P. Ibrahim: Alepo está “inmovilizada y con miedo”, durante el Adviento oraciones por la paz

El párroco narra que la población está “extremada” frente a la escalada de los combates y de las violencias. El ejército gubernamental conquista dos barrios rebeldes en el este. Para el frente anti-Assad es “la peor derrota” del inicio de la guerra. Siempre más grave la crisis humanitaria en el sector oriental. La preocupación es “sobrevivir”. Las familias continúan escapando.

Alepo (AsiaNews)- La situación de Alepo es “crítica” y con el intensificarse de la ofensiva, “siempre más bombas caen sobre la ciudad”. Ahora “vivimos al día, contando casas, iglesias, escuelas y hospitales atacados, las víctimas y los heridos”. Es cuanto narra a AsiaNews el p. Ibrahim Alsabagh, franciscano de 44 años, guardián y párroco de la parroquia latina de Alepo, que habla de una población “extremada” por una guerra que, en estas últimas semanas es aún más violenta y dramática. “Han apenas evacuado una escuela secundaria en el sector occidental-agrega- y la noche pasada un misil centró a otro instituto. Por fortuna el edificio estaba vacío y no hubo muertos”.

También el sector occidental, donde vive la mayoría de la población, “el movimiento de personas por las calles es mínimo. Prevalecen la incertidumbre y los sufrimientos”. Ayer para la misa dominical, “vinieron menos personas que lo normal”. Alepo está “inmovilizada y atemorizada”, continúa el p. Ibrahim y “todos nosotros estamos en la espera de entender qué sucederá en los próximos días”. “Las familias, tanto en el oeste como en el este, están extremadas y piden sólo la paz frente a una vida siempre más difícil. Por esto hemos decidido intensificar las oraciones por la paz durante el Adviento”.

Mientras tanto las fuerzas del gobierno sirio han conquistado un área estratégica de Alepo este, dividiendo en dos partes el sector controlado por los rebeldes e interrumpiendo la contigüidad territorial. Fuentes gubernamental y grupos activistas confirman que, en la primera mañana de hoy, el ejército del presidente Bashar al-Assad ocupó los suburbios de Sakhur, Haydariya y Sheikh Khodr. Mientras las milicias kurdas han conquistado a los rebeldes el distrito de Sheikh Fares.

Rami Abdel Rahman, director del Observatorio sirio por los derechos humanos, Ong con base en Londres y una gran red de informadores en el terreno, subraya que para los rebeldes es “la peor derrota” en estos años de guerra. Fuentes militares sirias agregan que “la avanzada continúa” e iniciaron las operaciones de bonificación con la remoción “de explosivos y minas”.

Miles de civiles han abandonado el sector oriental de Alepo, un tiempo capital económica y comercial de Siria, después de un fin de semana de enfrentamientos violentísimos. Y hay diversos centenares de familias evacuadas al interior del área bajo asedio. El objetivo del ejército y reinicia el control de toda Alepo, segunda ciudad por importancia de Siria y desde el verano de 2012 está dividida en dos sectores: el occidental, donde viven casi 1,2 millones de personas, en mano de los gubernamentales; en la zona oriental controlada por los rebeldes y yihadistas, donde hay unas 250 mil personas, desde hace meses asediados.

Scott Craig, vocero del Alto comisariado Onu para los refugiados (UNHCR), subraya que la población local- entre los cuales 100 mil niños- tiene “urgente necesidad de ayudas”. “La situación en el lugar- confirma el funcionario de las Naciones Unidas- en Alepo este está al límite de la imaginación para quien no vive esta realidad”. Según cuanto refieren los Cascos blancos, controvertida Ong humanitaria que obra en el sector oriental, en los últimos días habrían muerto al menos unos 500 civiles y más de 1500 son los heridos.

Abdullah Ansari, uno de los tantos habitantes de Haydariya escapados el fin de semana hacia el sur, junto a otros seis componentes de su familia, habla de “ataques aéreos y bombardeos sin tregua”. Con el acercarse del ejército, agrega el hombre, “decidimos dejar la zona”. Acota lo mismo Muhammad, que no quiere revelar su nombre completo por motivos de seguridad, que de hace poco ha dejado el sector de Hanano “a causa de los graves bombardeos del ej´rcito sirio en el contexto de la ofensiva”, durante la cual habrían usado también gas al cloro. Junto a su esposa, a su madre y tres hijos espera encontrar refugio en el oeste, en el sector controlado por el gobierno. Ibrahim Abu Laith, activista en Alepo este, subraya que “muchísimos del sector oriental han replegado hacia oeste”. “Hay al menos 300 familias-agrega- que se transfirieron en las últimas horas; otras se quedaron y están reducidos al extremo, mientras el ejército avanza en modo rápido”.

Entre los símbolos del drama que se consuma en el sector oriental está también Bana Alabed, una niña de siete años que desde hace dos meses cuenta vía twiter- en la cuenta abierta de la madre-las violencias. Entre los 94 miles follower hay también medios internacionales, intelectuales y académicos entre las escritora J.K. Rowling, que relazó varias veces sus pedidos. Los últimos tweet, posteados en el fin de semana, la muestran entre el polvo que afirma: “Desde esta noche no tenemos ni una casa. Fue bombardeada y está destruida. Vi personas muertas o están casi muertas como yo”. Y luego un último pedido, desesperado: “Estamos bajo bombardeos pesadísimos, no podemos más estar vivos. Cuando moriremos, continúen a hablar de las 200 mil personas que están todavía aquí. Chau”.

A la guerra y a las violencias, los cristianos de Alepo responden con la oración y el ayuno: “Con el inicio del Adviento-explica el p. Ibrahim- hemos querido lanzar algunas iniciativas de paz y pedí a los fieles de rezar aún más con esta intención”. Entre las tantas, una involucra a los niños que “cada primer domingo del mes, a partir del 4 de diciembre realizarán una procesión, con cantos y oraciones, por la paz”. Una iniciativa que supera los confines de la ciudad y se realizará “en todas las casas y parroquias de los franciscanos en el mundo”. “Escuchamos las noticias que hablan de la ofensiva gubernamental- prosigue el párroco- pero son voces lejanas; lo que experimentamos cada día son las bombas en el aire, los misiles, las explosiones en ambos sectores de la ciudad”. “La preocupación “es sobrevivir”, como lo atestiguan las familias que se nutren por un mes con las reservas de comida que les da la Iglesia y “que les sos suficientes apenas para dos semanas”. Frente a estos sufrimientos, muchas familias tratan de escapar en busca de refugio y salvación lejos de Alepo, atravesando las fronteras de Siria. “Nosotros continuamos rezando-concluye el p. Ibrahim- por la paz y también por aquellos que lanzan las bombas sobre nuestras casas, sobre la iglesias”