ONG francesa denuncia una “relación peligrosa” entre bancos franceses y colonias israelíes

Cuatro bancos franceses y la compañía de seguros Axa financian a empresas y bancos israelíes en las colonias. La acusación de las ONG francesas, que exigen su desvinculación.

París (AsiaNews/Agencias) – Los cuatro principales bancos franceses, BNP Paribas, Crédit agricole, Société générale y BPCE, junto a la compañía seguradora Axa, financian a las colonias de manera indirecta. Esto es lo puede leerse en un informe titulado “La relación peligrosa entre los bancos franceses y la colonización israelí”, publicado hoy por la Fédération internationale des droits de l'Homme (FIDH, Federación Internacional de los derechos del Hombre).

El reporte fue redactado en colaboración con otras asociaciones y sindicatos franceses, que incluyen la Association France-Palestine Solidarité, Ccfd-Terre solidaire, CGT, Al Haq, Ligue des droits de l’homme, Union syndicale solidaire y Fair Finance France.

De acuerdo a los autores, con su sostén “persistente” a bancos y empresas israelíes que están implicados en las colonias, las entidades financieras francesas contribuyen a su “mantenimiento y desarrollo”. Los cinco grandes grupos franceses gestionan las “participaciones financieras o bien poseen acciones en los bancos israelíes, una herramienta esencial en la colonización, para “la construcción de viviendas y fábricas, para las conexiones telefónicas y de internet e incluso para el ulterior desarrollo de equipamiento de vigilancia”.

La participación también se da a través de préstamos a empresas, en particular en el ámbito energético y de las comunicaciones. Según el informe, BNP Paribas, Société générale, LCL (del grupo Crédit agricole) y Natixis (del grupo Banques populaires - Caisse d'épargne) han acordado otorgar 288 millones de euros para el período 2004-2020 a la sociedad pública que brinda el suministro eléctrico a la colonias, la Israel Electric Corporation (IEC).

Para Maryse Artiguelong, vicepresidente de FIDH, los bancos y las aseguradoras “buscan un beneficio, sin importar cuál sea el resultado”.

Didier Fagart, miembro del consejo nacional de la Association France-Palestine Solidarité y coautor del informe mencionado, ratifica el reclamo de las ONG para que “las empresas francesas retiren su dinero de las sociedades israelíes que están implicadas con las colonias”, tal como ha sido indicado por las “recomendaciones” del Ministerio de Relaciones Exteriores, publicadas en el 2014. “Los bancos franceses no pueden decir que no sabían nada acerca de esto –afirma Fagart – y deben tomar la decisión justa”.

Según el informe, el gobierno francés también tiene responsabilidades en el caso: además de “exhortar a las empresas a respetar los derechos humanos”, el Estado debe obligar a los bancos y a las aseguradoras a que interrumpan el sostén que brindan a estas compañías, o bien éste quedará implicado en el desarrollo y en el mantenimiento de las colonias. Un ejemplo de una participación “problemática” es el involucramiento de la multinacional francesa Alstom, en la cual el Estado es accionista, en grandes proyectos de infraestructura en las colonias.

A lo largo de todos estos años, varias entidades bancarias y aseguradoras, tanto públicas como privadas, se han desvinculado de los bancos y empresas activos en las colonias. Entre ellos figuran fondos de jubilación holandeses y luxemburgueses, que han cortado sus vínculos con cinco bancos israelíes involucrados en las colonias, pero con los cuales los institutos financieros franceses todavía mantienen lazos.

Las Naciones Unidas y la mayor parte de la comunidad internacional consideran que, según el Derecho internacional, son ilegales todas las colonias israelíes establecidas en Cisjordania y en Jerusalén oriental. El 23 de diciembre pasado, el Consejo de seguridad de la ONU adoptó la resolución 2334, exigiendo al Estado de Israel que interrumpa de inmediato y totalmente toda actividad de asentamiento en los Territorio palestinos ocupados, incluyendo Jerusalén oriental.

Sin embargo, la colonización del territorio, que ya va por su 50mo año, no sólo no se reduce, sino que no deja de acelerarse: en enero pasado ya se había dado luz verde para construir cientos de asentamientos nuevos.

Recientemente, el enviado de la ONU para Oriente Medio, Nickolay Mladenov, se descargó contra las proclamas y las normas promulgadas por Israel, las cuales tienen como “claro propósito” continuar con la política de “expansión” de las colonias.

Los coloquios de paz se interrumpieron en el año 2014, desatando una escalada de episodios de violencia, frente a la cual se ha vuelto cada vez más evidente la inercia (o impotencia) de la comunidad internacional.