Obispo de Vasai: Suicidios de campesinos, herida profunda para la Iglesia

Mons. Machado presidió una manifestación en honor de los agricultores y de sus familias. “Si la familia está intacta, entonces somos testigos del progreso de la comunidad, de la sociedad y de la nación humana”.

Mumbai (AsiaNews)- “El suicidio de campesinos es una profunda herida en la Iglesia y en las familias de India. Nosotros proclamamos la vida en toda su plenitud: los sufrimientos de los campesinos nos duelen, sus muertes son una tragedia. Si hay mentiras la Iglesia se une con la verdad. Si las personas están en conflicto, la Iglesia lleva reconciliación y paz. Si las cosas son destruidas, la Iglesia construye puentes de diálogo y paz”. Lo dijo mons, Felix Anthony Machado, arzobispo de Vasai (Maharashtra).

El prelado presidió una manifestación de más de 600 campesinos en Bahare, que junto a sus familias han desfilado en cortejo para celebrar la importancia del desarrollo de las comunidades campesinas y tribales de la diócesis. El evento se realizó el 24 de marzo pasado.

“Otro alto porcentaje de fieles en Vasai- subrayó mons. Machado- se compone de agricultores. También ellos tienen necesidad de desarrollo holístico: una salud balanceada y personas que usan los dones de Dios los unos para con los otros y para la entera familia humana”.

La pérdida de una familia- prosiguió-es una pérdida para la comunidad y por esto la tragedia que golpea a los familiares de los campesinos suicidas es una herida profunda para la Iglesia. Si la familia permanece intacta, entonces somos testigos del progreso de la comunidad, de la sociedad y de la nación humana”.

El Estado del Maharashtra tiene el record nacional de suicidios entre los campesinos, un fenómeno cuyas causas son sobre todo de naturaleza económica.

“Es urgente y vital-agregó el arzobispo de Vasai- estar unidos en la crisis, porque si los campesinos y sus familias no están unidas en los sufrimientos como en las alegrías, el enemigo puede plantar las semillas de la división y del dolor”- Recuerden-concluyó- que “las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de hoy, de los pobres sobre todo y de todos aquellos que sufren, son también alegrías y esperanzas, las tristezas y las angustias de los discípulos de Cristo, y nada Es genuinamente más humano que no encuentre eco en sus corazones (“Gaudium et Spes”). (NC).