P. Luca del Bo: La escuela donde los Hermanos musulmanes islamizan a los jóvenes (II)
Para conocer el islam “desde adentro”, el misionero del PIME asistió a un instituto en Francia, que tiene como proyecto la islamización y la fundación del Califato, pero de una manera no-violenta. Jóvenes musulmanes que atraviesan una crisis con su fe, asisten a la escuela para fortalecer su identidad. El velo, la barba y la comida halal, distintivos del testimonio musulmán.
Roma (AsiaNews) – El P. Luca Del Bo es misionero del PIME y actualmente vive en Camerún. Allí, en el norte del país, junto a otros cristianos y a los imanes del lugar, ayuda a los jóvenes a evitar dejarse guiar por la fascinación del islam fundamentalista y violento de Boko Haram. A continuación, les entregamos la segunda parte de su testimonio, en la cual cuenta cómo fue su experiencia de asistir a una escuela islámica en París. Para leer la primera parte, haga clic aquí.
Para continuar trabajando sobre el diálogo con el islam, decidí formarme en París, donde también podía reforzar mi dominio del idioma francés. Encontré dos opciones posibles: una era la facultad islámica; la otra, un instituto privado (Instituto europeo de ciencias humanas).
Quería entender el islam desde adentro, explicado por un musulmán: no quería que fuese un cura quien me explicase la fe de otros. De la misma manera, para entender el cristianismo, es necesario que un musulmán se dirija a un cristiano, y no a otro musulmán. Con mis cohermanos del PIME decidimos descartar la opción de la facultad islámica, porque nos parecía fundamentalista. El Instituto privado parecía ser más abierto, pero resultó ser un conjunto de escuelas administradas por los Hermanos Musulmanes (HM). Los HM tenían tras sus espaldas una historia de violencia, pero la rama que sostiene la escuela donde yo asistía tiene un proyecto político de islamización que se caracteriza por ser no-violento. El objetivo sigue siendo, de todos modos, la islamización y la fundación de un Califato en el mundo.
Esta islamización se inicia con la formación de la base, se parte desde abajo hasta llegar a la cumbre, a nivel político. En la escuela esto es expresado con claridad, y se lo presenta, como el proyecto del islam, así, sin más ni más. Algunos alumnos musulmanes y yo preguntamos directamente si la escuela era sostenida por los HM. Nos respondieron que si bien la misma había sido fundada por los HM, ahora era independiente y ya no tenía vínculos directos. De todos modos, si nos referimos a los principios rectores, siguen los de Hassan al-Banna, el fundador de los HM, de quien se estudian textos, como también los de Sayyid al-Qutb, que fue el teólogo de los HM.
La escuela ofrece cursos de árabe, que cuentan con el reconocimiento del Estado francés, y teología musulmana explicada en árabe y en francés. También enseñan finanzas islámicas, una materia muy interesante, porque trata sobre la gestión de los negocios, herencias, etc. según la sharia (la ley islámica –ndt]. El instituto también se propone formar los imanes para Europa. Pero es justamente por este aspecto que la escuela todavía no es reconocida por el Estado, y se apoyan en un curso reconocido en el Institute Catholique. Francia exige que los imanes que ejerzan en el país conozcan el derecho francés que, en ciertos aspectos, se contrapone a la sharia. Mi impresión ha sido que se lo enseña pero sólo para “aprobar el examen” sin que se crea realmente en ello.
La islamización y el “verdadero islam”
La islamización se da, fundamentalmente, a través de la educación. En la escuela presentan la sharia con los hadiz, el Corán, la jurisprudencia y así refuerzan a las personas que asisten a estas lecciones, que son, sobre todo, jóvenes. Éstos quieren redescubrir su identidad y buscan argumentos sobre los cuales cimentar las bases de su fe. Actualmente la identidad islámica está en crisis. Estos jóvenes necesitan reencontrar su identidad y el valor de su fe. Es por eso que asisten a la escuela, donde les enseñan el amor y la imitación del profeta, el retorno a los orígenes. A las jóvenes les enseñan a llevar el velo, a cubrir sus formas; a los varones, a dejarse crecer la barba. Viviendo de esta manera, imitando al profeta (en el caso de los hombres) y a las mujeres del profeta (en el caso de las jóvenes), ellos viven en el “verdadero islam”.
Es curioso que siempre se oiga hablar de “verdadero islam”. Cuando ocurren atentados terroristas, ellos dicen: “Ese no es verdadero islam; el verdadero islam es paz y misericordia”. Dicen que ese islam de los terroristas no es verdadero porque es violento, trata de aterrorizar, conmocionar a la gente: el profeta jamás perturbó a nadie, ni siquiera cuando propuso el islam. Citando los hadiz, ellos sostienen que, en lugar de perturbar a alguien, el profeta dejaba al otro seguir su convicción religiosa.
Y tampoco es “verdadero islam” lo que se aparta del islam tradicional, lo que hoy suele llamarse el “islam iluminado”, un islam que trata de modernizarse leyendo desde una mirada crítica los hadiz, el Corán, rechazando la interpretación literal.
No es “verdadero islam” ni siquiera el llamado islam espiritual (sufismo). El “verdadero islam” es el de dos períodos de oro, el de los “cuatro califas bien guiados” y el de la dinastía de los abasidas. Para ellos, hay que volver a este islam. El islam moderno le hace mal al islam; los que proponen una interpretación moderna y abierta del islam, no son considerados musulmanes. Citando los hadiz, dicen que a esa gente hay que matarla, incluso antes que a los cristianos y a los judíos, porque son ellos lo que hacen el verdadero daño al islam. Los que critican los hadiz y los ponen en discusión no son verdaderos musulmanes, es más, ni siquiera los llaman musulmanes.
Este es el estilo de formación que caracteriza a los HM, aunque los responsables de la escuela lo nieguen. Se insiste mucho sobre la tradición, y también sobre la vestimenta. Para ellos, formar significa enseñar cómo debe vestirse y cómo debe comportarse un musulmán. Por ejemplo, para ellos, los musulmanes no deben frecuentar mucho ni permanecer demasiado tiempo con personas que no sean musulmanas. En el curso de teología musulmana, de señalan estas cosas: no frecuentan grupos de personas no-musulmanes más allá de los estrictamente necesario; bajar la mirada y no mirar a los ojos; cuál es la vestimenta justa para la mujer (no mostrar las curvas y llevar el velo, pero no cubrirse el rostro con él); la comida debe ser halal (pura); los demás productos deben ser orgánicos. Hay una fuerte sensibilización con respecto a la comida: es uno de los temas más importantes. Para los hombres, dejarse crecer la barba sin bigote no es obligatorio, pero es un acto de amor hacia el profeta; el hombre no puede llevar adornos de oro. Insisten mucho sobre el comportamiento, el modo de vivir, en la necesidad de dar testimonio de la fe en el ámbito exterior.
(Fin de la segunda parte; artículo en tres partes)
03/09/2018 17:12