ONU: En Irak, más de 50 fosas comunes halladas en territorios que fueron controlados por el Estado islámico
Jan Kubi, enviado especial de las Naciones Unidas, habla de la existencia de “pruebas de crímenes brutales” cometidos por las milicias yihadistas. Daesh no sólo debe ser eliminado “en el plano militar”, sino que también han de ser afrontadas “las causas de la violencia”. Empeora la crisis humanitaria en el país, con al menos 10 millones de personas dependiendo de la asistencia humanitaria.
Bagdad (AsiaNews/Agencias) – En varias zonas de Irak, que en el pasado estuvieron bajo el control del Estado islámico (EI), hasta ahora han sido descubiertas más de 50 fosas comunes. Las más recientes son las que fueron halladas en Ramadi, a aproximadamente 110 km al oeste de Bagdad, y en ellas se contarían hasta 40 cuerpos. Es cuanto ha afirmado el enviado especial de la ONU, Jan Kubis, quien, refiriendo el hecho ante el Consejo de Seguridad de las Naciones, evidenció la presencia de “pruebas de crímenes brutales” cometidos por las milicias yihadistas.
Las fosas comunes salieron a la luz en los últimos meses en los territorios que fueron arrancados a Daesh [acrónimo árabe para el Estado islámico] durante la avanzada el ejército regular iraquí; en el momento de su mayor expansión, el EI había logrado controlar casi la mitad del territorio de Irak.
Refiriéndose al hecho ante los miembros del Consejo de Seguridad, Kubis subrayó que la comunidad internacional debería “adoptar todas las medidas necesarias” para que los milicianos yihadistas “respondan” por los crímenes cometidos.
El ejército iraquí arrancó Ramadi del control del EI en diciembre de 2015; la ciudad estaba en manos del movimiento fundamentalista islámico sunita desde mayo de ese año. Persistieron algunos focos de violencia hasta febrero de 2016, cuando el control del área fue totalmente recuperado por el gobierno.
En el pasado, otras fosas comunes fueron también halladas en Sinjar, en el norte de Irak, en las inmediaciones de Anbar, en el oeste, y en Tikrit, en el norte, ciudad natal del ex dictador Saddam Hussein. Entre las víctimas sepultadas en las fosas comunes hay tribales, soldados iraquíes y mujeres pertenecientes a la minoría yazidí, la más perseguida por los yihadistas.
No sólo en Irak, sino también en Siria, hay evidencia de fosas comunes en las zonas que estuvieron controladas por el EI.
“Condeno del modo más absoluto posible –declaró Jan Kubis- los continuos homicidios, los secuestros, las violaciones y torturas perpetrados por el EI contra los iraquíes, que constituyen un crimen contra la humanidad, un crimen de guerra e incluso un genocidio”. Y en desmedro de los “considerables” progresos militares en el campo en Irak [y en Siria], Daesh, no obstante, seguirá siendo siempre, “un enemigo tremendo”, capaz de “regular sus tácticas y estrategias de ataque de manera constante”. Por esta razón, no va a ser posible eliminarlo sólo abocándose al plano militar, sino que han de ser afrontadas “las causas que están en la base del violento extremismo”.
Desde el punto de vista humanitario, la crisis detonada por el ascenso del EI en Irak [y en su vecina Siria] sigue siendo “una de las peores en el mundo”, con más de 10 millones de personas –más de un tercio de la población- que necesitan de asistencia internacional. Sin embargo, hasta ahora, ha sido depositado sólo un cuarto de los 861 millones de dólares necesarios para responder a la emergencia, y dicho importe no es suficiente para paliar la situación.
17/12/2016 13:14