Orissa: Mons. Barwa recuerda al misionero Graham Staines y ‘el ecumenismo de la sangre’
El pastor australiano fue quemado vivo en su automóvil mientras dormía junto a sus hijos de 10 y 6 años. Trabajaba en favor de los leprosos y con la gente pobre, los dalits y tribales. El Arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar habla de la “Urgente necesidad de unidad en el país”. El aniversario del homicidio, durante la Semana de oración por la unidad de los cristianos.
Bombay (AsiaNews) – El misionero Graham Staines es un “ejemplo de amor. Él estaba al servicio de todos, en particular de los últimos, los niños, los leprosos, los dalits y tribales. Todos debemos mantener vivo su mensaje de amor”. Son las declaraciones de Mons. John Barwa, arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, en Orissa. Hoy se cumple el 21er aniversario de la masacre del pastor australiano, que fue quemado vivo por radicales hindúes mientras dormía en su automóvil junto con sus hijos, Philip y Timothy, de 10 y 6 años de edad.
Para Mons. Barwa, el homicidio del Rev. Staines, ocurrido en la noche del 22 al 23 de enero de 1999, fue un preludio de la violencia anti-cristiana desatada en Kandhamal (Orissa) en el verano del 2008. El prelado afirma: “En Kandhamal hemos dado testimonio del ecumenismo de la sangre. Jesús ha derramado su sangre por cada uno de nosotros, y todos nosotros hemos soportado la persecución en nombre de Cristo”.
En agosto del 2008, el asesinato de un swami local, perpetrado por maoístas pero atribuido a los cristianos, desató los “pogromos de Orissa”. En total, hubo 100 víctimas fatales. “Los extremistas – cuenta el arzobispo – no hacían distinciones entre católicos, baptistas, pentecostales u otras denominaciones cristianas. Todos fueron perseguidos por ser cristianos. Esta es nuestra fe, este es nuestro credo en Jesucristo, Nuestro Señor”.
El aniversario de la masacre del Rev. Staines coincide con la Semana de oración por la unidad de los cristianos. Mons. Barwa subraya: “Sin unidad, no se puede hacer nada. Las palabras deben manifestarse con la vida y con las acciones. La unidad no es un mero término. Hoy en día, el egoísmo ha corrompido el corazón del hombre. Los seres humanos han pasado a estar demasiado concentrados en sí mismos, y se han vuelto más crueles. La crueldad infligida por un hombre hacia otro hombre es un signo de depravación. Este egocentrismo es el resultado de una falta de progreso y desarrollo del ser humano. Nuestro país corre el riesgo de dividirse en base a líneas [religiosas]. Hay una necesidad urgente de una fuerte solidaridad y unidad”.
En diálogo con AsiaNews, Sajan K George, ortodoxo y presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC), comenta la “insólita gentileza del misionero australiano, que trabajó durante 34 años en Baripada, Orissa, en medio de los tribales y los leprosos, en las periferias rurales, sin discriminar a nadie. Han pasado 21 años, y lamentablemente los crímenes de odio contra las minorías religiosas están en aumento otra vez. El país está polarizado en base a líneas confesionales”.
El líder cristiano subraya que “Hoy, la unidad entre las Iglesias cristianas es de una importancia vital, sobre todo frente a la cuestión de los refugiados, los migrantes y con el Citizenship Amendment Act [CAA, la nueva ley sobre ciudadanía, que excluye a los musulmanes – ndr] y el Registro Nacional de los ciudadanos. [Estas leyes] afligen a millones de ciudadanos que corren peligro de ser declarados “inmigrantes irregulares”, encerrados por años en centros de detención, privados de la ciudadanía, del derecho al voto y a la propiedad privada. En pocas palabras, es el poder que priva a las personas de sus derechos”.
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