Obispo filipino amenazado de muerte: No me detendrán

“Pero, nada puede impedirme continuar con mis deberes espirituales y pastorales”. El obispo de Caloocan está entre las voces más críticas sobre la controvertida guerra a la droga de Duterte. En los últimos meses, fue el objetivo de graves (jamás probadas) acusaciones por parte del presidente.

Manila (AsiaNews) – Mons. Pablo Virgilio Siongco David (Foto), obispo de Caloocan y vicepresidente de la Conferencia episcopal de Filipinas (CBCP), confirma haber recibido amenazas de muerte hace dos semanas y declara “que no sabe de parte de quién provienen”.

El caso salió a la luz el pasado 24 de febrero. A poco menos de tres meses de las elecciones generales del 13 de mayo, el presidente Rodrigo Duterte-protagonista de numerosos ataques verbales a la Iglesia católica- utilizó el palco de un encuentro político en Cebu City por un repentino cambio de tono.

“No toquen a los religiosos, no tiene nada que ver con la política”, declaró. “Musulmanes o cristianos no tienen nada que ver con nosotros. No lo hagan. No prueben hacerlo. Los líderes religiosos no tienen nada que repartir con los caprichos de la vida. ¡Termínenla! Dejen de amenazarlos y se las verán conmigo”.

Durante el comicio, Duterte citó parte de una carta que le envió el arzobispo de Manila, el Card. Luis Antonio Tagle. En el mensaje, el purpurado refería que “Mons. David y algunos sacerdotes” recibieron amenazas de muerte de “alguien que declara que trabaja para la familia del presidente”.

Duterte no explicó quién fuese Mons. David”, pero a todos la referencia inmediatamente indicó al obispo de Caloocan, Mons. Pablo David está entre las voces más críticas en relación con la controvertida guerra a la droga del presidente, cuyas víctimas según los activistas ya han superado las 20 mil unidades.

En los últimos meses, el prelado fue objeto de pesadas (jamás probadas) acusaciones por parte del presidente, entre los cuales los robos de donaciones y la involucración en el tráfico de droga. Sobre CbcpNews, a la pregunta si las amenazas de muerte están relacionadas a su campaña contra los homicidios, Mons. David responde: “vuestra hipótesis es tan buena como la mía”. Pero, afirma: “Ninguna amenaza o intimidación podrá impedirme continuar con mis deberes espirituales y pastorales de obispo”.