No será encarcelado el militar israelí que mató a un palestino que estaba en el suelo e inerme

El soldado que mató a sangre fría e Abdul Fatah al-Sherif de veintiún años, enfrentará el proceso como hombre libre. Los jueces han decido que resida en la base militar a la cual pertenece. Él rechaza colaborar y no responde a las preguntas. Polémica también sobre el cargo de imputación, considerado demasiado débil. Movimientos de extrema derecha en las calles pidiendo sea sobreseído de toda acusación.

Jerusalén (AsiaNews/Agencias)- Nada de custodia cautelar en una cárcel militar, sino la obligación de permanecer por cinco días en la propia base de pertenencia, con algunas restricciones de movimiento y desplazamiento. Levantó ulteriores polémicas y divisiones por la decisión de ayer del tribunal militar, que le ahorró la prisión al soldado israelí de diecinueve años, acusado de haber asesinado a un militante palestino mientras ya estaba en el suelo,herido e imposibilitado de atacar. Una nueva audiencia del proceso, en el cual el soldado está imputado por “homicidio culposo”, está programada para el próximo 5 de abril.

Los hechos fueron los primeros días de la semana pasada y sucedió en Hebrón. El militar- del cual no se reveló su identidad- disparó contra el joven palestino, Addul Fath al-Sharif de veintiún años, que un rato antes había atacado con un cuchillo a otros dos soldados hiriéndolos. El agresor ya estaba en el suelo y herido, en condiciones que no podía atacar. No obstante la situación, el militar lo apuntó con su fusil y disparó, matándolo al instante.

Activistas pro derechos humanos subrayan que la decisión del tribunal militar de detener al soldado al interior de su base, con el permiso de recibir de visita a sus familiares y ahorrándole la prisión, contrasta con la gravedad del hecho. El joven debería en cambio estar en una celda hasta la conclusión del proceso, como lo pidió la fiscalía que sigue el caso.

Además, según los críticos los jueces ya habrían demostrado una actitud benévola hacia el soldado, habiéndolo incriminado por “homicidio culposo” y no por “homicidio voluntario” como se ve en las pruebas. Según la ley israelí, el homicidio culposo implica la intencionalidad sino la no premeditación, que en cambio está prevista en la segunda tipología de delito.

En las imágenes difundidas por los activistas de B´Tselem se ve al soldado israelí que dispara en la frente al militante palestino, tirado en el suelo, sin que éste hiciera ningún gesto o provocación. Poco antes se sienten algunos soldados exclamaron en hebreo: “el perro está todavía vivo”. Luego se escucha el disparo y el soldado que disparó que grita: “este terrorista merece morir”.

Su gesto provocó las críticas por parte del gobierno y de las altas esferas del ejército; sin embargo, los movimientos de la derecha extrema y grupos de simpatizantes han manifestado su disentimiento por la detención y piden su inmediata liberación además de la absolución de toda acusación.

Mientras tanto el soldado- que sigue la línea de la legítima defensa- rechaza colaborar en las investigaciones y no responde a las preguntas de los jueces. Él rechaza también la confrontación con sus compañeros que lo acusan de haber disparado deliberadamente hacia el joven palestino, con el objetivo preciso de matarlo a sangre fría.

Funcionarios de las Naciones Unidas han calificado la cuestión al interior de los así llamados “homicidios extra-judiciales”, que se colocan dentro del clima de progresiva violencia en la zona.

Desde octubre pasado, después de una serie de provocaciones por parte de los hebreos ultra-ortodoxos para poder ir a rezar a la Explanada de las Mezquitas se multiplicaron los incidentes y enfrentamientos en Israel y n los territorios palestinos, en el contexto de la así llamada “intifada de los cuchillos”. Hasta ahora fueron asesinados unos doscientos palestinos, veintinueve israelíes, dos estadounidenses, un sudanés y un eritreo. La mayor parte de los palestinos fue asesinada mientras intentaban acuchillar o atacar con armas o con automóviles a los peatones u a los soldados. Otros fueron muertos en el curso de manifestaciones o enfrentamientos con los militares.