Obispo de Alepo: el compromiso internacional para poner fin al drama sirio es ‘positivo’
Comenzó la Quinta Conferencia de Bruselas de Países Donantes de Siria. Según estimaciones de la ONU, hacen falta por lo menos 10.000 millones de dólares en 2021 para cubrir las necesidades. Hay cerca de 24 millones de personas en extrema necesidad, cuatro más que el año pasado. Monseñor Audo: "Se requiere un esfuerzo común y global".
Alepo (AsiaNews) - La población siria "experimenta todo tipo de dificultades en la vida cotidiana", por eso cualquier iniciativa que pueda ayudar a desbloquear la situación a nivel político y económico es "un elemento positivo", sobre todo si involucra a "la comunidad internacional", dijo Mons. Antoine Audo, obispo caldeo de Alepo y ex presidente de Caritas Siria, quien dialogó con AsiaNews sobre la situación mientras se celebra en Bruselas la conferencia de países donantes bajo la égida de las Naciones Unidas. "Se requiere un esfuerzo común y global - dice el prelado - para salir de la crisis siria, una fuerza internacional" que ponga freno a las partes que "sólo quieren continuar el conflicto por su propio interés personal". Este esfuerzo común responde al camino trazado por el Papa Francisco, quien recientemente renovó su llamamiento por la 'amada y martirizada' nación”.
Ayer comenzó la Quinta Conferencia de Bruselas en la que participan los países donantes de Siria. Dos días de trabajo y reuniones -en forma remota, debido a la pandemia de Covid-19- promovidos por las Naciones Unidas y la Unión Europea (UE). A la cumbre asisten representantes de más de 50 países y delegados de 30 ONG, instituciones financieras y organizaciones humanitarias. El objetivo del encuentro es "movilizar a la comunidad internacional en apoyo de una solución política creíble y global para el conflicto sirio". Y en términos de dinero, se propone recaudar por lo menos $ 10 mil millones de dólares en 2021, que incluye $ 4.200 millones en ayuda humanitaria y $ 5.800 millones para apoyar a los refugiados y sus países de acogida en la región.
Según los últimos datos, actualmente hay por lo menos 24 millones de personas en situación de extrema necesidad en Siria (y en la región de Oriente Medio), que requieren asistencia humanitaria y ayuda para sobrevivir. Cuatro millones más que el año pasado y la cifra más alta desde que comenzó el conflicto. A una situación ya de por sí precaria, también hay que sumarle el impacto de la pandemia de coronavirus, cuyo número en términos de infecciones y víctimas está muy subestimado debido a la falta de testeos, seguimiento y recuento efectivo de datos. “La comunidad internacional - dice el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados Filippo Grandi - no puede dar la espalda a los refugiados y a quienes los acogen [que] merecen nuestro compromiso, solidaridad y apoyo. Si no lo hiciéramos, sería catastrófico para las personas y para toda la región [de Oriente Medio] ".
Desde Alepo, que en otros tiempos fue el corazón económico y comercial del país, Mons. Audo describe un país que sigue marcado "por embargos y sanciones que bloquean el suministro de electricidad y petróleo, y han provocado una fortísima devaluación de la lira siria". “Experimentamos - sigue diciendo - una sensación de aislamiento, a nivel humano y comercial, y una pobreza cada vez mayor. Antes un dólar valía 50 liras, hoy vale 4 mil liras y los salarios siguen siendo los mismos. Son datos que dejan claro cuál puede ser el nivel de crisis y pobreza”.
"Para los sirios, la carne y la fruta son un lujo, ya no se pueden comprar", afirma el prelado. “Incluso aquí en la casa del obispo, hacemos un ayuno real y experimentamos una pobreza real”. Es una situación terrible, considerando que "Siria es una nación rica, por eso es necesario encontrar una solución política y mirar hacia el futuro". En este contexto, "el sentido de comunidad se hace mucho más fuerte", cosa que confirman las "iglesias abarrotadas y la participación masiva de los fieles en las celebraciones del Domingo de Ramos". Muchas personas participaron en la procesión y, a pesar de las dificultades, todos los niños lucieron sus mejores galas como signo de esperanza. Como Iglesia - confirma - hacemos todo lo posible para estar presentes y dar testimonio de nuestro compromiso, no queremos que las personas se sigan yendo por las dificultades”.
"El compromiso de la ONU y la conferencia internacional - concluye Mons. Audo - son una buena señal, porque muestran una mayor participación a nivel mundial para salir de la crisis y encontrar una solución honorable y aceptable para todos, actores internos y aliados regionales. Como dicen aquí, se requieren dos condiciones para salir del impasse: un acuerdo entre los estadounidenses y los rusos y un pacto interno entre las fuerzas políticas y sociales sirias. Nuestro país debe tener coraje y superar la rigidez de ciertas posiciones, no podemos razonar pensando en la Siria de hace 50 años, sino que ha llegado el momento de imaginar el futuro”.
06/12/2022 11:54