ONU: ‘esfuerzos incesantes’ para renovar el (frágil) alto el fuego en Yemen
Tras seis meses de aplicación, el acuerdo de alto el fuego entre las partes expiró anoche. El plan del enviado especial de la ONU se topó con la oposición de los hutíes: no aceptan las propuestas de renovación, y amenazan a Riad y Abu Dabi. El gobierno reconocido por la comunidad internacional pide mano dura contra las "amenazas" de los rebeldes pro iraníes.
Saná (AsiaNews) - El enviado especial de las Naciones Unidas para Yemen está en una carrera contra el reloj: intenta renovar la tregua entre los rebeldes hutíes y el gobierno, que expiró anoche, después de seis meses de aplicación incierta y frágil. El riesgo es que un fracaso de la diplomacia pueda reavivar el conflicto. De hecho, los líderes del movimiento proiraní que controla la capital Saná y parte del territorio ya han empezado a lanzar amenazas contra Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
El jefe de la diplomacia de la ONU en el país árabe, Hans Grundberg, prometió "esfuerzos incesantes" para dar un nuevo impulso a la tregua, que a pesar de las numerosas dificultades ha permitido una reducción constante de los enfrentamientos entre las partes y del número de víctimas, incluidas las civiles. El 2 de agosto, los representantes de los hutíes y del gobierno reconocido internacionalmente prorrogaron la tregua por dos meses (comenzó el 2 de abril y se extendió hasta el 2 de octubre), sancionando de hecho el período más largo de cese de hostilidades desde el inicio de la guerra.
El conflicto estalló en 2014 como un enfrentamiento interno y se convirtió en una guerra abierta tras la intervención de Riad, en marzo de 2015, al frente de una coalición de naciones árabes. En los últimos años se registraron casi 400.000 víctimas en un conflicto que, según la ONU, ha provocado la "peor crisis humanitaria del mundo". A esto se ha sumado el Covid-19, que ha tenido efectos "devastadores"; millones de personas están al borde de la inanición y los niños -10.000 muertos en el conflicto- sufrirán las consecuencias durante décadas. Hay más de tres millones de desplazados internos, la mayoría de los cuales viven en condiciones de extrema miseria, hambre y sufren epidemias de diversa índole, entre ellas el cólera.
Los hutíes se oponen firmemente al plan de Grundberg para prolongar la tregua, el cual prevé el pago de los salarios de empleados públicos, la apertura de rutas a la ciudad de Taez, la ampliación de los vuelos comerciales desde la capital y la ampliación del atraque de barcos cargados de combustible en el puerto de Hodeida, también bajo control del movimiento rebelde. El enviado de la ONU también aboga por la liberación de los detenidos, la reanudación de un proceso político "inclusivo" y el debate de cuestiones económicas, incluidos los servicios públicos.
Para los hutíes, la propuesta es inadmisible porque no estaría "a la altura de las exigencias del pueblo yemení" y no iría en la dirección de fortalecer el "proceso de paz". El pueblo, subraya el Consejo Supremo en una nota en la que exige ingresos por los recursos de petróleo y gas, "no se dejará engañar por falsas promesas". En el otro frente, no hay comentarios inmediatos de Riad ni de Abu Dhabi, mientras que el gobierno reconocido por la comunidad internacional pide al Consejo de Seguridad de la ONU mano dura con los hutíes por sus "recientes amenazas" y su negativa a prorrogar la tregua. En cuanto a los últimos acontecimientos, Grundberg sigue viajando entre Saná y Omán (el territorio donde se lleva a cabo la mediación sobre Yemen) y dijo que "seguirá trabajando con ambas partes para tratar de encontrar soluciones".
21/10/2016 12:42
10/10/2016 12:39