Nuncio en Damasco: conflicto sirio, el optimismo de la Onu y el drama del pueblo destruido
Damasco (Asianews)- El enviado Onu está "determinado" y "optimista" sobre un posible acuerdo que garantice una tregua en el conflicto sirio, aunque la situación "está en continua evolución" y la población civil "está cansada" y "quien puede, trata de escapar. Así, mons. Mario Zenari, Nuncio apostólico en Damasco, comenta a AsiaNews las palabras del mediador de la Naciones Unidas, Staffan de Mistura, según el cual existirían nuevas oportunidades para resolver una crisis que de hace 3 años envistió al país. El objetivo es poner fin, o crear zonas de calma en las cuales "congelar" una guerra sanguinaria que hasta ahora ha ya causado centenares de miles de víctimas, Y es importante, agrega el diplomático vaticano, que existan objetivos "concretos", como un "cese del fuego" y el congelamiento de las hostilidades en Alepo, que es una de las ciudades "más martirizadas".
Ayer el nuncio apostólico tuvo un breve encuentro con el enviado especial de la ONU, el cual le refirió el éxito de los coloquios con el presidente sirio Bashar Assad en los días pasados en Damasco. Según mons. Zenari, el optimismo demostrado por de Mistura "es un bien", así como también es importante que él "entrevea un cierto margen de tratativa", como surgió del resto "también antes del primer encuentro" tenido en las semanas pasadas "con las máximas autoridades del gobierno".
En una entrevista a la Bbc, el enviado especial subrayó que el nacimiento de un frente común contra la amenaza jihadista- las milicias del Estado islámico- y el cansancio entre los varios frentes en lucha, podría constituir el viático para una tregua duradera. Las naciones Unidas tratan de crear zonas almohadas en las cuales "congelar" el conflicto y mejorar la distribución de las ayudas.
Precedentemente, el presidente sirio Assad, había confirmado que Damasco está dispuesta a considerar el plan de la Onu que prevé una tregua en Alepo, entre las ciudades símbolo del conflicto y dividida todavía hoy en dos sectores, uno de los cuales controlado por el ejército del gobierno y el otro en manos de los rebeldes.
Desde el inicio de la revuelta contra el presidente Assad en el 2011, el gobierno siempre clasificó a los opositores- pacíficos y rebeldes armados. Como "terroristas", financiados y mantenidos por Arabia Saudita, Qatar y Turquía que soplan sobre el fuego de la violencia y del terror en la región. Los predecesores de de Mistura, los enviados especiales Onu, Lakhandar Brahimi y Kofi Annan, trataron varias veces en vano, alcanzar el cese del fuego. Dos round de coloquios entre Damasco y opositores en exilio a inicios de año se concluyeron en un nada de hecho. Mientras tanto en el conflicto en Siria murieron más de 195 mil personas y más de la mitad de la población obligada a escapar de sus propias casas; muchos han buscado refugio en el extranjero, en particular en el vecino Líbano.
La situación en Siria "está en una continua evolución" y "no se pueden adoptar esquemas", explica el nuncio apostólico en Damasco, según el cual "es necesario estar abiertos a todo". También mons. Zenari "después de 3 años de guerra" entrevé una "cierta nueva oportunidad" de paz, que "se verificará en el tiempo, pero que vale la pena intentar de todo". El problema, según el diplomático vaticano es que "se necesita una contraparte que acepte... por un lado tenemos al gobierno de Damasco como interlocutor- explica- pero de la otra parte no hay un representante, un vocero humanitario, un interlocutor cierto".
Para mons. Zenari, hay un "clima de cansancio", en una realidad en la cual "se sobreponen varias crisis: interna siria, a la cual se agregó la regional que tuvo el dominio, y ahora las tensiones internacionales entre los varios frentes de poder y, por último, las milicias del Califato". Sin embargo, advierte, "una crisis puede ayudar a resolver la precedente, como podría suceder hoy en Siria delante del fenómeno siempre más preocupante de las milicias del Estado islámico, podría ser una reacción de defensa común" que lleve a unir fuerzas en clave anti-islamista. "La población civil ya no puede más-agrega- la situación está en un progresivo deterioro, comenzando por la falta de trabajo, por las fábricas destruidas, por las casa en ruinas, la falta de escuelas. Los que eran un tiempo de la clase media, ahora son pobres y los que eran pobres hoy son miserables".
La prospectiva de la emigración, concluye el nuncio en Damasco, afecta a todos, a cristianos y musulmanes, aunque si el fenómeno aparece "más evidente" porque los cristianos constituyen una minoría en el país que se está cada vez más extinguiendo. "Quien puede, trata de escapar, todos sufren", agrega el prelado, el cual elogia el trabajo de la Iglesia, de los sacerdotes, de los religiosos y de las monjas que "permanecen en el campo", que con su compromiso tratan de llevar ayuda a todos, cristianos y musulmanes, sin hacer ningún tipo de distinción". (DS).
09/04/2015
09/03/2015