Obama recibe al Dalai Lama, Beijing se enfurece
Washington (AsiaNews/Agencias)- No obstante las violentas protestas chinas, hoy el presidente americano Barack Obama recibirá en la Casa Blanca al Dalai Lama, líder tibetano en exilio. Beijing pidió al gobierno estadounidense que anule el encuentro, definido "una enorme interferencia de los EEUU en los asuntos internos chinos", pero éste parece confirmado. Los dos premios Nobel de la paz se encontraron la última vez en 2011.
China define al líder del budismo tibetano "un lobo vestido de monje, que trabaja por la independencia del Tibet de China". Por su parte, el Dalai Lama aclaró ya hace años que su comunidad no quiere separarse del resto del país, pero pide autonomía cultural y libertad religiosa. Los EEUU, según algunos funcionarios, "no sostienen la independencia de la región pero están preocupados por la situación de los derechos humanos en China". En todo caso, como para todos los otros encuentros realizados durante su presidencia, Obama recibirá al Dalai Lama "en forma privada".
La cuestión de los derechos humanos en China parece estar destinada a permancer inmutada. En los últimos 3 años, más de 110 personas-laicos, monjes y monjas budistas- se dieron fuego en la región del Himalaya para pedir la libertad religiosa, finalizar la represión china y el regreso a la patria del Dalai Lama. Beijing respondió intensificando los controles y cerrando los monasterios donde, según las autoridades, partió la protesta.
El líder budista pidió varias veces a sus propios fieles "salvaguardar la vida como primer cosa", pero Beijing lo acusa de "fomentar en secreto" a los budistas al suicidio. En una reciente entrevista concedida a Time, él declaró: "La cuestión es muy triste y muy, muy sensible. La vida humana es muy preciosa y esto es un tema político muy sensible. Cualquier cosa digo es instrumentalizada por los integristas chinos, por lo tanto prefiero permanecer en silencio".
En la misma entrevista, el Dalai Lama expresó un juicio también sobre el nuevo líder chino Xi Jinping: "Está combatiendo la corrupción con coraje y eficacia, sin miedo. Pero las verdaderas mejoras deben realizarse en las áreas rurales. La solución no es construir nuevas grandes ciudades. Además va dicho que 1,3 billones de chinos tienen el derecho de conocer la verdad. La censura es un método irreal que genera desconfianza y sospecha. El sistema judicial chino debe ser llevado a los niveles internacionales, de tal modo que un billón de pobres pueda tener alguna forma de protección".