Obispos filipinos: oremos por la paz en el Mar de China Meridional

de Santosh Digal

El presidente de la Conferencia Episcopal Mons. David hizo un llamamiento al diálogo entre Manila y Beijing al concluir la Asamblea que tuvo lugar en los últimos días: "Nadie quiere un conflicto, trabajemos por el diálogo". Se difundirá y recitará una oración en todo el país. El duro enfrentamiento entre los barcos de las dos guardias costeras podría degenerar por intereses geopolíticos.

Manila (AsiaNews)- La Conferencia Episcopal de Filipinas hizo un llamamiento a las autoridades del gobierno a fin de que trabajen para resolver la actual disputa territorial con Beijing en el Mar de China Meridional mediante el diálogo y no mediante la guerra. En una conferencia de prensa al concluir la Asamblea celebrada en Cagayán de Oro, el presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Pablo Virgilio David, obispo de Caloocan, invitó a los católicos del país a orar por una resolución pacífica de las cuestiones pendientes.

“Somos líderes espirituales y morales, no políticos, y somos conscientes de las tensiones en nuestros conciudadanos - afirmó Mons. David -. Nadie está a favor del conflicto y la tensión se debe aplacar mediante el diálogo. Nuestros padres, nuestros antepasados y muchos otros fueron testigos de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Y ninguna nueva generación debería volver a afrontar la misma prueba que devastó a la generación de nuestros padres".

El origen de las tensiones entre Filipinas y la República Popular China es la navegación en áreas que Beijing afirma arbitrariamente que están bajo su soberanía. En las últimas semanas la Guardia Costera china ha empleado tácticas más agresivas, poniendo en grave peligro los intereses de los pescadores filipinos. Hace unos días, cerca de las islas Spratly, que Manila reivindica como su zona económica exclusiva, también fue abordado un barco militar filipino.

El conflicto sobre el Mar de China Meridional no es sólo una cuestión local. El mundo occidental, así como Japón y Corea del Sur, miran con preocupación el expansionismo chino en el Pacífico, y el tema está bien presente en la agenda de la cumbre por los 75 años de OTAN que se está desarrollando en Washington. En los últimos días ha habido contactos entre Filipinas y la República Popular China para aliviar la tensión, pero el riesgo de nuevos incidentes sigue siendo alto. Incluso hoy hubo intercambios polémicos sobre una operación de rescate de uno de los marineros filipinos que viven en el Second Thomas Shoal, donde un viejo buque de guerra fue varado en 1999 para reclamar su soberanía. La guardia costera china dijo que "permitió" la evacuación por razones humanitarias. La Armada filipina ha cuestionado esta declaración afirmando que demuestra el bloqueo "ilegal" impuesto por Beijing.

En este contexto, Mons. David anunció que en los próximos días se publicará una Oratio Imperata especial - un tipo de oración litúrgica que la Iglesia propone en caso de acontecimientos o calamidades particulares - que se recitará a nivel nacional para apoyar la paz en medio de estos conflictos geopolíticos. “Rezar por la paz es tan importante como trabajar para construirla”, añadió Mons. David. Hace pocos días Mons. Paul Richard Gallagher, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, habló desde Manila sobre el conflicto en torno al Mar de China Meridional, invitando a las partes a "respetar el derecho internacional" y resolver sus conflictos de forma amistosa.