Occupy vuelve a las calles: Hong Kong como Corea del Norte: un falsa democracia

En la manifestación de ayer han participado 13 mil personas. La gente busca nuevos modos para expresar su disenso. Al menos 2 mil policías para controlar el cortejo. Una enormidad de paraguas amarillos.

Hong Kong (AsiaNews/Agencias)- "Hong Kong se está volviendo siempre más como Corea del Norte, porque la democracia de la cual habla el gobierno parece "falsa". Es el juicio de Gabriel Lam, 14 años, que participó ayer a la manifestación convocada por el movimiento Occupy Central que pide una democracia real para el Territorio.

En la marcha que desarrolló ayer por las calles del centro, Gabriel llevaba una bandera con el taipán, la barca de juncos símbolo de Hong Kong, y los colores de la bandera de Corea del Norte. A la manifestación participaron unas 13 mil personas, si bien la policía afirma que los manifestantes eran la mitad. Como compensación había 2 mil policías que controlaban el cortejo, temiendo nuevas ocupaciones del suelo público. Muchos llevaban paraguas amarillos, que es ya el símbolo de Occupy porque en las manifestaciones el paraguas servía para defenderse de los gases urticantes y de los hidrantes usados por la policía.

Por 79 días, desde fines de septiembre hasta los primeros días de diciembre del año pasado, el movimiento de Occupy bloqueó algunas calles del centro pidiendo que a la población les fuera garantizado un real sufragio universal en la elección del gobernador y del parlamento. China de hecho decidió que toda la población del territorio vote por el jefe del ejecutivo, pero que los candidatos que había que elegir fueran sólo 3 y nombrados por Beijing.

La marcha de ayer fue hecha porque en el Parlamento de Hong Kong se está discutiendo la reforma política, que los diputados democráticos quieren boicotear. Algunos de ellos han pedido un encuentro con el gobierno central chino, pero hasta ahora no hubo ninguna respuesta.

En las manifestaciones del año pasado han participado centenares de miles de personas. La poca presencia de ayer, según los críticos es que la población está cansada y lista para aceptar las directivas de Beijing. Los organizadores dicen en vez que la gente está sólo cansada de los modos tradicionales de manifestar y está buscando nuevos modos para expresar su propio disenso.