Neve Shalom: lloramos a todos los muertos, estamos angustiados pero no apagamos el grito por la paz
La voz de la aldea fundada por el padre Bruno Hussar hace 50 años, donde judíos y palestinos conviven en igualdad de condiciones, sobre la guerra entre Gaza y Tel Aviv que pone en jaque "el campo de la paz, de la sociedad compartida; el campo de la razón y la razonabilidad". Por miedo a los extremistas de ambos bandos, se han aumentado las medidas de seguridad, pero los residentes siguen firmes en la convicción de que la única solución es una paz compartida.
Tel Aviv (AsiaNews)- Conviven en paz desde hace casi 50 años, en verdaderas condiciones de igualdad, mientras a su alrededor, en apenas dos días, la situación entre Gaza e Israel ha precipitado cuando el Estado judío dijo que estaba dispuesto a una “guerra total”, en respuesta a la formidable operación militar lanzada por los milicianos de Hamás. Samah Salaime, directora de la Oficina de Comunicación y Desarrollo de la aldea de Neve Shalom-Wahat al Salam -el "oasis de paz" creado en 1972 por el sacerdote dominico Bruno Hussar como ejemplo de que la convivencia entre los dos pueblos es posible en Tierra Santa- cuenta en un mensaje la experiencia de estas horas, marcadas por el nuevo y gravísimo recrudecimiento del conflicto.
La aldea bilingüe de Neve Shalom-Wahat al Salam se encuentra en Israel, no lejos de la Abadía de Latrun. Según la intuición del padre Húsar -el gran profeta de la reconciliación entre árabes y judíos fallecido en 1996- allí vive un número igual de familias de ambos pueblos que comparten todas las decisiones. No es un lugar aislado donde el conflicto no entra, sino un lugar donde tanto árabes como judíos intentan afrontarlo juntos. El orgullo de esta experiencia es la escuela, a la que también asisten niños de aldeas cercanas, que sigue la misma filosofía de una convivencia pacífica entre los dos pueblos, comenzando por compartir las tierras y las responsabilidades. En Neve Shalom-Wahat al Salam también se vive el miedo a la guerra y, explica Salaime, en estas horas se lloran "todos los muertos a ambos lados de la frontera", mientras que el temor a los extremistas ha obligado a los habitantes a "aumentar las medidas de seguridad dentro de la aldea".
A nuestros queridos amigos de todo el mundo,
Ayer por la mañana despertamos en un día muy oscuro, lleno de miedo, conmoción e incertidumbre. Descubrimos que estábamos entrando en un período complicado y colmado de tensiones, en el que nuestro campo -el campo de la paz, de la sociedad compartida; el campo de la razón y la razonabilidad- estaba siendo atacado desde todos los frentes. A pesar de eso, seguimos firmes en nuestra convicción de que el camino que hemos elegido es la única vía hacia la cordura y la paz.
Cientos de víctimas -la mayoría civiles inocentes- ya han pagado un precio terrible, y el derramamiento de sangre continúa. Lloramos a todos los muertos a ambos lados de la frontera y compartimos la pena de las familias que perdieron a sus seres queridos. Estamos preocupados por aquellos que han sido tomados como rehenes y esperamos que regresen sanos y salvos. Escuchamos el sonido de los cohetes que caen y hacen temblar nuestros pisos y a nuestros hijos.
Los vídeos de las redes sociales que piden venganza contra los ciudadanos árabes o que instan a los ciudadanos árabes a unirse a la batalla por Gaza aumentan nuestros ya elevados niveles de ansiedad, y tememos que los activistas judíos de extrema derecha ya estén planeando linchamientos.
Para hacer frente a esta nueva, inesperada y 'desquiciada' realidad, hemos decidido reforzar las medidas de seguridad dentro de la Aldea, además de las que proporciona la empresa de seguridad externa. Los jóvenes de la Aldea han formado equipos de respuesta a emergencias, se han abierto todos los refugios y el personal de emergencia está preparado con la esperanza de que no sea necesario.
El personal escolar está recibiendo apoyo del Ministerio de Educación (las escuelas están cerradas por ahora), y las distintas instituciones educativas están recibiendo ayuda de las autoridades locales y equipos de la Asociación para afrontar cualquier posible eventualidad.
Una vez más, una realidad insondable en nuestras regiones nos lleva a la misma conclusión: no hay una verdadera solución sin una verdadera paz. No hay atajos; no podemos vivir con tranquilidad y seguridad sin reconocer los plenos derechos de cada ser humano, palestino, israelí, judío o árabe, que vive entre el río y el mar. Todos necesitamos vivir con seguridad, libertad y plena democracia.
Queridos amigos: Especialmente ahora, cuando la tormenta que nos rodea está cobrando fuerza y todos nos encontramos en un estado de alarma emocional, es el momento de que nosotros en Wahat al-Salam - Neve Shalom, los miembros y las instituciones educativas, la Escuela para la Paz, la escuela primaria binacional, el Centro Espiritual Pluralista y todos aquellos que creen en una sociedad compartida, sigamos siendo una brújula, encendamos nuestras antorchas en la oscuridad que nos rodea y seamos un modelo de paz, igualdad y justicia.
Nos sentimos afortunados de saber que tenemos tantos amigos en todo el mundo que apoyan nuestra causa y están a nuestro lado, sin importar la situación. Los mantendremos informados.
Con la esperanza de que lleguemos a conocer la paz,
Vuestra
Samah Salaime
*directora de la Oficina de Comunicación y Desarrollo de la Aldea