Orissa festeja el 75 aniversario de las Siervas de María (Fotos)
La congregación fue una de las primeras de la India en incorporar tribales en el orden religioso. Las religiosas “viven de manera sencilla, como pobres en medio de los pobres”. Enseñan el catecismo, sirven a los pobres y enfermos y educan a los jóvenes. Un “don de la Iglesia de Orissa a la Iglesia universal”.
Bombay (AsiaNews) – Las Siervas de María (HM) de Orissa han celebrado los 75 años del nacimiento de la congregación. Los festejos se llevaron a cabo el 4 de enero pasado. La misa estuvo presidida por Mons. John Barwa, arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, y fue concelebrada por seis obispos, con la presencia de cientos de sacerdotes y religiosas. Mons. Barwa elogió a las hermanas por su “magnífico crecimiento y por el servicio brindado a la sociedad”.
La congregación fue fundada en 1944 por el Pbro. Edmund Joseph Harrison, jesuita, en la parroquia de Kesaramal, en Roukela, Orissa occidental, y luego por el Pbro. Herman Westermann, de la Sociedad del Verbo Divino, de Sambalpur. El objetivo fue prestar el apoyo de las religiosas en la labor de los misioneros, para aliviar la situación de pobres, mujeres y niños. En diálogo con AsiaNews, Mons. Barwa afirma: “La congregación sirve a la Iglesia de forma altruista, y las hermanas están al servicio de las mujeres y los niños”.
El prelado cuenta que el principal objetivo de las Siervas de María “es la enseñanza de la religión y del catecismo, tanto a los niños, en las escuelas, como a los habitantes de las aldeas. Y hacen esto de una manera concrecta, práctica, adaptada [al contexto] y atractiva, de modo que todos puedan aprender, amar y practicar la religión de forma correcta”.
Las hermanas también se dedican a la pastoral de la salud, en el servicio a los pobres, marginados, tribales y dalits. Ofrecen cursos de formación profesional para los jóvenes, para que puedan ser autosuficientes valiéndose de sus competencias”.
El arzobispo subraya que “la congregación trabaja para mejorar la situación de todos. El Padre Westermann fue un revolucionario porque quiso trabajar en favor de los tribales en un período en que la Iglesia vacilaba en aceptarlos en las congregaciones religiosas. Hoy, las religiosas son una congregación de derecho pontificio, que también se encuentra presente en Alemania. Ella son el don de la Iglesia de Orissa a la Iglesia india y a la Iglesia universal. Las religiosas viven sencillamente, con la gente sencilla, como pobres en medio de los pobres”.
Sor Meena Barwa, sobrina del arzobispo, ingresó a la congregación en 1995. La religiosa sobrevivió a un brutal ataque sexual grupal durante los pogromos contra los cristianos de Kandhamal en el 2008. Ella relata cómo la sostuvo la congregación después de aquél terrible episodio. “En el 2009 – cuenta – mis superiores me mandaron a estudiar lejos de Orissa, sin revelar mi identidad a mis compañeros y docentes. Viví como una más, “entre tantas muchachas”, en un pensionado del convento. Aparte de las hermanas, nadie conocía mi identidad. El desafío fue tener la libertad de ser yo misma, viviendo como estudiante”.
Inmediatamente después de la violación por parte de los radicales hindúes, cuenta Sor Meena, “algunas hermanas vinieron a socorrerme, poniendo en peligro su vida. Mi congregación jamás me mandó de vuelta a casa y se ocupó de mi bienestar hasta en los más mínimos detalles, incluyendo mi rehabilitación física, emocional y espiritual. Me apoyaron plenamente, cuando me tocó relatar al mundo la verdad sobre lo que me había sucedido a mí y en Kandhamal. Recibí el mismo trato de los demás, y ahora me aman más que antes”.
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