Obispos indonesios: guerra a la droga y programas de recuperación para las víctimas
Yakarta (AsiaNews)- Los obispos indonesios lanzan una guerra a todo campo contra la droga y piden programas que miren hacia la recuperación de las víctimas. Al mismo tiempo, los prelados hacen notar que la cárcel no es la solución justa para los toxico-dependientes, los cuales deben ser ayudados a abandonar el uso de todo tipo de estupefacientes y a reinsertarse en la sociedad en modo activo. La iniciativa surgió con fuerza en el curso del encuentro anual de la Conferencia episcopal (Kwi), que se realizó a mitad de noviembre en Yakarta; a distancia de dos semanas, los obispos han difundido "una exhortación" pastoral que reclama a "todos los católicos indonesios" a "mostrar el fuerte apego a la vida, mediante una lucha sin límite a la droga"
Una cuestión urgente y delicada, visto que fuentes Kwi, detrás del anonimato revelan que hay un nutrido número de católicos y cristianos tanto entre los toxico-dependientes, cuanto entre los productores de sustancias estupefacientes
Para los obispos indonesios el tráfico de cualquier tipo de droga es "un crimen social gravísimo", que "no debe pasar en silencio". Para confirmación la actualidad del problema, los datos proporcionados por el general Anang Iskandar de la Agencia nacional anti-droga: en 2013 el número de drogadictos superó los 4,1 millones, la mayor parte de los cuales se droga consumiendo cannabis. La droga está presente en todo nivel, entre estudiantes, profesionales y hasta políticos. Sin embargo, la mayoría pertenece a un estrato social "más alto" y que puede permitirse el costo de los "bienes ilegales".
Además, el abuso de sustancias estupefacientes ha "dado vida" a una "cadena de violencias y devastaciones" que interesa a toda la población. Los prelados tachan como "criminales" tanto a los productores, tanto a los traficantes de sustancias ilícitas y por el contrario, invitan a "tratar con atención" a aquellos que son víctimas o sea los drogadictos. "La prisión-advierten- no es cierto la solución mejor. Tenemos que hacer algo juntos a las otras partes en causa, para enfrentar esta plaga social". Y buscar tratar de restituir "buena salud física y psicológica", para que puedan reiniciar una segunda vida nueva.
La Conferencia episcopal desea que se forme un movimiento nacional, que parta justamente del compromiso del individuo, de las familias, de las escuelas y de grupos que están presentes en el seno de las comunidades. Y una mayor presencia a nivel de "parroquias y diócesis
n Indonesia, nación musulmana más poblada del mundo, los católicos son una pequeña minoría compuesta por cerca de 7 millones de personas, casi el 3,6 % de la población. La Constitución sanciona la libertad religiosa, sin embargo la comunidad es víctima de episodios de violencias y abusos, sobre todo en las áreas en las cuales está más radicada la visión extremista del islam, como en Aceh. Ellos son una parte activa en la sociedad y contribuyen al desarrollo de la nación o a la obra de ayudas durante las emergencias, como sucedió en ocasión del devastador aluvión del enero pasado.
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