Oriente Medio, entre guerras y desplazamientos, auge del SIDA: +116% desde 2010
Según el estudio de Frontline Aids, Oriente Medio y el Norte de África registran una escalada de la epidemia frente a una caída global del 39% en el mismo período. El caso de Egipto, con un aumento del 609%. Mayor riesgo en las categorías "marginadas", sobre todo homosexuales, trabajadores sexuales y toxicodependientes.
Beirut (AsiaNews) - Guerras y conflictos internos, crisis económicas, desplazamientos forzados y falta de fondos han dado como consecuencia "una escalada de la epidemia de VIH" en Oriente Medio y el Norte de África a partir de 2010, con un aumento del 116% de los casos frente a una caída global de infecciones en el mismo período del 39%. Estos son los datos del informe que publicó en los últimos días Frontline Aids (ex International Hiv/Aids Alliance, Ihaa), una asociación global de organizaciones - gubernamentales y no gubernamentales - creada en 1993 para concienciar sobre la enfermedad y promover el tratamiento, sobre todo en los países en desarrollo. El estudio titulado Prevention and Accountability Report for the Middle East and North Africa, y centrado en los métodos de prevención y las respuestas estratégicas, muestra que los casos han aumentado significativamente en Egipto, Jordania, Líbano, Marruecos y Túnez. Un caso especialmente grave es el país de los faraones, donde el dato de crecimiento es del 609% desde 2010.
El aumento progresivo se ha verificado en un contexto de inestabilidad en la región, que incluye conflictos en curso, desplazamientos forzados y crisis humanitarias que debilitan los gobiernos y las medidas de salud pública, dañan las infraestructuras e interrumpen los servicios de salud. Los grupos marginados, como homosexuales, transexuales, trabajadores sexuales, drogadictos y presos, se encuentran entre los más vulnerables y expuestos a la infección, además de tener que enfrentar el estigma social y las leyes restrictivas que impiden el acceso a los servicios de prevención y tratamiento del VIH.
En 2023 se registraron al menos 22.962 casos de VIH en la región MENA, frente a menos de 11.000 casos en 2010. En términos de edad, casi el 20% corresponde a jóvenes de entre 15 y 24 años. Según UNICEF, en 2022 sólo el 67% de las personas de 15 años o más que vivían con el VIH sabían que estaban infectadas; por otra parte, el 50% estaba recibiendo tratamiento y el 45% era capaz de reducir su carga viral a niveles que ya no representaban una amenaza para su salud.
El informe de Frontline Aids explica que el aumento se ve agravado por la escasez de fondos, ya que la región de Oriente Medio y el Norte de África recibió solo el 1% del total mundial en 2023. Los profesionales sanitarios de los países de la zona, por otra parte, se ven obligados a operar con apenas el 15% de los fondos necesarios para garantizar una respuesta eficaz a la escalada de casos de VIH. Además, la brecha de fondos del 85%, junto con la inestabilidad económica y el aumento de la inflación, ha obstaculizado gravemente los esfuerzos para hacer frente a la enfermedad y reducir los contagios.
Si bien subraya la importancia de la sociedad civil para liderar la respuesta a la seropositividad, el estudio señala que la reducción del espacio cívico, las leyes restrictivas y los escasos recursos en la región constituyen un grave obstáculo para garantizar una respuesta eficaz. Golda Eid, responsable de los programas de Frontline Aids, explica que la región "ha sido dejada atrás" y advierte que, a falta de acciones e inversiones urgentes, la epidemia podría "aumentar a un ritmo sin precedentes". "En toda la región, las organizaciones ya están liderando el cambio, generalmente con recursos limitados. Con un gobierno político más fuerte, mayor financiación y un compromiso para abordar el estigma y la discriminación, podemos cambiar el rumbo. Todavía existe - advierte - la posibilidad de salvar vidas y construir un futuro libre de SIDA en la región, pero el momento de actuar es ahora".
Mohammed El Khammas, responsable de acciones internacionales de Frontline, añade que las cifras citadas en el informe probablemente estén subestimadas. "El aumento del 116% es el resultado de una tasa de realización de pruebas muy limitada, y las dimensiones de la población afectada no se conoce bien, lo que reduce significativamente la posibilidad de cobertura". Además, señala, estas poblaciones "sufren estigma y discriminación. Estoy convencido de que este porcentaje será aún más alarmante en los próximos años si aumenta el número de pruebas de VIH". El informe pide a los gobiernos de la región y a los donantes internacionales un aumento urgente de las inversiones en la prevención del VIH, lo que va en sentido contrario a los recortes globales de ayuda que ha decidido la administración estadounidense encabezada por el presidente Donald Trump. Por último, pide que se introduzcan estrategias y medidas a nivel nacional para afrontar el estigma y la discriminación.
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