religiosos y agentes pastorales.

“Para los católicos – cuenta – esta visita es sin duda una gran ayuda: nos hace tomar conciencia de que estamos en el corazón del Papa. Pero en los últimos días he tenido la oportunidad de comprobar cuánto lo esperan también muchos grupos musulmanes. La Nadhlatul Ulama y los jóvenes de la Muhammadiyah están entusiasmados con su llegada".

Se habla mucho en estas horas del "túnel de la amistad" de treinta metros de longitud que une la catedral y la Gran Mezquita Istiqlal y que el Papa recorrerá la mañana del 5 de septiembre. Es un símbolo de hoy que el P. Magnis-Suseno invita a comprender en el ámbito de la historia de las relaciones entre cristianos y musulmanes en este país. A partir de la "fe común en el único Dios" y del compromiso concreto con la unidad en la diversidad que caracterizan la doctrina nacional de la Pancasila ("los cinco principios") que Sukarno, el padre fundador de la Indonesia independiente, quiso que fuera la base de convivencia.

"Gracias a la doctrina de la Pancasila, desde el principio la gran mayoría de los musulmanes no insistieron en hacer de Indonesia un Estado islámico - recuerda el anciano jesuita -. Eso también permitió una mejora constante de las relaciones entre cristianos - que sumando católicos y evangélicos son alrededor del 9 por ciento de la población total - y musulmanes. Sin embargo, hay que hacer algunas aclaraciones: el radicalismo islámico también existe en Indonesia, y en diferentes formas y grados incluye cerca del 20% de la comunidad musulmana. Pero el  mainstream, el grupo mayoritario, tiene una actitud positiva, tiene confianza en las relaciones. Y los mismos extremistas, más que nosotros, los no musulmanes, consideran que sus verdaderos enemigos son organizaciones como Nadhlatul Ulama o Muhammadiyah, a los que deben "convertir".

Mañana por la mañana el Papa Francisco se dirigirá a las autoridades de un país que se encuentra en una delicada transición política. Cuando Juan Pablo II vino de visita en 1989, todavía estaba en el poder el régimen autoritario de Suharto. Mañana recibirá a Francisco una Indonesia donde el mismo presidente saliente Joko Widodo - que encabezó el país durante dos mandatos - ha sido duramente cuestionado por el acuerdo con su antiguo rival (el Ministro de Defensa Prabowo Subianto, que le sucederá dentro de pocas semanas) y por haber colocado en la vicepresidencia a su hijo Gibran, forzando la Constitución.

“Hoy la situación política es completamente diferente a la de 1989 - observa el P. Magnis-Suseno-. Se llevó a cabo lo que aquí llamamos la Reformasi que  en 1998 cerró la época de Suharto. Hoy los derechos humanos y el método democrático están afirmados en la Constitución. Sí, hoy volvemos a vivir una situación problemática, las instituciones indonesias están mostrando signos de debilidad. Pero son problemas completamente diferentes: el peligro actual se llama oligarquía. Los partidos políticos no representan a la gente, los gobernantes corren el riesgo de estar sólo al servicio de intereses financieros".

“Pero no son problemas relacionados con la religión - explica el P. Magnis-Suseno -. Sigo siendo optimista sobre el futuro de la convivencia en este país. Cuando Suharto llegó al poder, algunos cristianos, especialmente católicos, comprendieron que era bueno apostar por los musulmanes, que era necesario que creciera la confianza en las relaciones. Y muchas personalidades y amigos de la comunidad islámica hicieron lo mismo, como Abdurrahman Wahid, que luego se convirtió en el cuarto presidente del país. Juntos hemos conseguido construir paz y progreso, abrirnos a la democracia. Lo importante en este momento, también para los cristianos, es seguir abriéndonos: no cerrarnos en nuestros propios círculos".

 

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