Obispo filipino: Mary Jane, icono del migrante. Que Manila detenga el éxodo de trabajadores
Manila (AsiaNews) - En Mary Jane Fiesta Veloso, la mujer que escapó esta noche de la pena de muerte en Indonesia, "podemos ver un icono de la filipina migrante. Oramos constantemente por ella, porque creemos en el poder de Dios y su misericordia. Pero el gobierno de Filipinas tiene que mejorar la situación económica y crear puestos de trabajo, para que historias como esta no se repitan. Esta mujer estaba buscando un futuro mejor para él y su familia, y casi se muere. También sirve una respuesta política". Lo dice Mons. Ruperto Santos, Obispo de la Diócesis de Balanga y presidente de la Comisión para el tratamiento de los migrantes de la conferencia de obispos filipinos.
Mientras tanto, surgen nuevos detalles sobre la suspensión de la ejecución de la mujer, condenada a muerte en Indonesia por por tráfico de droga. El Departamento de Asuntos Exteriores en Manila aclaró que la mujer "es ahora un testigo del Estado en un proceso que estamos instituyendo contra María Cristina Sergio, quien supuestamente la reclutó para ir a trabajar en Indonesia. Le pedimos a Yakarta detener la ejecución después que ayer Sergio fue entregada a las autoridades". La presunta reclutadora afirma haber recibido amenazas de muerte por su participación en el asunto Veloso, pero niega haber entregado la droga.
Charles José, Portavoz del Departamento, dijo: "El hecho de que Sergio haya sido arrestada ha tenido una gran importancia. Ahora vamos a preparar una investigación sobre todo este asunto y vamos a hacer luz sobre lo sucedido". Hace unas horas, el funcionario agregó: "La Sra Veloso ha salido de la cárcel de alta seguridad de Nusakambangan [conocida como la "Isla de las ejecuciones ndr"] y devuelta a la prisión en Wirogunan en Yogyakarta. Estamos preparando documentos para enviar a su familia a visitarla".
En Mary Jane, dijo Mons. Santos, "vemos a una madre que quiere una vida mejor para sus hijos. Pero también vemos una mujer forzada a dejar todo para trabajar. Así que hacemos un llamado al gobierno para poner en marcha las políticas de empleo que ofrecen salarios decentes a los filipinos. Necesitan empleo estable aquí en casa, para que puedan derrotar el flagelo de la migración forzada que separa a tantas familias".
El prelado hace un llamamiento a los migrantes: "Tengan cuidado y abran tu mente. Eviten las cosas que usted sabe que están mal, como la droga. No caiga en manos de reclutadores humanos. Y a ellos les pido parar y reflexionar sobre lo que están haciendo: están creando víctimas inocentes. Arrepiéntanse y vuelvan por el buen camino".