ONU: las multinacionales deben defender los derechos humanos contra la junta en Myanmar
Varias multinacionales - entre ellas Coca-Cola, Heineken, Nestlé, Unilever, Facebook y H&M - han firmado una declaración contra el golpe de Estado. Pero la francesa Total y la estadounidense Chevron siguen haciendo negocios con la junta. La industria petrolera aporta a los militares más de $ 1.5 mil millones en ingresos. Nuevo recuento: hasta la fecha, la junta ha llevado a cabo 3885 arrestos y ha matado a 785 personas.
Rangún (AsiaNews) - Los especialistas en derechos humanos de la ONU han pedido a las empresas multinacionales que se opongan a las violaciones de los derechos humanos cometidas por la junta militar y los líderes del golpe de Estado. En una declaración, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU afirma perentoriamente que "el comercio debe manifestar su responsabilidad para con los derechos humanos".
Hasta ahora han sido las ONG y los grupos de presión los que han pedido un compromiso para que la junta no siga enriqueciéndose con fondos extranjeros procedentes del comercio internacional. La Oficina de la ONU explica que “algunas multinacionales han declarado su apoyo público al estado de derecho y los derechos humanos, y han cortado relaciones con la junta; pero muchas otras continúan comerciando con los militares como si nada ocurriera”. De esa manera, afirma, se convierten en cómplice de sus crímenes. La ONU no menciona ningún nombre, pero en las últimas semanas se sabe que unas 50 empresas extranjeras -entre ellas Coca-Cola, Heineken, Nestlé, Unilever, Facebook y H&M- firmaron una declaración manifestando su preocupación por el golpe de Estado.
Muchas empresas asiáticas, excepto algunos gigantes de Corea del Sur y Japón, se han mantenido en silencio.
Ya hace tiempo que los grupos de derechos humanos están pidiendo a la francesa Total y a la estadounidense Chevron que corten sus relaciones con la junta. Se calcula que el sector petrolero aporta más de $ 1.5 mil millones a las arcas de la junta. Chevron lucha con el Departamento de Estado de Estados Unidos contra las sanciones impuestas a la junta, mientras que Total - según un extenso informe del diario Le Monde - se oculta tras la pantalla de las transferencias offshore para enviar fondos a las empresas vinculadas al ejército.
Los expertos consideran que los intereses económicos de la junta se han mantenido prácticamente iguales y no han sido recortados por otros estados o multinacionales que operan en Myanmar.
Mientras tanto, muchas franjas de la población continúan con el movimiento de desobediencia civil, lo que dificulta el funcionamiento de hospitales, escuelas, bancos y oficinas públicas. Para detener este movimiento, las fuerzas de seguridad ejecutan redadas día y noche, secuestrando a activistas, jóvenes y padres.
Según la Asociación de Ayuda a los Presos Políticos, desde el 1 de febrero, primer día del golpe, hasta ayer, la Junta ha llevado a cabo 3885 arrestos y ha matado a 785 personas.
17/12/2016 13:14
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