"Nobel asiáticos", entre los ganadores dos activistas chinos y una Fundación paquistaní
Manila (AsiaNews)- Una periodista conocida por sus investigaciones sobre la corrupción en China, un activista anti-contaminación y una Fundación paquistaní que trabaja por los derechos de las mujeres son los ganadores de la anual edición del Premio Magsaysay, uno de los más importantes del continente y llamado el "Nobel asiático". El reconocimiento lleva tal nombre en memoria del ex presidente filipino Ramón Magsaysay y desde 1957 es asignado a aquellos que "con el propio trabajo contribuyen a mejorar la sociedad donde viven". Los otros ganadores son el director del museo nacional afgano, una antropóloga indonesia y un docente filipino. Los nombres se dieron a conocer ayer.
La primera china en ser premiada es Hu Shuli, de 61 años, fundadora y directora del Caijing: el periódico, especializado en temas económicos, y conocido en todo el País por los reportajes y las investigaciones profundizadas también sobre los miembros del partido. Según la Fundación que asigna los premios "sus artículos sobre el comercio ilegal, sobre la epidemia de Sars del 2003 y sobre los tvcoon, han provocado la caída de funcionarios públicos y el arresto de famosos industriales, acercando a China a la reforma del mercado accionario".
El segundo ganador chino es Wang Canfa, de 55 años, fundador del Centro para la asistencia legal a las víctimas de la contaminación. Su estructura ha gestionado miles de causas legales sobre la protección del ambiente y diversas veces ganó en el tribunal hasta contra grandes empresas. En la motivación que acompaña a su victoria, la Fundación cita al mismo Wang. "Continuando en insistir, antes o después lograremos establecer en China un estado de derecho sobre el ambiente".
Premiada también la Fundación de los ciudadanos, fundada por algunos industriales paquistaníes, que "decidió apoyar y financiar las escuelas que dan iguales oportunidades también a las jóvenes. En este País la educación femenina es considerada, por algunos extremistas religiosos como un anatema".
La antropóloga indonesia Saur Marlina Manurung, de 42 años, organiza escuelas en la jungla de su país, para preservar las costumbres étnicas sin condenar a los tribales a la ignorancia. "Su pasión en el proteger y mejorar la vida de quien vive en las florestas es noble y debe ser premiada". Omara Khan Masoudi, en vez, "logró salvar algunos preciosos objetos de arte de Afganistán, arriesgando su vida. Esto, no obstante las amenazas de los talibanes". Randy Halasan, de 31 años, convenció al final a los jueces "por su trabajo con los niños de la tribu filipina de los Matigsalug, una de las más remotas del País".