No solo Wagner: la proliferación de empresas militares privadas rusas

de Vladimir Rozanskij

Oficialmente la ley rusa no permite el servicio militar mercenario, pero hay muchas formas de eludir esta norma, y los CVK se han multiplicado en el contexto de la guerra en Ucrania. La REDUT de Oligarch Timchenko está registrada como una "empresa constructora" en Rostov-on-Don, la principal ciudad histórica de los cosacos.

Moscú (asiaNews) - En los últimos meses se ha hablado mucho del Grupo Wagner, el ejército mercenario del "cocinero de Putin" Yevgeny Prigozhin, pero al mismo tiempo también se han multiplicado las CVK (acrónimo de empresas militares privadas) en el contexto de la " santa cruzada” de Rusia contra Ucrania y Occidente. Las más conocidas son la REDUT, la "Bars", la "Don" (Unión de Voluntarios de Donbass) y otras, algunas de las cuales funcionan desde 2014, cuando comenzó la "guerra híbrida" que siguió a la revolución de Maidán y la anexión de Crimea. Casi todas las regiones de la Federación Rusa (hay más de 90) tratan de organizar su propio grupo de voluntarios.

Miles y miles de rusos están luchando "por cuenta propia", con una coordinación cada vez más irregular por parte del ejército oficial. Oficialmente la ley rusa no permite el servicio militar mercenario, pero hay muchas formas de eludir esta norma y acordar con la Administración Principal de Investigación (GRU) del Ministerio de Defensa, la oficina que otorga la aprobación a los grupos armados para "apoyar operaciones especiales".

La Wagner ya ha adquirido una dimensión federal, sus afiches publicitarios se pueden ver en todos los rincones de todas las ciudades de Rusia, y los canales de televisión emiten videos que invitan a todos a sumarse a la gloriosa campaña de Prigozhin, especialmente a los que tienen cuentas pendientes con la Justicia. También es muy conocida REDUT, que ofrece sueldos a la altura de Wagner y organiza excelentes cursos de adiestramiento; sus miembros fueron unos de los primeros que pasaron abiertamente a la acción después del 24 de febrero de 2022, el día de la invasión de Ucrania.

Ya en 2019 se hacía referencia a la REDUT en la Novaya Gazeta, cuando la base de esta CVK se encontraba en Kubinka, cerca de Moscú, en un terreno ubicado junto a la 45.a brigada de intervención aéreo-terrestre de las Fuerzas Especiales (Spetsnaz). Antes de la guerra de Ucrania la REDUT se dedicaba a la defensa y seguridad de algunos establecimientos rusos de la firma Stroytransgaz en Siria. El grupo, según diversas fuentes, pertenece a Gennadij Timchenko, un oligarca muy cercano a Vladimir Putin que ocupa el octavo lugar en el ranking de multimillonarios rusos, según Forbes.

Redut también realiza intensas campañas de reclutamiento, especialmente en Telegram y otras redes sociales. El candidato debe tener como mínimo 25 años de edad y contar con una especialización militar y experiencia en alguna estructura policial. En teoría esto convierte a la compañía de Timchenko en una élite más cualificada incluso que la de Prigozhin, que incorpora a muchos delincuentes y por lo tanto es la más sanguinaria, aunque no siempre la más profesional. En realidad, dadas las necesidades actuales, todas los grupos activos “toman lo que se presenta”, como afirma un integrante anónimo a Idel.Realii.

Actualmente la REDUT está registrada como una "empresa constructora" en Rostov-on-Don, la principal ciudad histórica de los cosacos, en la que se inspiran todos estos "ejércitos". Según otros documentos recogidos por los medios, la empresa funciona también como un "laboratorio regional de investigaciones sociales y psicológicas del Ministerio de Defensa", al que los miembros se incorporan para "colaborar en investigaciones sociológicas", cuyo principal objetivo es "evaluar la capacidad de los soldados para cumplir con la disciplina y las directivas del ejército". En la práctica, dada la baja propensión de la población civil a movilizarse, las empresas privadas sirven de estímulo y ejemplo.

Antes de los "referéndum de anexión" de las cuatro repúblicas del Donbass y de la costa del Mar Negro, la paga de los mercenarios se hacía en dólares estadounidenses, pero ahora solo se puede entregar en rublos, ya que, de "operación especial", la guerra se ha transformado en "defensa de los territorios de la patria". El estándar solía ser de 20 dólares por día, con una compensación que oscilaba entre 5,000 dólares por lesiones menores, 25,000 por lesiones graves y 60,000 por muerte. Según el testimonio de algunos participantes, el espíritu del mercenario es el del šturmovik, el atacante que “siempre va delante de todos” para abrir camino al ejército. El riesgo es que con el tiempo estas vanguardias más o menos privadas ya no sean seguidas por tropas regulares. Y que entonces empiecen a mirar hacia atrás, para conquistar territorios y poder dentro de la propia Rusia.