Occupy Central: Joshua Wong, Nathan Law y Alex Chow condenados por reunión ilegal

de Paul Wang

Los tres jóvenes que han desencadenado las protestas del movimiento “de los paraguas”, arriesgan algunos años de prisión. Occupy Central había nacido para pedir una plena democracia en el territorio. Wong: “No estamos arrepentidos de lo que hicimos”. La amenaza a la libertad de expresión.

Hong Kong (Asianews)- El joven estudiante Joshua Wong Chi-fung (a la izq. de la foto), jefe del grupo Scholarim fue reconocido culpable de haber escalado el recinto del edificio del gobierno de Hong Kong el 26 de septiembre. Su acción, junto a la de otros cientos de estudiantes y, sobre todo, la respuesta violenta de la policía, dio inicio a la serie de "sentadas" en la zona central del territorio, que se conoce con el nombre de Occupy Central.

La protesta fue adelante por dos meses más, recibiendo a cientos de miles de personas y fue desmantelada por las fuerzas del orden hacia mediados de diciembre de 2014, sin obtener ningún resultado de Beijing.

El movimiento de Occupy Central o “de los paraguas” (por el uso que se hizo para defenderse de los camiones hidrantes de la policía), había nacido para exigir a Beijing la elección directa del jefe del Ejecutivo del territorio, que actualmente es elegido por un comité de 1.200 personas, en su mayoría pro-Beijing.

Junto a Joshua Wong, que ahora tiene 19 años, fueron condenados también Nathan Law, de 23 años (en el centro de la foto), jefe del grupo Demosisto y Alex Chow (a la derecha de la foto), de 25 años, en aquel entonces secretario de la Federación estudiantil. Todos ellos fueron hallados culpables de incitación y reunión ilegal. La sentencia será emitida el próximo 15 de agosto. Wong corre el riesgo de cumplir cinco años de prisión.

Saliendo de la Corte, delante de los periodistas, Wong dijo: “No nos arrepentimos de lo que hicimos”. Y Law agregó: “Nuestra acción dio inicio al “Movimiento de los Paraguas”.

La Iglesia católica de Hong Kong y la protestante estuvieron cerca de los que pedían más democracia en el territorio. Occupy Central es considerado como un movimiento que tiene una gran responsabilidad civil hacia la población de Hong Kong, a menudo tibia y más interesada en el trabajo y en el dinero, exclusivamente.

Mabel Au de Ammnesty International Hong Kong, declaró que: “la condena de los líderes estudiantiles en base a vagas acusaciones como la de “asamblea no autorizada”, huele más a venganza política de parte de las autoridades… La continua persecución a importantes figuras del movimiento de los paraguas es un ataque a la libertad de expresión y de asociación pacífica en Hong Kong.